Autora: Victoria Álvarez
Editorial:
Versátil, 2011
Tapa blanca con
solapas, 520 págs.
Autoconclusivo
Género:
Misterio, Romance, Espiritismo.
Desde niña Annabel Lovelace se ha visto obligada a
vivir con su tío, guarda del Cementerio de Highgate, donde descubre su extraña
habilidad para comunicarse con los muertos, quizás gracias a la enfermedad
cardiaca que la obliga a vivir entre la vida y la muerte.
Años más tarde, una serie de misteriosas casualidades
la convertirán en la médium más influyente del Imperio Británico. Sin embargo,
su don la llevará a descubrir secretos que deberían haber permanecido ocultos y
que pondrán en jaque a la aristocracia londinense.
Con motivo del
proyecto o iniciativa #AdoptaUnaAutora, esta es la segunda entrada dedicada a
Victoria Álvarez después de la pequeña introducción de hace unos meses, que
podéis ver enlazada aquí. Así que ésta es la primera de la tanda de reseñas de
todas las novelas de esta autora. Empezaré diciendo que siempre tendré un
cariño especial hacia esta novela (os adelanto desde ya que no voy a poder ser
muy objetiva), porque esta historia me dio a conocer a la que actualmente es mi
autora favorita con diferencia, y lleva en el podio varios años, desde la
publicación de la que es su primera novela, “Hojas de Dedalera”.
Por la portada
realmente no podemos ni siquiera intuir de qué va la historia y del título ni
hablamos, porque habría que ser un experto botánico para que nos sugiriera
algo. Pero la sinopsis nos lo deja algo más claro (además de explicarnos el
tema de la plantita del título): nos vamos a encontrar ante una novela de
ambientación victoriana con toques de grandes clásicos, en las que una chica
sobrevive gracias a un brebaje medicinal que a la vez que le salva la vida cada
vez que lo toma, le infiere un extraño poder. Básicamente los datos 1888, Jack
el Destripador y espiritismo fueron suficientes para que yo quisiera leerla en
su momento, pero os voy a dar más razones a continuación.
Unos de los
puntos más fuertes de Victoria Álvarez es la ingente cantidad de documentación
que hay detrás de cada una de sus novelas y eso se nota en el resultado cuando
el lector puede sumergirse por completo en la época a través de las
descripciones detallistas de lugares, elaboradísimo vestuario, extraños objetos
cotidianos, cultura y folklore en general (como publicaciones o libros
coetáneos), etc. Todo minuciosamente contrastado porque la autora realmente es
una experta en la materia tras años y años de estudio. Siempre me han gustado
las novelas históricas (de cualquier época, a decir verdad) pero con esta
historia redescubrí un género que parecía por completo olvidado en nuestros
días, o que estaba como relegado a la literatura adulta, y por supuesto, casi abandonado
en el mercado literario español. Victoria Álvarez ha sabido transmitirnos su
pasión para que jóvenes y adultos, apasionados de la historia o no, disfrutemos
todos por igual gracias a esto que os comento: la cuidadísima ambientación.
Pero además del
escenario perfecto, la autora ha creado una historia que combina misterio,
novela policiaca y romance paranormal con un estilo clásico. Desde la más dura
infancia de la protagonista, la trama se desarrolla (literalmente) entre
cementerios, tumbas, espíritus y sesiones de médiums. Poco a poco vemos cómo
Annabel se convierte en una jovencita muy influyente entre la aristocracia
londinense capaz de captar la atención hasta de la mismísima reina Victoria. Aderezada
con misterios propios de las novelas góticas de autoras como Mary Shelley o
Anne Rice, la novela combina además dramas familiares e historias del pasado en
las que la venganza, el odio y la muerte son el impulso de los acontecimientos
que se narran en tercera persona a finales del siglo XIX.
A pesar del
componente paranormal que tiene la historia (espíritus, médiums…) no la
calificaría de novela fantástica, ni de lejos, ni siquiera paranormal como se
suele usar el término. En realidad estamos ante una historia de misterio e
intriga, con tramas para resolver y personajes con secretos que ocultar, y el
toque fantasmal sólo es una manifestación más de la ambientación y la
influencia gótica de otras grandes novelas que se desarrollan en la época. Aquí
lo que realmente nos llega al corazón es la bonita historia de amor que nos
cuenta la autora, y que evoluciona de una manera tan pausada, que no nos damos
cuenta de lo natural que resulta, sin ser empalagoso en exceso y con la medida
justa de melodrama cuando la escena lo requiere.
Por supuesto, el
tercer pilar de “Hojas de Dedalera” son los personajes, que a su vez forman un
triángulo perfecto: la jovencita huérfana hija de una de las posibles víctimas
del Destripador, el misterioso y perfecto caballero que la cuida desde que es
una niña, y el inspector de policía que bebe los vientos por ella cuando
aparece reconvertida en toda una mujer y respetada médium de la sociedad
londinense. Los personajes principales son muy complejos y profundos con sus
claroscuros, sus motivaciones, sus defectos y sus virtudes (alguno incluso no
sabemos realmente hasta qué punto); algo que siempre me ha parecido realmente
admirable cuando se trata de primeras novelas de autor@s y que se suelen mirar
muchas veces con lupa (en este caso, ni la de Sir Conan Doyle podría encontrar
algún punto débil, creo yo).
Por último, no
puedo dejar de comentar la bonita narración que utiliza Victoria Álvarez para
engancharnos a una historia que tiene toda la pinta de parecer lenta. Para
nada, a pesar de las numerosas descripciones (necesarias) y de la evolución prolongada
en el tiempo de los protagonistas, es una historia con mucho ritmo, con un
lenguaje sencillo que está adaptado en la medida de lo posible a la
ambientación pero sin resultar pedante o excesivamente recargado. Además, los
diálogos son maravillosos y a pesar de lo que os comento de las considerables
descripciones, la narración prácticamente fluye entre conversaciones y
pensamientos a un ritmo bastante rápido casi desde los primeros capítulos.
En definitiva,
una historia inolvidable de las que hacen emocionarse con cada página además de
no poder contener las lágrimas con el final. “Hojas de Dedalera” supone el
magnífico debut de una joven escritora que se ha hecho un hueco tanto en la
literatura juvenil como en la literatura adulta, a la que ella misma se resiste
a ser encasillada en cualquier género o edad y esta novela es un claro ejemplo
de por qué.
Creo que
cualquier lector de cualquier género puede llegar a disfrutar de una autora
como Victoria Álvarez y aunque la conozcáis por otras novelas, yo recomendaría
sin duda empezar por esta historia, porque además podemos ver pequeños guiños y
cameos en otras novelas de la autora de alguno de estos personajes (en ningún
momento están relacionadas las demás novelas con ésta, así que no tengáis miedo
de spoilers ni nada parecido si
empezáis por las novelas de publicación posterior), y hace muchísima ilusión
estar a la caza de esos detallitos.
¿Conocíais la primera novela
de esta autora?
¿Habéis leído alguna de sus
novelas?