sábado, 18 de enero de 2020

RESEÑA Los Hijos de los Magos Muertos


 
Autora: Isabel Clemente Burcio
Autopublicado, 2019
Tapa blanda / ebook, 408 págs.
Autoconclusivo
Género: Fantasía, Juvenil, Steampunk
En Akwaburgo, la ciudad industrial y comercial más importante del reino de Khonikash, un grupo de magos se rebelaron contra la corona, pero algo salió mal. Muchos acabaron muertos y sus hijos desaparecidos.
Quince años más tarde, lord Zeth Austen los busca en los suburbios de la ciudad para formarlos y reintentar la revolución. Elle, ladrona y espía de la mafia; su mejor amiga Lyan, una joven cortesana cuya virginidad está en subasta; Svet, un genio de la mecánica; Ekôn, un atractivo estibador; Ben, trabajador de una taberna; y Daren, el mejor tirador de la armería. A ellos se les une Zoraya, una esclava que resulta ser la princesa del reino de Phöisker.
Cuando comienzan a aparecer cadáveres de magos por toda la ciudad y lord Zeth Austen desaparece sin concluir la formación de los hijos de los magos asesinados, estos se verán envueltos en una trama de intrigas que pondrán en peligro sus vidas y el delicado equilibrio de la corrupta ciudad de Akwaburgo.


Reconozco que conocí a Isabel Clemente Burcio por pura casualidad: un día que me crucé con esta portada obra de Libertad Delgado (@LiberLibelula en Twitter), a la que sigo desde hace años porque me parece una ilustradora con un estilo muy propio y reconocible. Así que empecé a ver también las ilustraciones de todos los personajes principales que aparecen en la novela y la verdad es que siento debilidad por las autoras autopublicadas que llevan a cabo sus propias campañas de promoción de forma tan dedicada y efectiva, con material extra y pequeñas píldoras de hype, que me trago sin vaso de agua y con los ojos cerrados. Además, con este airecito steampunk que se desprende de los elementos visuales, ni siquiera tuve que leer la sinopsis para ver que se trataba de una historia de fantasía, aventura y muy juvenil en cuanto a las relaciones que me iba a encontrar.
El libro está estructurado en capítulos para cada punto de vista de todos los personajes, al menos de los protagonistas. Es una forma muy ágil de ir avanzando en la trama mientras vamos conociendo a los personajes de primera mano, y al haber tantos, es  más que comprensible que uno o varios de ellos nos interesen más que otros. En mi caso, a grandes rasgos me han gustado mucho todas y cada unas de las historias personales de los chicos y chicas que protagonizan esta aventura y realmente cualquiera de los narradores me ha mantenido pegada a las páginas para comprender su punto de vista. Con caracteres muy diferentes entre sí, tenemos a tres chicas con una fortaleza poco común, cada una a su manera: Elle, la guerrera y espía que solo parece tener sentimientos de lealtad y cariño hacia su mejor amiga, Lyan, una aprendiz de prstituta cuya virginidad se vende al mejor postor en el burdel en el que ambas se han criado. Por su parte, Zoraya es una princesa con poderes mágicos que llega de tierras lejanas y desconocidas a la que han esclavizado, que no conoce el idioma de los demás y que aun así intenta ayudarlos, pese a las barreras culturales.
En el lado de los chicos, Ben es el hijo de los taberneros, un muchacho grandote y amable que no entiende cómo su vida ha podido cambiar tanto solo por aceptar el trabajo temporal que el mago Zeth le ha ofrecido y al que sus padres le han animado. Al igual que Ekôn, un estibador picaflor, arrogante y creído al que solo le interesan ganar algo de dinero para pasar el día y las mujeres, aunque no tiene por qué ser en ese orden de prioridad. En cambio, Daren se une a la aventura por venganza, porque quiere pegarle un tiro con su puntería imbatible al hombre que le ha hecho la vida imposible desde niño. Por último, el pequeño del grupo, Svet, que ha sufrido explotación infantil en la fábrica en la que trabaja desde que tiene memoria y ve la propuesta del mago como una forma de huir de su precaria vida. En el fondo, gran parte de ese toque de adicción que mantiene el libro a lo largo de todos los capítulos se debe a que resultan ser unos puntos de partida muy interesantes que prometen tensiones y dilemas con los que se van a encontrar, y la novela cumple perfectamente con esas expectativas.
Todos ellos dan mucha vida a la historia con sus tramas personales y las relaciones que se establecen entre ellos, aunque como es normal, siempre queda alguno con un desarrollo más superficial que otros, como creo que ha sido el caso de Zoraya y Svet, por ejemplo. El resto de chicos y chicas quedan más o menos bien perfilados, se ve una evolución considerable en sus personalidades y sus historias tienen un punto inicial con conflictos que se van desarrollando hasta el final. Sin embargo, a mi parecer han quedado algunos flecos de los que se podría haber tirado un poco más para que sus tramas personales quedaran algo más completas, como el desenlace de Daren. Por todo ello, y a pesar de ser una novela autoconclusiva y bien cerrada, al terminar el último capítulo da la sensación de que la historia que hay en el trasfondo de sus tramas personales da para mucho más de lo que se deja entrever aquí, pese a que al mismo tiempo quedan bastante cerradas. De hecho, podría funcionar perfectamente como la primera aventura de una serie de libros con estos mismos personajes que acaban de descubrir quiénes son en realidad y seguir ahondando en los cimientos del pasado que dan título al libro y lo que les espera ahora en su nueva vida.
Por lo demás, la novela se encuadra en el género fantástico por motivos obvios (magos, poderes, animales legendarios…) pero a su vez tiene elementos de aventuras y de misterio: un reclutamiento de jóvenes quinceañeros con poderes, con un pasado en común y trágico, una revolución contra la tiranía, un entrenamiento en las artes mágicas, la desaparición de su mentor y la misión de rescate en la que se ven envueltos, mientras vemos enfrentamientos y batallas con mucha acción. Además, el libro guarda una estética steampunk muy atractiva en la que podemos apreciar una sociedad que atraviesa una especie de Revolución Industrial, con muchos paralelismos con la realidad, en la que existen fábricas que sobreexplotan a los trabajadores por un sueldo miserable en condiciones insalubres, rodeados de vapor y artilugios mecánicos, con armas de fuego en duelos mágicos, con dragones al lado de caballos de metal y, en general, con un ambiente de decadencia y miseria de muchos en medio del progreso técnico de unos pocos de arriba, lo que resulta ser una percepción muy realista y que supone un buen telón de fondo para la aventura de los protagonistas.
Sin embargo, el worldbuilding puede terminar siendo algo sencillo aunque se deja entrever que se corresponde con algo mucho más complejo (de ahí también mi sensación de que podría funcionar como inicio de saga). Esto, por el contrario, puede resultar su mejor punto a favor, ya que al final lo que tenemos es una novela muy juvenil de fantasía fácil de leer, con toques de romance muy sutiles, mensajes feministas positivos muy sanos y una aventura que engancha desde el primer momento. También ayuda bastante que Isabel Clemente Burcio tenga un tono tan desenfadado, muy típico de este tipo de libros y con una buena imaginación que sabe plasmar a través de unas descripciones del entorno muy vívidas. De todas formas, la narración acompañada muy bien al ritmo al que va avanzando todo, muy estable pero ágil, y el estilo de la autora ayuda a equilibrar esas descripciones del mundo que ha creado junto a diálogos muy intensos entre los protagonistas, así que el resultado es más que satisfactorio.
8/10
En otras palabras, ha sido un descubrimiento enorme tanto de novela como de autora, a la que no dudaría en volver a leer. El libro contiene muchos elementos de las novelas juveniles combinados de forma muy efectiva, mantiene el interés desde que se comienza el primer capítulo y nos presenta a bastantes personajes con historias individuales a la altura de la trama en general. Sus desarrollos personales están algo descompensados en comparación unos con otros pero en el conjunto queda muy bien disimulado y al final, ni siquiera importa. Tengo que reconocer que me he quedado con ganas de mucho más, pero en el buen sentido, ya que la novela en sí tiene todo lo que puedo pedirle a un libro de estas características. No tengo ninguna duda de que será una buena recomendación para quien disfrute de este género o quiera comenzar a iniciarse en él.

*Para terminar, tengo que agradecer muchísimo a Isabel Clemente Burcio que me haya confiado su historia con tanto cariño y detalle.






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