Autora: Susan E. Hinton
Título Original:
Rumble Fish
Editorial: Loqueleo
(Grupo Santillana), 2017 (1ª Ed. Original, 1968)
Traducción: Javier
Lacruz
Rústica con
solapas, 112 págs
Autoconclusivo
Género: Juvenil,
Drama.
Sobrevivir en los suburbios de una gran ciudad exige
respetar las duras leyes de la calle.
Rusty James ha conseguido salir adelante pero ha
pagado un precio muy alto. Las pequeñas escaramuzas que pronto se convirtieron
en asuntos graves, las drogas, las amenazas a la vuelta de cada esquina, el
brillo del acero y el olor de la sangre, los reformatorios, también las fiestas
salvajes y las chicas. Y en el fondo de todo la muerte de un buen amigo que
marcó su vida para siempre.
Esta novela ya
es la segunda que tengo el placer de leer de Susan E. Hinton, escrita unos años más
tarde que su obra más famosa, “Rebeldes”, que también tenéis reseñada por aquí.
Aunque tenía mucho miedo de estar continuamente comparándolas y de que esta
saliera perdiendo, ha sido todo lo contrario. Si bien tienen ciertos puntos en
común, las tramas no tienen nada que ver pero el estilo sigue siendo tan
absorbente para mí que me ha durado apenas dos días con sus noches. Sigo
pensando que esta autora tiene un toque muy personal que le permite
expresar muchísimos sentimientos en muy pocas palabras y he terminado
idealizando también esta novela.
La historia
comienza en un punto del futuro no muy lejano cuando el protagonista, Rusty
James, se encuentra con un antiguo colega de su época de pandillero, Steve. A
partir de una breve conversación, el chico comienza a rememorar los
acontecimientos que tuvieron lugar unos años antes en su conflictivo barrio. Alrededor
de su historia, la figura casi omnipresente del Chico de la Moto, que aunque en
gran parte de la novela esté ausente, aparece como una especie de modelo a
seguir porque Rusty James no puede ocultar la admiración que siente hacia él. Y
lo entiendo perfectamente porque este personaje es uno de los más misteriosos o
místicos que me he encontrado últimamente.
El resto de la
trama transcurre con el día a día de Rusty James, que tiene un carácter de tipo
duro y a la vez tierno, dependiendo de la situación en la que se encuentre.
Carga con el abandono de su madre cuando era muy pequeño, con la
responsabilidad de madurar por su cuenta dado que su padre se pasa el día
bebiendo o en el bar, y además debe lidiar con las largas ausencias de su
hermano mayor, que desaparece durante semanas sin decir a dónde va, ni siquiera
si va a volver. En este aspecto es una novela cruda pero sin un tono dramático,
más bien con el toque de simple y llana realidad, porque Rusty James relata su
historia sin “quejarse” de ella, por así decirlo.
Por lo demás,
todos los personajes que aparecen aparte de Rusty James y quizás, el Chico de
la Moto, se muestran más difusos porque son meros secundarios sin mucha
importancia, nada más que para interactuar un poco con el protagonista. Lo comento no
como algo negativo, si no porque de verdad la historia queda muy completa con
los dos personajes perfectamente definidos. Y prueba de ello es que Rusty James
evoluciona, crece y madura en unas pocas páginas que tiene la novela y sólo
somos conscientes cuando el primer capítulo y el último actúan como marco de
esa evolución. Así que resulta ser un narrador perfecto, un personaje con una
profundidad muy sutil y con la personalidad tan marcada que basta que se
exprese en palabras para saber lo que está sintiendo.
Si acaso
comentar que el final me ha parecido bastante precipitado, en el sentido de que
me ha sabido a poco la moraleja de la historia porque prácticamente la tenemos
que deducir ya que ese capítulo que parece un epílogo es demasiado corto. Es
verdad que la novela es demasiado corta para que el final fuera más elaborado
que la propia historia, pero aún así, la escena final apenas dura unos pocos
párrafos y nos cuesta saber incluso qué ha pasado realmente. Aún así, se deduce
y en conjunto queda bien con el tono de toda la novela.
En definitiva,
otra pequeña joyita que añado a mi cajón de clásicos inolvidables, de estos que
aunque se lean y relean una y otra vez nunca pasan de moda y pueden gustar a un
rango de lectores muy amplio por edades. Desde luego, esta novela es
recomendable para los lectores de historias juveniles pero también se hace
amena para quien no está acostumbrado al género. La sencillez y el ritmo hacen
que sin que nos demos cuenta pasen muchas cosas en apenas el centenar de
páginas que tiene, así que me parece ideal incluso para intercalar con lecturas
más densas o simplemente por el gusto de pasar una tarde enganchad@ a una
novela corta de trama rápida.
Otras cosillas sobre la novela
Como ya hizo con
su predecesora “Rebeldes” (1983), de nuevo Francis Ford Coppola llevó al cine
esta novela en 1984, que en el original se titula “Rumble Fish”, con una
característica que me parece todo un homenaje a uno de los personajes de la
historia: está rodada en blanco y negro a pesar de ser ochentera. He
tenido ocasión de verla estos días por curiosidad, y puedo decir que es una
adaptación magnífica que respeta la esencia de la novela y que retrata muy bien
a los dos personajes principales.
Como digo, no es
la única novela de Susan E. Hinton que ha sido llevada a la gran pantalla y la
verdad es que no me extraña porque sus novelas son historia muy visuales
dinámicas.
*Para terminar,
de nuevo tengo que agradecer a Loqueleo (Grupo Santillana) por añadir otra
novela más a mi lista de buenas lecturas de este año enviándome un ejemplar.
¿Conocíais esta novela o a su
autora?
¿Os gustan las historias clásicas
juveniles?