RESEÑA El Acecho de las Sombras

Autora: Deborah Heredia

Editorial: Babidi-Bú, 2017

Rústica con solapas / Ebook, 298 págs.

El Recodo de las Hadas #2

Género: Middle Grade, Juvenil, Aventura, Fantasía

Nos persiguen.

No sé quiénes son ni qué quieren de nosotros.

Nos acechan.

Caminamos entre senderos desconocidos que nos llevan a insólitos lugares.

Nos rastrean.

Y estoy bastante seguro de que es culpa mía.

Las Cordilleras Alisias, el Bosque Sumergido o el Pozo Invertido componían cuentos infantiles que ahora se han vuelto realidad.

Una Rastreadora y uno de los portadores de las Armas Catalizadoras me acompañan en mi viaje hacia el Recodo de las Hadas. Pero ¿cómo se supone que voy a llegar hasta allí sin Banuk?

Comienzo avisando por si no habéis leído la ficha técnica: El acecho de las sombras es una segunda parte, así que convendría que al menos os paséis por la reseña de la primera parte, El despertar de la magia, que tenéis por aquí. Así pues, al no ser la primera vez que leía a esta autora, ya sabía más o menos qué me iba a encontrar en esta continuación de la historia y además aproveché que la propia autora organizaba durante un mes una lectura conjunta para poder disfrutar junto a otr@ lecto@s comentando con el hashtag #LaDragonaYElRecodo en redes sociales, principalmente por Twitter, en mi caso. Ha pasado más de un año desde que comencé esta historia, pero como la trama continúa justo en el momento en que termina la primera parte, me ha sido relativamente fácil retomar la lectura. Al principio creí que me iba a resultar más complicado porque no me acordaba de detalles, pero ha resultado muy cómodo ir acordándome de todo porque se van mencionando poco a poco los últimos acontecimientos a medida que avanza esta parte.

Así, Sara y David comienzan su viaje hacia el mítico Recodo de las hadas, al que han sido invitados, pero en el camino se ven perseguidos y vigilados por las temidas sombras. Como magos que son, les acompañan sus fieles gatos, de los que de alguna manera canalizan la magia porque son animales con gran sensibilidad para ello. En cambio, han perdido la compañía de Eiki y Chimi, las hadas que fueron de alguna manera las mentoras cuando descubrieron su condición de magos, que en general aparecen poco. Por el contrario, conocemos a dos nuevas amigas aladas que hacen su aparición cuando el grupo de protagonistas aumenta con Bruno y Clarisse, que también tienen sus propios gatos. Creo que es mucho mejor conocerlos a cada uno de ellos según se va leyendo porque, sinceramente, son tan variados en personalidades que estoy segura de que cada lector tendrá su propio favorito y no tiene mucho sentido que comience a describirlos. Cada uno de los personajes tiene un objetivo en la trama y diferentes motivos para llevarlo a cabo y aunque las hadas, como digo, aparezcan poco en toda la novela, como compensación tenemos mucha más acción y poderes mágicos si comparamos con el primera parte.

Escrita en tercera persona, con continuos diálogos y apenas párrafos descriptivos el ritmo de la novela es perfecto para leerla en unos pocos días. Además, pese a que no tiene muchas descripciones lo que se dice densas, de alguna manera la autora se las ingenia muy bien para meternos de lleno en las tierras mágicas de Kaipee. La forma que tiene de retratar la naturaleza y las criaturas fantásticas que aparecen en la novela es verdaderamente inmersiva. Es una de las cosas que más me gustan de esta trilogía, porque al igual que en El Despertar de la Magia teníamos unos paisajes visuales del pueblito Jonca, en esta nueva aventura podemos quedar más que satisfechos con el mundo mágico que crea, porque no es del todo imaginario. De hecho, las tierras de Kaipee coexisten con nuestro mundo y sólo hay que saber llegar y para ello van a tener que encontrar aliados y saber diferenciar en quién pueden confiar y quién los traicionará en cuanto se conozca su verdadera condición.

Además, aquí conocemos un poco más acerca de la política o la cultura de ese mundo mágico, y asistimos a los tejemanejes de los que mandan en el Concilio Mágico, una especie de gobierno en Kaipee. Asimismo, aprendemos muchas más cosas acerca de algunos objetos legendarios, de las antiguas historias de la magia y cómo no, de los tipos de magia que puede existir (activa y pasiva) y las ventajas y debilidades que puede tener cada una, que además influye bastante en cómo afrontan su uso los jóvenes magos. En conjunto, se nota una mejora en la construcción del mundo y también respecto al tono de la narración porque si bien la primera la aprecié más infantil, en este caso me ha parecido que las relaciones que se van forjando entre los personajes protagonistas, los peligros a los que se enfrentan, las habilidades que van demostrando y las amenazas que se van formando a su alrededor, muestran que estamos ya ante una historia más juvenil que middle grade pese a seguir conservando esa esencia.

Al terminar, todo se queda mucho más en el aire que la primera parte, que simplemente habría múltiples posibilidades para continuar la historia. Ahora, con la inclusión de un nuevo personaje misterioso pero con muchísimo potencial (y que para mi gusto apenas aparece aunque me ha ganado sólo con las pocas intervenciones que tiene en la novela), parece que de cara a la tercera parte, el final de esta trilogía va a ir in crescendo, porque ahora tenemos un verdadero motor de la historia, con unos villanos y unas motivaciones muy claras que Bruno, Sara, Clarisse y David tendrán que evitar. En este sentido, todo un acierto por parte de la autora de haber incluido a los imugi y los yong en la trama porque siempre me han gustado mucho ese tipo de criaturas, que si bien no son del todo inventadas por la autora, me encanta el nuevo toque original que les ha dado.

En cuanto a Deborah Heredia, hay que destacar que escribe con mucho mimo. Pese a ser una novela dirigida a jóvenes lectores, a veces el lenguaje que utiliza es más complejo del que sería esperable para una novela de estas características. Además, la edición interior está muy cuidada no sólo por la maquetación, sino porque incluye ilustraciones monísimas de los personajes, obra de artista Ramón Bachs. Sin embargo, si hay algo que he echado en falta es un mapa. Sé que soy muy repetitiva con el tema, pero es que cuando se trata de mundos mágicos e inventados, creo que aporta muchísimo a la historia el poder situar todos los lugares que se mencionan o en los que se encuentran los personajes a lo largo de un viaje épico por toda la geografía fantástica. Al ser una historia tan sencillita no ha sido imprescindible, pero sí que me hubiera gustado al igual que he podido ponerles cara a Sara, Bruno y compañía.

Resumiendo, si queréis aventuras, magia y personajes entrañables, esto es lo que nos da El recodo de las hadas en esta segunda parte. Esta novela está llena de valores como la amistad, la lealtad y la confianza, y además tenemos aventuras, acción y magia por todas partes, por lo que es un poco difícil que en algún momento nos aburramos. Todo es un no parar en el viaje de estos jóvenes magos, así que además la novela se lee en un suspiro tengáis la edad que tengáis porque se disfruta sólo con leerla ya que no pretende nada más que entretener al lector, llenando las páginas de magia, hadas y unos gatitos muy especiales.

*Para terminar, muchísimas gracias a Deborah Herediah por haber pensado en mí y haberme enviado un ejemplar con tanto cariño e ilusión como demuestra en la dedicatoria.

Otras novelas de la autora reseñadas en el blog

¿Conocíais a esta autora?

¿Os gustaría conocer esta historia?