Autora:
Amy Harmon
Título Original: From Sand and Ash
Editorial:
Principal de los Libros, 2018
Traducción:
Cristina Ducrós
Rústica
con solapas / ebook, 400 págs.
Autoconclusivo
Género:
Romántica, Histórica, Drama
Una novela poderosa llena de amor, dolor y esperanza.
Italia, 1943. Alemania ha ocupado la mayor parte del
país y la población judía corre un grave peligro. Eva Rosselli y Angelo Bianco
se criaron como si fueran de la misma familia y el amor no tardó en llegar,
pero las circunstancias y la religión los separaron: a pesar de sus
sentimientos por Eva, Angelo decidió hacerse sacerdote.
Ahora Eva es una mujer perseguida por la Gestapo y
Angelo la esconde en un convento. Allí, mientras esperan a que llegue la ayuda
que les salvará la vida, Eva y Angelo sobreviven a un peligro tras otro hasta
enfrentarse a la elección más dura de todas…
Después de haber probado con La Ley del Corazón, tenía claro que Amy
Harmon era una autora a la que iba a seguir de cerca. No ha pasado mucho tiempo
desde que la conocí y ya he podido volver a disfrutar de su maravillosa prosa.
Escribe con una pasión y un sentimiento que traspasa el papel y con sólo unos
pocos capítulos, independientemente de la trama, que sabía que sería dura de
por sí, iba preparándome para una de las mejores lecturas de este año, de estas
que no has terminado de leer aún pero ya sabes que en algún momento querrás
volver a pasar por esas mismas páginas. Eso me ha pasado a mí con esta novela,
no sé en qué momento, pero como los hechos que narran jamás dejarán de tener importancia y
simplemente es ficcionar una historia como pudieron ser miles en la realidad,
seguro que volveré a leerla y volverá a emocionarme como lo ha hecho la primera
vez.
Debería dejar claro que aunque se
encuadre en el sello romántico de la editorial y aunque contenga una historia
de amor entre tanta tragedia bélica, en realidad no es un libro romántico,
aunque sí que tenga sus escenas románticas. La pareja principal tiene una
construcción en base a las circunstancias que les ha dado Amy Harmon: Eva
Roselli, una violinista italiana de familia judía y Angelo Bianco, un seminarista
católico estadounidense acogido en Italia por los Roselli. Como nunca entenderé
la vocación de ser cura o monja (en el caso de la Iglesia Católica, de
dedicarse por entero a cualquier religión en general) he conectado ligeramente
más con Eva, que además es la que sufre la persecución antisemita y quien
realmente inspira compasión al leer porque aunque su historia se desarrolle en
los años 40, su personalidad tiene un toque muy actual: es rebelde, curiosa, le
gusta la música, planea ir a la universidad, le gusta su mejor amigo y tiene un
lado sarcástico que le ayuda a estar a la defensiva. Por el contrario, Angelo
es más pasivo, un chico muy tranquilote y buena persona que es feliz con lo
poco que tiene, un tipo familiar que disfruta ayudando al prójimo. Un poco sin
chispa para mi gusto pero la horma perfecta para Eva y su relación es pausada
de una manera casi exasperante porque no avanzan (lógico, porque él es cura, no
pueden avanzar pero ahí están los sentimientos de toda su juventud).
También me han encantado los
fragmentos dispersos del diario de Eva entre capítulo y capítulo, como otra
forma de llegar a entender cómo se siente cuando todo a su alrededor no tiene
ningún sentido. Más adelante también hay fragmentos escritos por Angelo que
consiguen aportar realismo a ambos, como si de verdad hubieran existido
personas como ellos y hubieran dejado constancia escrita. De hecho, a pesar de
que ellos son personajes inventados, muchos de los secundarios que aparecen a
lo largo de la novela fueron reales, bien porque son personajes históricos
famosos (como Hitler, Himmler y altos cargos del ejerció alemán o de la policía
italiana) o bien porque fueron figuras importantes en la resistencia antinazi,
como algunos rabinos judíos o sacerdotes que hicieron la vida de los
perseguidos algo más llevadera en ese infierno. La propia autora reconoce que
su documentación ha sido exhaustiva para ser fiel a los ataques, bombardeos o
matanzas masivas que tuvieron lugar durante la guerra, así que pese a que he
visto y leído bastante acerca del tema, no dejo de asombrarme de lo poco que en
realidad sabemos sobre lo que ocurrió en esos años.
Por otra parte, uno de los aspectos
que más me han gustado es que el libro comienza unos años antes de que empiecen
las barbaridades que todos conocemos perpetradas por Hitler y sus seguidores.
Así podemos ir viendo cómo paulatinamente se fueron creando leyes absurdas que
al principio ni siquiera los propios ciudadanos se tomaron en serio aunque poco
a poco iban aumentando en absurdidez pero también en seriedad y cuando
quisieron reaccionar, ya era tarde. Hay muchas historias centradas en los
campos de concentración, tod@s hemos oído hablar de las atrocidades del
holocausto y nos horroriza saber que existieron las cámaras de gas, pero la sensación
de angustia e impotencia a medida que iba leyendo no la había sentido con
ningún otro libro, porque normalmente se empieza ya en lo que más impacta: el
exterminio de los judíos en sí mismo. Sin embargo, mucho antes de llegar a ese
extremo, la realidad es que fue progresivo sin que el mundo hiciera nada porque
el mundo ni se creía lo que estaba pasando. En esta novela se pueden ver muchos
de esos cómplices silenciosos que se limitaron a mirar porque para que los
nazis hicieran lo que hicieron, también fue necesario que nadie hiciera lo que se
debería haber hecho, como por ejemplo, terceros países o el Vaticano.
Precisamente, el peso de la religión
en La frágil belleza del cristal es
palpable y además de ser un tema que me apasiona particularmente (en general,
cualquier religión o mitología actual o pasada me parece como mínimo
interesante) en este caso es una parte vital para ambos protagonistas. Para
empezar, Angelo es cura y desde niño siempre ha sentido la llamada de Dios a su
servicio, mientras que por su parte, Eva, al ser judía pero no practicante, no
entiende cómo Angelo puede renunciar a todo, incluida ella, en favor de su
vocación. Y aún así, también es obligada a que su vida (literalmente) dependa
de la religión a la que ha nacido ligada o a fingir que profesa otra religión,
la católica, para poder pasar desapercibida ante los fascistas alemanes. En
definitiva, muchas de las páginas del libro están dedicadas a ese ambiente
religioso y oscila continuamente en ese eje mostrándonos costumbres y puntos de
vista de ambas creencias. En mi desconocimiento de la cultura judía, he
aprendido muchísimas dogmas, ritos o simbología, al menos de la época en
que está ambientada.
Además, la autora se ha documentado
de tal forma que no parece una novela histórica cuando evidentemente lo es,
pero es tan sutil que apenas nos damos cuenta de la cantidad de datos
históricos que vamos absorbiendo. Si a eso le sumamos que su prosa está
magníficamente elaborada, intercalando diálogos inteligentes con descripciones
preciosas tanto de entornos como de sentimientos y pensamientos, y que tiene
una habilidad para que nada resulte tedioso ni excesivamente morboso pese a
estar narrando hechos horribles, el resultado es una fluidez que logra
emocionarnos con ese equilibrio entre el miedo y la esperanza, porque aunque en
una página estemos llorando de la rabia en la siguiente las lágrimas son de
alegría. Para mí ha sido verdaderamente difícil tragar el nudo en la garganta
en varias escenas y a la vez, contenerme de la emoción que me ha provocado el
final: perfecto.
En resumen, una novela
imprescindible para amantes de la época histórica en la que se centra pero
también para los que sin haber leído mucho sobre el tema, sentís curiosidad por
acercaros a los horrores que existieron en la realidad y que no nos quedan tan
lejos. Ha sido una lectura tremenda en algunos aspectos y muy reflexiva en
otros, pero sobre todo ha conseguido que Amy Harmon me gane por completo como
fan, porque escribe con mucho respeto hacia un mensaje que en definitiva viene
a decir que los derechos humanos están por encima de cualquier diferencia que
pueda haber entre las personas. En mi memoria quedará una historia preciosa,
conmovedora, cruda y esperanzadora, una historia de supervivencia, de lazos de
amor, amistad y familia, una historia que al fin y al cabo, podría haber
sucedido factiblemente en la realidad.
*Por último, muchísimas gracias a
Principal de los Libros por haberme enviado un ejemplar con el que he podido
emocionarme tanto con esta bonita historia.
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