sábado, 9 de julio de 2022

RESEÑA El Príncipe de los Dioses

 


Autora: Nira Strauss

Editorial: Ediciones Freya, 2022
Corrección: Lucía Gutiérrez Sobrado
Rústica con solapas /Ebook, 626 págs.
Autoconclusiva

Género: Fantasía, Aventura, Romance, Urban Fantasy Young Adult

Cuando Nailah Bek regresa a El Cairo después de cuatro años de universidad, lo hace con la intención de empezar una nueva vida en su amado y añorado Egipto. Pero Kontar, su padre fanático y devoto de la mitología, no le pone las cosas fáciles al pedirle que ayude a un joven llamado Geb, que aparece de la nada, a salvar a la humanidad de los malévolos planes de unos dioses con demasiado tiempo libre. Nailah, cansada de la demencial vida que Kontar se empeña en imponerle, no está dispuesta a hacerle caso e ignora su petición. No obstante, su opinión cambia de forma radical al descubrir que su padre no estaba tan loco como ella creía y que, después de todo, Geb sí que es el venerado Príncipe de los Dioses, al que, como su sacerdotisa, se ve obligada a acompañar.

Nira Strauss se está convirtiendo en una de esas autoras que comienzo a leer como de casualidad, por pura curiosidad por conocer nuevas plumas del panorama nacional y me acabo enamorando sin remedio de todo lo que escriban. Quizás sea por el encanto de la propia autora que traspasa pantallas y plasma en las páginas de sus novelas y quizás simplemente sea yo, que cuando siento crush por mis nuevos descubrimientos literarios me obsesiono de manera sana y comienzo a recomendar sus novelas a diestro y siniestro. Creía que con Ragvala ya había alcanzado el top de una de las mejores novelas que leí en su año pero con esta debo reconocer que también se ha superado a sí misma. Nada que ver con ese otro universo de atlantes machotes y chicas raptadas en ciudades submarinas, aquí lo que tenemos caminando entre nosotros son dioses egipcios súper majos con un toque inocentón que me ha encantado. Pero vamos a ver si estructuramos algo esta opinión antes de que me emocione más y me vaya por las ramas, eso sí, libre por completo de spoilers sobre la trama.

Después de leer Ragvala (Munyx Editorial) supe sin ninguna duda que esta autora era de las mías y yo, su tipo de lectora, así que he vuelto a terminar una nueva novela de Nira Strauss con la sensación cada vez más afianzada de que no importa lo que caiga en mis manos de ella: voy a querer leerlo con toda la ilusión y voy a disfrutarlo como si fuera la primera vez que la leo. Si en Ragvala nos sumergía en la Atlántida y en La Caja de Pandora nos adentraba en bosques de leyendas nórdicas con brujas y cambiaformas, aquí nos compra un pasaje directo a El Cairo actual pero con aroma a Antiguo Egipto, con dioses de por medio y una chica que huye de todo lo que tenga que ver con las viejas tradiciones de su civilización y, más concretamente, de su familia. Antes de comentar nada más, debo decir que Nailah es una protagonista genialísima que me ha hecho reír un montón. La pobre chica ha intentado alejarse de la rarita de su familia que siguen siendo todos unos seguidores de las viejas tradiciones y los antiguos dioses de Egipto. Y, bueno, ya os adelanto que no lo consigue o no habría historia. Gracias a eso, conocemos a Geb, un chico muy dulce y achuchable pese a lo amenazadora que pueda sonar la palabra "dios" que, aunque a veces saque de quicio a Nailah con su inocencia sobre el mundo moderno, como claramente es un cinnamon roll, pues la chica no es piedra de pirámide, claro.

Nira Strauss escribe con un estilo naíf y a la vez picante que hace que cada encuentro entre sus dos protagonistas sea puro fuego lento con un efecto relajante, de esos que me dejan embobada mirando las llamas que van consumiendo todo (entre otras cosas, mis ratos libres sin que me diera cuenta) y a la vez me dejan calentito el corazón, así que cada diálogo entre Nailah y Geb ha sido una competición de tiras y aflojas entre la chica que no quiere saber nada de dioses antiguos y, ejem, un dios antiguo. Las risas están garantizadas porque son seña de identidad de esta autora, impregnando cada párrafo de cultura actual y también tradicional, con toques irónicos y mucho humor. Si tuviera que encajar la novela, supongo que sería una especie de urban fantasy romántico pero que tiene más en común con cualquiera de las novelas de Rick Riordan de lo que aparenta a simple vista, si este se dedicara a la fantasía romántica new adult, aunque regalando las mismas altas dosis de aventura, de sarcasmo y de pasión por la mitología.

Por la forma en la que está narrada y estructurada, es una novela tan amena que a pesar de la extensión con la que cuenta, se me ha hecho corta. Como siempre, esta sensación es una cuestión de perspectiva puesto que he tardado más de lo que me hubiera gustado en leer una historia tan adictiva como esta, pero a pesar de no poder pillar el libro en que cada momento libre que tenía, me metía en la lectura con una facilidad alucinante pese a que pasaran varios días sin poder leerla. Y esto, hay que reconocerlo, es mérito de la autora por su habilidad para enganchar o ir enlazando los diferentes pasajes o tramos de tensión en la novela. El estilo de Nira Strauss es completamente distendido, pensado para entretener y provocar ganas de leer, con muchísimos diálogos y situaciones cómicas o divertidas, mientras va creando personajes encantadores llenos de carisma y con una personalidad tan intensa que nos encandilan desde la primera escena en la que aparecen.

Por otra parte, la autora cuida los detalles con mucho ojo a golpe de documentación, desarrolla en profundidad muchas de las facetas de los personajes principales, los construye de forma tridimensional, dándoles un contexto con historia personal y circunstancias familiares concretas y bien pensadas para lograr que los queramos sin que nos enteremos del cariño que les estamos cogiendo. Esto a su vez hace que nos interesemos por ellos y que disfrutemos con sus movidas. Porque si algo le gusta a esta autora es meter a sus protas femeninas en muchas movidas, dotar a sus protas masculinos con personalidades arrolladoras y, en definitiva, salsear todo lo posible con dos personajes opuestos, como motor principal de la trama. Se nota que Nira Strauss disfruta salseando y lo transmite a las mil maravillas al papel, así que es un poquito difícil no dejarse llevar por ese buenrollismo que impregna cada página de sus libros.

9/10

Resumiendo un poco lo anterior, este libro es puro entretenimiento, literatura de aventuras con intención de que disfrutemos de las páginas de humor que nos proporcionan Nailah y Geb, con el objetivo de que nos alejemos de nuestra realidad sin abandonarla del todo, metiéndonos en una historia de fantasía que estoy segura de que os proporcionará emociones muy reales. Como todo lo que escriba Nira Strauss, este libro pasa a ser una de mis recomendaciones porque lo que me he encontrado en sus páginas es exactamente lo que esperaba encontrarme: mucha aventura, personajes majísimos, romance muy cuqui y mucha mucha magia y fantasía por todas partes, que para más deleite, se recrea en la mitología de una de mis culturas favoritas. Así que si ha sido todo un acierto para mí, estoy segura de que lo será para cualquier lector con mis mismas preferencias.

*Por último, muchísimas gracias a Ediciones Freya por el envío del ejemplar con el que haber podido disfrutar tanto con esta historia.




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