RESEÑA La Mensajera de Elphame

Autores: Jane Hormuth

Editorial: Phoebe Romántica (Ed. Pàmies), 2017

Tapa blanda con solapas / ebook, 298 págs.

Autoconclusivo

Género: Histórica, Romántica, Magia.

Escocia, siglo xv.

Ante la imposibilidad de concebir hijos con su esposa Meribeth, Alistair Mcleod, jefe de su clan, encarga a un grupo de guerreros, con su sobrino Daimh al frente, la misión de viajar a la isla de Skye para solicitar la ayuda de la famosa hechicera que vive allí.

Aila nunca ha salido de la isla de Skye; la llaman bruja, hechicera, mensajera de Elphame… Posee el don de la adivinación y puede hablar con los espíritus, como con el de su abuela y mentora, Nimue, que le profetiza su destino: «Tu futuro esposo vendrá a buscarte y te llevará lejos de aquí».

Cuando los guerreros Mcleod llegan a la isla, no encuentran más que resistencia en la joven hechicera para dejar Skye y acompañarlos.

Pero Aila tendrá una visión en presencia de Daimh que cambiará las cosas y que hará que los destinos del guerrero y la mensajera de Elphame se entrelacen de forma mágica. Una visión que aúna el pasado de Daimh, el presente de Aila y… ¿un futuro juntos?

Esta historia ha llegado a mis manos queriendo leerla pero sin esperarme poder leerla tan pronto y no sólo eso, sino que ha supuesto una sorpresa en todos los sentidos. Soy muy aficionada al romance histórico (junto con el chick-lit y paranormal, es de los géneros que más disfruto dentro de la romántica) pero siempre cojo la parte del romance con pinzas porque tengo muy en cuenta los temidos “clichés” que muchas veces se repiten en las novelas del estilo. Nada más ver esta sugerente portada supe que me atraía poderosamente, porque me encantan Escocia, las Highlands y el siglo en el que se desarrolla. Además, esta cubierta, después de haber leído la novela, me parece de lo más acorde con el contenido de la historia.

Se puede decir que la sinopsis de la contraportada es la premisa de las primeras páginas, un par de capítulos más o menos en los que enseguida la trama de verdad se pone en marcha y el ritmo va fluidoa medida que se va acelerando. Hay una primera parte muy amena, sobre todo en el primer tercio que nos sirve para conocer muy bien tanto a Aila como Daimh, y además encariñarnos de los demás amigos del grupito de guerreros, porque todos tienen un encanto especial a su manera: el gracioso Clarion, el sensato Archie y el borde Irvyng, que acompañan a su líder en la misión de llevar a Aila hasta su clan. En esta primera parte, además de servir como presentación de los personajes, también es muy buena introducción al contexto histórico, un momento en el que el cristianismo se está expandiendo irremisiblemente pero que en un lugar tan agreste como las Tierras Altas de Escocia, con clanes y poblados desperdigados entre montañas y bosques, aún subsiste la antigua sabiduría de las sabias mujeres conocedoras de las hierbas, las enfermedades o las ciencias arcaicas.

Sin embargo, esta novela no sólo incluye ese contexto histórico sino que lo mezcla con elementos de magia muy sutiles que la hacen estar casi más cerca del género de fantasía épica que del romance histórico, pero que reúne un poco de todos construyendo una historia muy original, con toques de humor y escenas muy distendidas. Sinceramente, no me esperaba este tono tan sencillo en una novela de estas características y por eso creo que la sorpresa ha sido mayor porque tiene un punto adictivo por cómo está narrada, entremezclando los puntos de vista y los pensamientos de ambos personajes principales. No digo que haya divisiones en el propio texto sino que en la propia narración se alternan en tercera persona lo que cada personaje está pensando o sintiendo y eso me ha ayudado muchísimo a conectar con los dos en todo momento.

Me atrevo a decir que la absoluta protagonista de la historia es también quien da título a la novela porque un punto muy a favor de “La mensajera de Elphame” es que cuenta con una protagonista femenina muy potente en muchos aspectos. El primero de ellos es la originalidad del personaje: una jovencita con poderes provenientes de la naturaleza y los espíritus protectores, que se ha criado asilvestrada en una cabaña en el bosque con su abuela, quien la ha educado completamente fuera de los usos sociales de la región, pero que cuenta con el respeto y la protección de los clanes de la zona. Al morir su abuela y llegar los highlanders del clan Mcleod, la discrepancia entre sus creencias y sus costumbres choca frontalmente con la de los guerreros, muy machos y pagados de su fortaleza como hombres. Este contraste aporta a la novela una chispa muy feminista que me ha encantado, porque hay muchas formas de llevar historias como estas pero muy pocas apuestan romper moldes como lo hace esta autora.

En Aila coinciden características que la convierte en un personaje único porque combina la inocencia de su edad y de sus circunstancias al haber sido criada al margen de la sociedad y sus costumbres, y por otro lado, la sabiduría que le ha aportado crecer con la mente abierta a multitud de ciencias, con tolerancia a muchas formas de pensamiento y con un carácter salvaje que no le impide hacerse escuchar con la voz de la razón y la lógica. En serio, una chica adorable y que se hace adorar por su encanto especial y este rasgo se refleja continuamente en la novela. Por su parte, Daimh me ha parecido un personaje correcto y adecuado en su papel pero sin nada más que lo haga destacar, ni su personalidad ni su pasado, un poco típico en estas historias spoiler→(heredero de un clan que debe huir porque su nombre ha quedado mancillado y no es digno de dirigir a nadie)←fin de spoiler. O quizás sea simplemente que la alargada sombra de Aila lo oculta casi por completo.

Respecto al romance en sí es justo el estilo de relación de la que más disfruto yo, pausada, lenta, con tiras y aflojas pero sin llegar a cansar con esa dinámica. Es más, aquí la que parece llevar la voz cantante es ella, cosa que me encanta casi siempre, porque ella está completamente segura de su futuro juntos y él no quiere ni oír hablar del tema, lo que también le da un tono irónico a las situaciones que se dan entre los dos (o con otros personajes) cuando se ponen a discutir sobre ello. Sin embargo, el único aspecto negativo que he podido ver ha sido hacia el final, cuando Daimh spoiler→empieza a tener varias actitudes de esposo posesivo y celoso, además de mandón←fin de spoiler, con alguna perla que no ha sido del todo de mi agrado, pero que he decidido pasar por alto al achacarlo tanto a las costumbres de la época como del lugar, es decir, sin sacarlo de contexto. Y para ser justos, Aila se lo toma más como algo gracioso o de lo que reírse y la mayoría de las veces, tiene más genio que cualquiera de los presentes, así que como digo, al final no ha resultado ningún problema.

En cuanto al resto de los personajes, por supuesto, los más destacables son los tres compañeros de viaje y amigos de Aila y Daimh, pero hay muchos otros y muy interesantes. El elenco es de lo más variado, incluso personajes que al principio pueden pasar más desapercibidos como los señores del clan Mcleod, Alistair y su mujer Meribeth, resultan ser una pareja con sus luces y sus sombras, teniendo en cuenta que son la causa por la cual Aila debe viajar al castillo y actuar como una especie de consejera matrimonial, psicóloga aficionada y enfermera de males desconocidos en la época. También la joven Lynnet pasa de ser una simple mencionada en la primera etapa del viaje a ser un personaje clave en las intrigas que se van forjando en el castillo.

El estilo de la autora me ha encantado, ya no sólo por la contrucción tan completa de los personajes gracias a su historia personal y a su personalidad, si no que tiene una manera muy bonita de relatar a medio camino entre el diálogo y el texto, poniendo voz a casi todos los personajes que intervienen sin perder ese narrador en tercera persona. Además, el lenguaje sencillo y las estructuras simples que utiliza incluso para una sociedad con tantas formalidades resultan de los más agradables. Por si fuera poco, la autora se atreve además a cuestiones temas como la religión cristiana y todos los tabúes que ha generado desde siempre, no sólo en esa epoca. Incluso para que el ambiente escocés nos envuelva por completo, no duda en utilizar vocabulario del gaélico, aunque para entender su significado, hay un glosario en las últimas páginas con la explicación de cada palabra. La única pega que le pongo es que yo soy de las que suele leer el glosario por curiosidad y sin esperármelo, me comí un spoiler enorme en una de las palabras (que además vi innecesario a modo de aclaración). Así que cuidado si hacéis como yo.

Sólo me queda reiterar la sorpresa que ha supuesto para mí que esta novela me haya terminado gustando tanto. Me ha sorprendido en todos los sentidos: a nivel de trama, de personajes y el tono feminista que mantiene durante todas sus páginas. Un cambio de aires muy bueno y necesario para el género romántico e histórico que me recuerda a novelas como Outlander, con elementos mágicos y de fantasía sin perder en ningún momento el trasfondo histórico que merece el contexto.

Para ir terminando, en apenas unos días he podido leer una de las novelas que más han conseguido cautivarme desde el principio, con una historia preciosa sobre una mujer muy especial en una época con un encanto mágico. Se convierte en una mis recomendaciones a partir de ahora para quienes busquen introducirse en un romance histórico ameno, entretenido y libre de tópicos que no sean los estrictamente necesarios, pero desde luego seguro que es una lectura súper adictiva, como ha sido mi caso, para los fieles amantes del género. Y personalmente se convierte en otro descubrimiento respecto a Jane Hormuth, una autora que a partir de ahora, no sólo recomendaré sino que iré buscando a propósito.

*Me despido agradeciendo a Phoebe Romántica por el envío del ejemplar que tan rápido y tan amablemente me han proporcionado.

¿Conocíais autora o la novela?

¿Os gusta el género histórico romántica?