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sábado, 30 de enero de 2021

RESEÑA El Duque y Yo

 
Autora: Julia Quinn
Editorial: Titania, 2020 
Título original: The Duke and I  
Traducción: Mireia Terés Loriente
Rústica con solapas /ebook, 320 págs.
Bridgerton #1
Género: Romance, Histórica, Comedia

Todos parecían divertirse en aquel baile que reunía a lo más selecto de la sociedad londinense. Todos, excepto ellos dos. Daphne, una hermosa joven agobiada por su madre, y Simon, el huraño nuevo duque de Hastings, tenían el mismo problema: la continua presión para que encontraran pareja. Al conocerse, se les ocurrió el plan perfecto: fingir un compromiso que los liberara de más agobios. Pero no sería sencillo, ya que el hermano de Daphne, amigo de Simon, no es fácil de engañar, ni tampoco lo son las avezadas damas de la alta sociedad. Aunque lo que complicará de verdad las cosas será la aparición de un elemento que no estaba previsto en este juego a dos bandas: el amor.

Idearon un plan perfecto en el que el amor no tenía cabida...

Desde que fue presentada en sociedad, Daphne no tiene un momento de respiro. La culpa es de su madre, a la que adora, pero que está obsesionada con encontrarle un marido cuanto antes. Lo peor del caso es que los hombres razonablemente deseables no están interesados, y los que sí lo están son unos incansables pesados de los que tiene que librarse... incluso a golpes. Por eso acepta encantada la idea del duque de Hastings de fingir un noviazgo que ahuyente a los pretendientes. Aunque quizá también tenga algo que ver el hecho de que el joven duque comienza a resultarle cada vez más seductor.

Pero hay cosas de las que es imposible escapar.

Marcado por una infancia llena de soledad y resentimiento, Simon Basset, el nuevo duque de Hastings, no quiere saber nada de la vida social de Londres ni, desde luego, de los intentos de las elegantes damas de "cazarlo" como marido para sus hijas. Cuando conoce a Daphne, cree haber encontrado el plan perfecto: un compromiso ficticio que mantenga alejadas a las pretendientes que lo agobian. Y cuando la atracción fingida comienza a convertirse en algo demasiado real, Simon deberá enfrentarse a los fantasmas del pasado que le impiden disfrutar la felicidad que el destino pone al alcance de su mano.

No estoy segura de haber sabido que esta saga de libros existía hasta por lo menos haber visto las nuevas ediciones que publicó Titania el año pasado. Con sus nuevos diseños de portada consiguieron que viera estos libros más como historias distendidas y entretenidas basadas en el humor y las situaciones cómicas que como novelas de amor dramáticas de época, algo de lo que suelo disfrutar pero no hasta el punto de plantearme leer ocho libros (si no me equivoco hasta nueve, incluso). En cambio, a raíz de ese lavado de cara me enteré de que Netflix preparaba la adaptación de la primera novela y eso siempre es un aliciente para mí en cualquier caso, para bien o para mal. Normalmente prefiero leer los libros antes que ver sus adaptaciones y poder comparar (y, también normalmente, quejarme a gusto de lo mal que lo suelen hacer). Aunque no ha sido el caso, porque de nuevo se interpuso la realidad de que son muchos libros y que yo tengo muy poco tiempo para sagas extensas así que al final le di simplemente al play y me dispuse a disfrutar sin más de una serie como cualquier otra de enredos de sociedad, chismorreos entre familias de la aristocracia inglesa. Y, sin embargo, aquí estoy después de haber sucumbido ante el encanto de esta familia tanto en la pantalla como en las páginas.

Julia Quinn nos presenta a una de las familias más numerosas del romance histórico, con tono de humor y lenguaje distendido para ser puro entretenimiento. La primera elegida es Daphne, la mayor de las hermanas pero cuarta en edad de los ocho hijos Bridgerton. Su madre Violet está desesperada por casarla, aunque prefiere que sea por amor, pero con otras tres hermanas pequeñas ya le va entrando prisa por que Daphne abandone el hogar familiar para iniciar una vida propia junto a su futuro marido  y que pueda cumplir el sueño de la joven de formar una familia tan feliz con la suya, rodeada de hijos. En esto que llega a Londres Simon Basset, el recién estrenado duque de Hastings, muy guapetón él, muy rico y muy suyo, con toda una historia personal misteriosa de la que nadie habla. Por algún motivo, que ni su mejor amigo Anthony Bridgerton sabe, no quiere casarse ni tener hijos. Pues bien, como Daphne quiere pretendientes interesados en ella y el duque quiere que lo dejen en paz las madres pesadas de las debutantes casaderas, deciden tirar de tópico y fingir un cortejo falso para hacer que la Bridgerton sea más deseable a ojos de los solteros y así el duque también se pueda librar de los moscardones si piensan que ya ha elegido a quién convertir en duquesa de Hastings. Como buen tópico del romance fingido, después de asegurarse el uno al otro que solo serán amigos y que a los dos les beneficiará el pacto, pues sucede lo contrario, obvio.

La pareja principal tiene química y los encuentros entre ambos mantienen una tensión palpable bien conseguida, de las que me encantan, con sus tiras y aflojas, sus vaciles y su sarcasmo contenido. Sin embargo, a mí personalmente me ha faltado un poco de carisma por parte de Daphne (cuestión completamente de gustos) en relación a Simon, que me ha caído ligeramente mejor, quizás por su historia personal y todo lo que acarrea como personaje. Sin embargo, a medida que iba leyendo se giraron las tornas y Simon me ha llegado a poner francamente nerviosa con ese empecinamiento suyo, porque me parece estupendo y respetable (no como a Daphne) que alguien no quiera tener hijos, pero me parece tan absurdo que el motivo sea el que se empeña en mantener el duque que ha llegado un punto en que ese conflicto entre la pareja solo me parecía alargar tontamente la historia (y eso que la historia ya es corta). Por el contrario, Daphne me ha ido cayendo mejor, también porque la relación con su madre y con sus tres hermanos mayores me ha regalado momentos muy divertidos y quizás me haya parecido menos sosa que al principio. Sin embargo, como buen personaje, tiene sus defectos y hacia el final de la novela es la causante de la escena más polémica que tiene el libro y que daría para un debate larguísimo sobre la moralidad, la justificación y todo lo que queráis. A mí me parece una buena escena y me alegra ver que despierta conciencias sobre su verdadero significado en nuestra sociedad actual, así que por mí la autora hace bien en incluirla y a la vez no justificarla descaradamente.

En realidad, la trama no tiene demasiada complejidad y diría que es hasta bastante simplona pero, por varios motivos, termina siendo adictiva. Muchas de las situaciones en las que se ven envueltos los protagonistas implican diálogos inteligentes, un humor ácido con esa elegancia inglesa que caracteriza a la época, los personajes secundarios están bien llevados... Para ser justa, como carta de presentación para toda una extensa saga, te deja con ganas de seguir conociendo a los demás hermanos y sus respectivas historias, aunque apenas aparecen retratados Anthony, Benedict y Colin y, si acaso, Hyacinth, la más pequeña (que imagino que no tendrá nada que ver su personalidad ahora que cuando le toque su libro particular puesto que en este solo tiene 10 años). La madre es sencillamente genial y me encanta cómo mantiene a raya a sus hijos varones que la “temen” y la adoran, porque la verdad es que la señora es encantadora y se hace querer. Todas las escenas en las que participa son súper graciosas porque es un personaje pensado para hacernos reír (algo así como la Molly Weasley austeniana de la alta sociedad londinense). Además, Anthony, como hermano mayor de Daphne y mejor amigo de Simon, tiene la mayoría de las escenas relevantes como personaje secundario principal; no en vano es el siguiente protagonista y se nota, porque ya lo conocemos en lo más básico: tiene un fuerte sentido del deber para con su familia, quiere muchísimo a su madre y a Daphne, es exasperantemente sobreprotector (mucho, mucho, mucho, en serio, exasperante) y se toma muy en serio su papel de primogénito y heredero. Así que para mí esta novela ha sido muy entretenida tanto por la química de la pareja protagonista como por la presentación de unos secundarios de lujo en los que la autora profundizará en el resto de libros.

Prácticamente, casi todas las escenas se desarrollan en de baile en baile de sociedad, visitas sociales en saloncitos para tomar el té o largos paseos por los cuidados jardines de los casoplones familiares, así que la ambientación ya os la podéis imaginas, teniendo en cuenta la época y que tampoco es muy difícil de recrear en nuestras mentes sin mucho más que unos pocos detalles para situarnos. En cuanto al estilo, como adelantaba más arriba, Julia Quinn ha querido crear una saga informal y libre de corsés narrativos, con los toques básicos de la novela romántica histórica pero sin darle ese tono solemne con el que se suele asociar al género. En ese sentido, la nueva edición de Titania acierta de pleno al darle esa nueva imagen a las portadas, mucho más fieles a la esencia de estos libros: divertidos, entretenidos, encantadores y con personajes muy vistosos y coloridos. Para mí ha sido una grata sorpresa porque hacía mucho que no me reía tanto con un romance histórico que a la vez me ha parecido muy ameno y rápido de leer pero, siendo sincera, tengo que aclarar que el hecho de haber visto antes la serie también ha facilitado que leyera tan rápido, porque quizás no tenía que detenerme tanto en asimilar personajes o entornos, dado que ya estaban bastante asentados visualmente en mi cabeza.

  7/10


BRIDGERTON. La Serie (Netflix)

Por todo lo anterior, también he preferido opinar aparte sobre la serie aunque en mi cabeza ahora mismo sean como una especie de todo. Podría decir aquí que cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia y sería decir la verdad. No tanto como adaptación, que en líneas generales está lograda, sino por el afán y el esfuerzo que han puesto los productores de esta adaptación en alejarse de la pura (o purista) realidad histórica y darle un empujón a la diversidad racial en las series de época. Que sí, que ya sabemos que no hubo reinas mulatas en Inglaterra ni doncellas asiáticas en la corte, ni hubo duques con el pelo afro ni ladies respetables de piel oscura. Y sinceramente NOS DA IGUAL, o debería darnos igual como espectadores de una serie de entretenimiento y líos amorosos que no aspira a ser una enciclopedia de Historia. Dicho esto, esa es una de las razones por las que la serie me ha encandilado, al margen de lo bien adaptada que esté, que me parece que lo está.

Son muchos los motivos para ver la serie y leer los libros o viceversa. A grandes rasgos, todo lo esencial está: las particularidades de esta numerosa familia, las relaciones entre los hermanos (en este libro, sobre todo entre Daphne y Anthony, que también se desarrolla de forma similar en la serie como en el libro, y no tanto con Eloise, que en el primer libro solo aparece nombrada y no hay ninguna interacción entre hermanas), el afán de su madre por casar a sus hijos y las situaciones rocambolescas que genera con su educada desvergüenza, el misterio de la autora chismosa Lady Whistledown y su revista de cotilleos… Todo está y todo se mantiene en líneas generales, salvo detalles y algunas subtramas secundarias de los hermanos en la serie que no aparecen para nada en este primer tomo, centrado únicamente en Daphne y Simon, con bastante presencia de Anthony y de Violet Bridgerton, pero poco más. En la serie se profundiza infinitamente más en la familia Featherington, por ejemplo, y se crean nuevos personajes específicamente para la ocasión, como añadir una reina aún más cotilla que Lady Whistledown o un apuesto príncipe de Prusia como rival del duque por el favor de Daphne, que a mi modo de ver quedan muy bien hilados en una serie de ocho capítulos y la convierten en algo adictivo para ver del tirón, pero que si tuviéramos que leer tanta subtrama, el libro se nos habría hecho demasiado disperso.

Aunque claro, al por haber querido abarcar tanto en la primera temporada, ahora estoy deseando descubrir qué gran romance le han reservado a Anthony, a quien le he cogido cariño por esa manía sobreprotectora de hermano mayor controlando a su hermana, que resulta ridícula cuando en realidad no controla ni su propia vida por su condición de heredero, o de ver cómo evolucionará Eloise con esa personalidad rebelde y aniñada, con sueños de libertad feminista completamente alejada del ideal romántico. Incluso tengo curiosidad por conocer de verdad a Colin, al que creo que no han reflejado exactamente igual en la serie, más serio y responsable incluso que sus hermanos mayores cuando en el libro se describe como un chico muy juvenil, que no para de meterse en líos siendo revoltoso desde niño. Además, la serie ha respetado el contenido erótico, incluso apuesta más fuerte por ello, ya que el libro, sin ser clean romance, apenas tiene un par de escenas algo más explícitas. También mantiene el tono humorístico y la personalidad cómica de la mayoría personajes, y a todo el vestuario y los detalles le han dado un colorido increíble que alegra la vista en cada escena, sobre todo si no se es un espectador demasiado puritano de este tipo de period dramas.

Así que tengo razones de sobra para querer seguir leyendo la segunda novela porque básicamente la serie me ha servido para darme cuenta de que necesito conocer más sobre esta encantadora familia numerosa.


 

 

¿Conocíais esta saga antes de la serie de Netflix?

¿Os animaríais a leer la historia de cada hermano Bridgerton?