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miércoles, 29 de mayo de 2019

RESEÑA El Libro del Poder



Autor: Miguel Griot

Editorial: SM, 2018

Tapa blanda, 100 págs.

Los Diarios de Tony Lynx #1

Género: Middle Grade, Aventura, Acertijos visuales


El arqueólogo Tony Lynx y la hija de su maestro parten hacia una trepidante aventura en busca del padre de la chica, recientemente desaparecido. Para ello precisarán de la ayuda del lector, que irá resolviendo los enigmas ocultos en las ilustraciones a medida que avance la narración.


Desde siempre me han gustado los libros de misterios y acertijos que nos obligan a poner en marcha nuestro ingenio, así que muy aburrida tenía que ser la historia de este pequeño libro para que no lograr entusiasmarme desde la primera página. A los pocos capítulos ya estaba enganchada por la propia aventura de los protagonistas pero también gracias a la manera que ha tenido Miguel Griot de integrar al lector de esa forma tan inmersiva a través de preguntas y adivinanzas. Con una narración sencilla (aunque para nada infantilizada) y con un ritmo muy ágil, el autor logra que hagamos en lo que importa: hacernos pensar. Aquí no son tan relevantes los personajes, ni siquiera la propia trama del libro, sino que seamos parte de la historia y que la historia avance gracias a nuestras dotes observadoras y de deducción.

De esta forma, en esta pequeña aventura conocemos a Tony Lynx, que ya solo con su apellido como tarjeta de presentación podemos intuir que tiene una inteligencia y un ingenio fuera de lo común. Por eso ha decidido dedicarse a ser buscador de tesoros al más puro estilo Indiana Jones. Y como no solo busca tesoros, en esta ocasión tiene un encargo más particular: buscar a Leopold Abbey, un famoso arqueólogo de civilizaciones antiguas, que ha desaparecido en una de sus últimas exploraciones y cuya hija, Rose, contrata los servicios de Tony. Sin embargo, Leopold ha ido dejando un rastro que Tony y Rose deben seguir para poder encontrarlo. Todas esas pistas los van llevando por medio mundo y así vamos viendo diferentes escenarios desde que salen de Londres hasta llegar al desierto, pasando por Rusia, adentrándose en la selva o llegando hasta las islas inexploradas del Pacífico.

Por otra parte, el libro está estructurado de manera que los capítulos ocupan toda una página (la izquierda) dejando al otro lado la ilustración correspondiente a esa escena (a su derecha) en la que debemos poner toda nuestra atención para contestar a la pregunta del final de capítulo, aunque algunas ilustraciones son a dos páginas completas. Cada pequeño misterio queda resuelto al pasar la página y continuar con la narración, ya que son los propios personajes en sus interacciones los que nos dan las respuestas aunque no se nos hayan ocurrido a nosotr@s. Hay acertijos de todas las dificultades aunque lo normal es que de un simple vistazo a la ilustración podamos resolverlo sin que nos eche humo la cabeza. Además, a medida que avanzamos en la historia son más los acertijos visuales que relacionan unas ilustraciones y otras, de forma que tendremos que volver más de una vez a revisar anteriores escenas que nos puedan aportar datos para alguna pregunta más compleja.

8/10

En definitiva, me he encontrado uno de estos libros orientados para los más jóvenes pero que en el fondo no tiene edad límite para que los podamos disfrutar cualquiera. Apenas me ha durado dos ratos debido a su corta extensión pero también a su capacidad para enganchar al lector con cada pequeño misterio y por todos los lugares que recorre, a cada cual más interesante que el anterior. Sin duda es una buena forma de poner a prueba nuestras capacidades deductivas y visuales pero también la excusa perfecta para leer junto a los más pequeños para que se aficionen a la lectura de un modo muy dinámico.

*Para terminar, muchísimas gracias a Miguel Griot por haberme concedido un ejemplar de cortesía.

**Las fotografías utilizadas para ilustrar la reseña son de mi cámara.





¿Os gustan los libros de acertijos?

¿Os gustaría leer más aventuras de este estilo?

sábado, 25 de mayo de 2019

RESEÑA 7 Semanas en París




Autora: Paula Gallego
Editorial: Ediciones Kiwi, 2019
Rústica con solapas /ebook, 412 págs.
13 Horas en Viena #3 (Volumen independiente y autoconclusivo)
Género: Romántica, Contemporánea, Young Adult
Diana siempre ha sido una conquistadora, pero su última relación le rompió el corazón y ahora intenta reunir los pedazos.
 Mientras tanto, el azar no se lo pone fácil y hace que acabe compartiendo piso con Julie; que con su chupa de cuero y sus tatuajes de chica mala es la más pura expresión de la tentación.
Julie también dejó de creer en el amor después de Adam. Tras su relación arrastra un dolor al que no ha sido capaz de enfrentarse ella sola, pero está en París para curarse y pasar página; y como es una jugadora tan experimentada como lo era Diana, no perderá la oportunidad de intentar arrastrarla a su juego.
Diana tendrá que luchar contra sus provocaciones, pero el peligro tiene los ojos verdes más bonitos del mundo… Y quizá la prudencia esté sobrevalorada.


Si sois habituales del blog, habréis visto que ya son varias las novelas de Paula Gallego que hay reseñadas por el blog. Desde que la descubrí no he podido resistirme a todo lo que tenga escrito o vaya publicando así que con esta novela no iba a ser y menos teniendo en cuenta que es la tercera entrega de la serie que comenzó con 13 horas en Viena y que fue la novela con la que conocí a esta autora. Aun siendo parte de la serie, es una novela autoconclusiva e independiente en la que vemos o salen mencionad@s algunos de los personajes de las novelas anteriores pero se pueden leer por separado sin ningún problema y también sin miedo a spoilers, relativamente.
Si hay algo que admiro de esta autora es que nos muestra un romance young adult como poc@s autor@s se atreven a relatar, porque quien más o quien menos siempre acaba cayendo en la “trampa” que supone incluir una pareja LGBT+ y es que muchas de las escenas giren en torno a su sexualidad/identidad de género, ya sea porque uno de los implicados no se acepte o porque no lo acepten en su entorno, o porque de alguna manera su orientación sexual sea un obstáculo para algo y haya que resolverlo o superarlo. 7 semanas en París no es el caso y no puedo menos que aplaudir a Paula Gallego por haber creado una historia preciosa protagonizada por dos chicas que nos regalan una de las relaciones más bonitas que he leído en mucho tiempo. Y “solo” es eso, una relación como cualquier otra de una novela romántica, con sus altibajos, sus dificultades para conocerse y sus pasos para adelante y sus pasos para atrás, pero en ningún momento veréis aquí ningún drama relacionado con el hecho de que sean dos chicas. No hay mejor forma de reivindicar la diversidad y la normalidad de las diferentes realidades de nuestra sociedad que tratándolas precisamente con esta normalidad. En serio, bravo.
Dicho todo esto y como os comento, las protagonistas de esta historia son Diana y Julie, que comienzan siendo el agua y el aceite y terminan siendo la pólvora y el mechero. A Diana ya la conocemos como personaje secundario de 13 horas en Viena, una chica espontánea, alegre y deportista que no se corta a la hora de tirarle los trastos a la cabeza a su nueva compañera de piso, es pura energía y optimismo, contagia sonrisas y unas ganas de vivir enormes; por su parte, Julie es una joven algo más contenida a la que le encanta recorrer París con su chupa y en su moto. Su apariencia tranquila y pasota disimula un carácter fuerte de quien sabe lo que quiere, aunque con una fachada de seguridad en sí misma que esconde a una chica con un pasado de culpabilidad que la persigue y una antigua relación que aún no ha superado. Con estas dos personalidades en juego, desde el primer momento surge entre ellas una conexión muy fuerte (bueno, en realidad, en el primer encuentro no hay chispa, hay un incendio forestal directamente) y que va afianzando cuando Julie se muda a vivir como compañera de piso de Diana unas semanas (adivinad cuántas….).
Por otra parte, el pasado de Julie y su relación con Adam, al que conocemos desde el primer capítulo, es de los aspectos más misteriosos que tiene la novela y uno de los alicientes que nos impulsa a leer más y más, porque sabemos que aquella relación terminó (porque se nos muestra a modo de flashbacks a través de los recuerdos de Julie) pero necesitamos averiguar cómo y por qué, ya que lo único que sabemos es que Julie sigue pensando en Adam y no puede abrirse del todo ante la posibilidad de volver a sufrir, pero en esta ocasión con Diana, que a su vez, intenta olvidar a su ex novia Nicole tras una ruptura traumática y una relación tóxica de la que aún no está segura de querer/poder salir. Así que como veis la carga emocional de esta novela es intensísima y una verdadera montaña rusa de sentimientos, tanto buenos como malos. Se tocan muchísimos temas delicados y se abordan muchas situaciones realistas que se pueden dar en una relación, más allá de la evidente química que hay entre las dos protagonistas y de que en cada escena que comparten hay dos grados más que en el resto de páginas.
Sin embargo, esta novela no solo merece la pena por la trama interesante en la que nos mete, los personajes tan vivos que nos presenta o el romance tan completo con el que nos pone los pelillos de punta, sino que también viene apoyada por una narración muy efectista en ese sentido emotivo porque Paula Gallego escribe como si en vez de teclas utilizara algodones de azúcar, para dejarnos bien blandita la patata con metáforas sentimentales y un uso muy natural de los pensamientos de cada personaje, con descripciones de lo que sienten o lo que necesitan sentir, y en definitiva, para conectarnos con toda esa intensidad que desprenden. Además, lo que tengo claro es que si yo, que no soy lectora habitual de este género y con el que me cuesta muchísimo disfrutar en conjunto, soy capaz de olvidarme de todo a mi alrededor e involucrarme por completo en una novela romántica como es 7 semanas en París, se lo debo sin duda a autoras como Paula Gallego, que con su estilo tan desenfado y espontáneo me enamora con solo unir dos frases.
9/10
En otras palabras, son muchas las razones para querer leer a una autora como Paula Gallego e historias como esta son un motivo de peso. Os aseguro que no importa si no habéis leído las anteriores entregas porque apenas hay nada que las relacione y en cambio, si tenéis curiosidad por leer un romance queer con mucha química y dramas personales que nada tienen que ver con que la premisa sea “chica conoce chica”, entonces mi recomendación es que no lo dudéis y os lancéis a por este libro porque es mucho más que una novela romántica.
*Por último, muchísimas gracias a Paula Gallego por haberme dado la alegría de leer esta novela como lectora cero, aunque no sé si es consciente de lo feliz que me hace que confíe en mí de esta manera.





Otras novelas de la autora reseñadas en el blog
https://enmitiempolibro.blogspot.com/2019/01/resena-respira.htmlhttp://enmitiempolibro.blogspot.com.es/2017/08/resena-imperfecta-armonia.htmlhttp://enmitiempolibro.blogspot.com.es/2017/12/resena-un-dia-de-invierno.htmlhttps://enmitiempolibro.blogspot.com/2017/04/resena-13-horas-en-viena.htmlhttps://enmitiempolibro.blogspot.com/2018/03/resena-3-noches-en-oslo.html

¿Habéis leído otras historias de esta autora?
¿Os gustan los romances ambientados en París?

sábado, 18 de mayo de 2019

RESEÑA La Chica del Corazón de Agua



Autora: Sonia Lerones

Editorial: Onyx Editorial, 2019

Rústica con solapas / ebook, 432 págs.

Autoconclusivo

Género: Realista, Contemporánea


A veces los sentimientos son como el cauce rápido de un río. Otras, están en calma, como en un lago. Sin embargo, cuando no eres capaz de retener aquello que sientes, que te atraviesa como un fantasma, la vida se vuelve vacía.

Petra se ha mudado al piso de su prima en Valencia porque cree que un cambio drástico le vendrá bien, pero allí también se encuentra con la soledad. Nadie te dice que puedes sentirla incluso rodeada de gente.

En La chica del corazón de agua se aborda el tema de las enfermedades mentales, especialmente la depresión. Pero más allá de eso, es una historia que habla sobre la amistad, el amor, el deporte y la esperanza.

Cómo conseguir sobrevivir cuando tu propio cuerpo parece no estar vivo.


Hace unos años tuve la gran suerte de que Sonia Lerones se cruzara en mi camino gracias a Fugitivo (ciencia ficción, distopía, LGTBI), su primera novela autopublicada que descubrí en el canal de Rolly Haatch, que podéis ver por aquí (en serio, fiaos de recomendaciones y deshaceos de prejuicios contra este tipo de publicaciones) y que reseñé aquí hace un tiempo. Onyx Editorial se dio cuenta del gran talento con el que venía de fábrica esta autora madrileña y decidió apostar por ella para publicar La posada Shima (fantasía, aventura) en 2018 y que también he reseñado por aquí. Ahora vuelve a confiar en ella con una historia que no tiene nada pero nada que ver con sus anteriores registros, y aunque la versatilidad ya le suma puntos en sí misma, La chica del corazón de agua es su obra más arriesgada pese a ser también la más realista y cercana en todos los aspectos.

Narrada en primera persona por la protagonista, Petra, nos deja claro desde el primer párrafo que en esta novela no todo van a ser risas porque necesita contarnos cómo el agua, literalmente, la salvó de su depresión. Así que con un comienzo agridulce la autora nos está alertando de que l@s lector@s más sensibles a estos temas verán recompensado su “sufrimiento” emocional con un final esperanzador. Una vez que Petra nos ha dejado su tarjeta de presentación en la que pone “Enferma mental: depresión”, es mucho más fácil dejar de lado esa parte de su vida con la que convive a diario para empezar a conocerla de verdad. Petra es una universitaria que tras un accidente y una pérdida enorme en su vida, decide que no puede seguir en Madrid asfixiándose en su propia pena y que cambiar de aires, de casa y de ciudad le vendrá, sino bien, al menos mejor. Así que se traslada a Valencia aprovechando que su prima Sasha tiene su casa libre mientras ella está por ahí de mochilera durante semanas sin intenciones de volver por el momento. De aquí parte la novela y es justo el momento en el que comenzamos a seguir los pasos de Petra mientras ella misma nos va contando lo que hace, lo que piensa y sobre todo lo que siente.

Al llegar a Valencia está sola en una casa que no es la suya, en una ciudad que no controla y rodeada de compañer@s a los que aún tiene que conocer. Su día a día es una continua lucha contra la desgana, la apatía y las horas desaprovechadas tirada en el sofá sin vestirse ni asearse, sin tener contacto con nadie más que su psicóloga Olga, su madre o su prima Sasha por teléfono. Como también sufre otro de los síntomas más habituales de la depresión, está cansada de no poder dormir por las noches y de pasarse noches de insomnio haciendo más o menos lo mismo que de día: nada. Por ello, se le ocurre hacer el único deporte por el que parece sentir algo de interés para agotarse y así caer rendida con la mente en blanco cuando se meta en la cama. Así que se apunta al club de natación de la universidad y comienza a nadar y nadar por la mera necesidad de cansarse sin saber que este será el punto de inflexión para que su vida cambie progresivamente.

En este momento entra en juego una de las mejores bazas que ha sabido mostrar la autora añadiendo a tres chicos alrededor de Petra en vez de rodearla de las típicas mejores amigas de cualquier novela juvenil. Ían, Jairo y Leroy son los otros tres nadadores del equipo de natación que entrenan en la misma piscina para competir en los distintos campeonatos y clasificaciones a lo largo del curso. Petra no quiere saber nada de competir (solo le faltaba añadir otra fuente de presión más a su vida) pero a los chicos les falta un integrante en el equipo, así que le hacen la rosca como solo ellos saben hacerla y Petra termina accediendo sin saber ni cómo la han convencido. Yo sí lo sé, y es que los tres tienen un encanto personal en conjunto y por separado que todos y cada uno de ellos se han convertido en mis favoritos, si eso está permitido en el fangirleo lectoril. Ían es el sensato del grupo, aun con su apariencia de surfista californiano, que sabe escuchar y razonar, que ayuda a Petra a resolver conflictos y a no generar nuevos. Por su parte, Jairo es sencillamente fascinante, de ascendencia asiática, muy callado y poco expresivo pero competitivo y leal, vive solo en un chalet enorme para él, su gato y su piano, aunque no ha podido volver a tocar en años. Así que el tercero en discordia tenía que sea un vértice opuesto porque Leroy es como un niño con apariencia de veinteañero, alegre y hablador, al que le encanta la fotografía artística, infantil para muchísimas cosas y de repente un adulto para algunas otras.

Al coro de personajes se une también un cuarto pilar: Bastian, antiguo mejor amigo de Jairo, campeón estatal de natación y actual rival del equipo de Petra. Con él comienzan los conflictos argumentales y también los de la propia protagonista porque ¿puede sentir algo por Bastian? ¿El amor cura la tristeza crónica? Es más, ¿la depresión es solo estar “triste”? Pero ¿qué pasa si Petra no tiene motivos para “estar triste”? Sonia Lerones intenta contestar a todas estas preguntas a través de las páginas y también ayudada por personajes como Sasha, la prima de Petra, que resulta exasperante por su falta de conexión y empatía con lo que le ocurre, que cree que solo lo hace para llamar la atención, porque no se aclara o porque no pone de su parte para “curarse” y otras lindezas con las que tienen que convivir este tipo de enfermos. También es reseñable Bruno, un compañero de clase que cree que todos los enfermos mentales deberían estar encerrados porque son un peligro para la sociedad (es un chico muy adelantado a su tiempo, todo muy del siglo XIV) y que por algún motivo cree que Petra se curará antes si le deja claro lo mucho que la desprecia con insultos y amenazas.

Como veis, gracias a todos los personajes secundarios que Sonia Lerones ha colocado pululando alrededor de Petra nos acercamos a multitud de temas de actualidad y de interés para cualquier tipo de público, además de mostrarnos diferentes actitudes ante una misma situación. Cada uno de los chicos tiene sus propios problemas a través de los cuales la autora va soltando amarres emocionales. Por ejemplo, podemos ver relaciones sentimentales tóxicas (incluso de maltrato psicológico), traumas del pasado debido a accidentes y traiciones, embarazos inoportunos, situaciones impotentes de bullying En serio, parece alucinante ver cómo todo esto encaja como las piezas de un reloj suizo pero está todo insertado tan al milímetro y de forma tan natural que estoy segura de que si quitáramos alguno de estos engranajes se notaría en el funcionamiento global de la historia porque no le falta de nada: amistad, amor, diversidad, sonrisas y lágrimas.

Sin embargo, si hay algo que ha hecho que esta novela se convierta en mi favorita de Sonia Lerones (quiero decir además de todo lo anterior que ya me ha parecido insuperable) es el salto exponencial que ha pegado en cuanto a la mejora de su estilo narrativo. Supongo que tiene que ver con los temas tan duros que toca, con la evidente carga emocional que aporta a l@s lector@s y con el componente personal que supone para la propia autora, pero es casi palpable cómo se ha soltado la melena al escribir, dejando que todo (pensamientos, ideas, sentimientos, reivindicaciones) fluya por las palabras, dejando atrás el talante encorsetado que yo notaba en sus anteriores novelas (real o no, porque es cuestión de percepción lectora) y que en esta es más bien todo lo contrario: ha dejado el grifo abierto y se ha desbordado todo el torrente de emociones. Pese a que su protagonista es una chica calmada, tranquila y racional, he oído cada uno de sus gritos pidiendo ayuda porque le ha dado voz a una de las enfermedades más silenciosas que pueden existir.

10/10

Hay tantísimo que decir de esta novela que en resumidas cuentas solo puedo asegurar que he tenido la oportunidad de leer una historia preciosa, súper emotiva, muy real y cercana, completísima y capaz de llegar a muchos tipos de lector@s. Sonia Lerones ha logrado conectar conmigo como lectora y como persona con absolutamente todo (narración, personajes, temáticas, reivindicaciones…) y me ha ayudado a abrir los ojos ante algunas situaciones y a dejarme más ojiplática aún más en otras de las que ya era consciente. Mención aparte merece la edición tan trabajada que tiene el libro, con una corrección impecable y unos detalles interiores (incluso a color) que hacen que le haya cogido aún más cariño a esta historia. Desde mi punto de vista, es su mejor novela hasta el momento, una de mis mejores lecturas en lo que llevamos de año y, sin duda, uno de mis libros favoritos a partir de ahora para incluirlo en cualquier top de recomendaciones.

*Termino dando las gracias a Onyx Editorial por la amabilidad que han tenido al enviarme un ejemplar de esta maravillosa novela.



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https://enmitiempolibro.blogspot.com/2016/12/resena-fugitivo.htmlhttps://enmitiempolibro.blogspot.com/2018/10/resena-la-posada-shima.html


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