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lunes, 25 de abril de 2022

RESEÑA La (Des)Enseñanza de Cameron Post


Autora: Emily M. Danforth
Editorial: Umbriel Editores, 2022
Título original: The Miseducation of Cameron Post
Traducción: Daniela Rocía Taboada
Rústica con solapas /Ebook, 448 págs.
Autoconclusivo
Género: Realista, Drama, Contemporánea

La noche en que sus padres mueren, lo primero que siente Cameron Post es alivio. Alivio porque sus padres ya no se pueden enterar de que, unas horas antes, besó a otra chica.

Ahora, Cameron vive con su tía, una mujer muy conservadora, en un pequeño pueblo de Montana. Todos los días, hace todo cuanto puede para ocultar su sexualidad y se ha vuelto una experta en el arte de esconderse. Pero ¿es posible ocultar los sentimientos cuando empiezas a enamorarte de tu mejor amiga?

Un día, su tía, desesperada por «corregir» a su sobrina, toma una decisión drástica. Y Cameron deberá enfrentarse al coste de ser ella misma, aunque no esté segura exactamente de quién quiere ser.

Empecemos por reconocer que no había oído nada de esta novela hasta que me la propusieron desde Umbriel Editores y resulta que la novela ya tiene algunos años antes de haber llegado traducida a nuestro país, puesto que se publicó en 2012 en el texto original. Y ha sido una propuesta súper acertada porque a mí este tipo de historias me conmueven y me llegan a lo más hondo, a pesar de que a ratos lo llegue a pasar bastante mal con lo que me puedan llegar a contar debido a los temas que trata. Con esto no quiero hacer un trigger warning demasiado general, pero sí que puedo advertiros que si sois sensibles hacia la homofobia y las situaciones más extremas de este odio enmascarado de religión, quizás esta no sea vuestra lectura. Sin embargo, si os gusta indignaros y echar pestes por la boca leyendo situaciones injustas de una realidad y un problema social como es este, entonces sí que habréis encontrado un libro adecuado para que lo disfrutéis como yo.

La protagonista indicada en el título es Cameron, una chica adolescente que acaba de perder a sus padres en un accidente de tráfico de forma repentina pero no del todo trágica para ella, porque con 16 años y una personalidad optimista e ingenua aún no es consciente del alivio que siente al no tener que reconocer su verdadera orientación sexual ante ellos cuando descubre que le gusta besar a una de sus amiga a escondidas. Sin embargo, esos pequeños encuentros de felicidad terminan abruptamente cuando su familia, de una convicción religiosa muy fuerte y tóxica, descubre que a Cameron le gusta ir por ahí besando chicas y cometiendo pecados capitales imperdonables. Así que la solución es meterla en un centro cristiano donde podrán ayudarla con su “problema”. Esta especie de reformatorio que tiene más de secta que de centro educativo es, como os imagináis, un lugar atroz, terrible y que no debería existir, efectivamente. Así que toda la lectura ha sido un remolino de sentimientos de angustia, impotencia y rabia, como todo lo que tiene que ver con la homofobia, la discriminación y la supuesta voluntad de Dios de por medio, que me enerva de una manera indecible. Así que objetivo conseguido porque estoy segura de que esta es la intención de la autora al plasmar esta historia.

Aunque la narración nos ubique en los años 90, el libro trata de un tema tan duro como real y actual, por más que nos cueste creerlo en pleno siglo XXI, como son las “terapias” de reconversión utilizadas contra personas no heteronormativas, en la mayoría de los casos aceptadas o solicitadas de forma “voluntaria” por ellos mismos debido al entorno en el que se han criado o en el que se desarrolla su vida diaria. En otras palabras, horrible. Sin embargo, pese a todo lo que yo pueda pensar y sentir al leer sobre estos temas, para mí no deja de ser de alguna manera fascinante, o incluso morboso, ver cómo se aplican de forma tan flagrante los métodos de cambio del pensamiento, la manipulación de la autoestima, la pseudopisología que utilizan para deconstruir las emociones de algo que es cuestión de gustos y de identidad, con sentimientos de culpa y de autocrítica mediante unas mal llamadas terapias que rozan la tortura psicológica y, en muchos casos, también física. 

Ha sido un auténtico suplicio emocional leer sobre la vida cotidiana de estos jóvenes en un sitio de estos, porque precisamente están en una etapa de desarrollo en la que son especialmente vulnerables a la manipulación de los adultos y de lo que les transmitan, con sentimientos de odio hacia sí mismos por lo que son o piensan, con la correspondiente pérdida de la intimidad entre ellos y el personal del centro, puesto que no se permiten “pensamientos impuros”. El retrato fiel y llano del día a día de Cameron en el centro me ha llevado a reflexionar en la mayoría de los casos sobre qué seguimos haciendo mal como sociedad para que esto siga existiendo a día de hoy, porque Cameron podría ser cualquiera en su misma situación si no tiene la suerte de crecer en un entorno familiar y social sano. He leído escenas duras y otras no tan duras, algunas emotivas y entrañables aunque otras bastante más desagradables, porque para eso es este libro, para mostrarnos lo intransigente y cuadriculada de mente que puede llegar a ser un sector de la sociedad y el dolor y la miseria que pueden llegar a causar en las personas como Cameron.

Por todo ello, me ha sido muy fácil empatizar con la protagonista y el resto de personajes principales porque la novela está pensada para que nos indignemos junto a ellos con todo lo que les ocurre. Cameron es una chica que me ha caído genial y he comprendido todo lo que siente y piensa, porque además yo ni sé que haría en cada una de las situaciones que le toca vivir, pero creo que parte del mérito también lo tiene la autora, porque a través de un estilo simple y llano nos transmite un montón de emociones de la manera más sencilla posible pero sin perder la profundidad de lo que va narrando. Está planteada para que nos indignemos con lo que vamos leyendo, para que nos angustiemos junto a los personajes, para que sintamos lo que ellos sienten y para motivarnos a denunciar cualquier situación parecida que pueda llegar a nuestros oídos. Además, la novela utiliza un lenguaje tan cotidiano, dinámico y fácil de leer para que, a pesar del número de páginas, esta historia se nos pueda hacer muy muy corta.

7/10

Dicho de otro modo, ha sido una lectura de las que te hacen reflexionar de principio a fin, pensada para removernos toda la conciencia y concienciarnos a la vez de lo importante que es no dar un paso atrás en la tolerancia y la necesidad de respetar a los demás. Me he encontrado un cruel retrato de una realidad que sé que existe pero que aun así me parece increíble que sea más habitual de lo que me imagino, aunque la novela esté ambientada hace un par de décadas, que sea tan de actualidad. Por mi parte es una recomendación clarísima para quienes disfrutéis de este tipo de lecturas de temas sociales, más allá de la etiqueta LGTB+ que brilla con luces de neón en toda la novela.

*Por último, muchísimas gracias a Umbriel Editores por el envío del ejemplar para poder disfrutar de esta historia.




¿Conocíais esta novela o a su autora?

¿Os gustan las historias que tratan temas sociales?

lunes, 4 de abril de 2022

RESEÑA Alba y la Primavera Interminable



Autora: Ana María Draghia
Editorial: Harlequín Ibérica, 2022
Rústica con solapas /Ebook, 301 págs.
Autoconclusivo
Género: Romance, Realista, Contemporánea, Chick-Lit, Comedia

Después de él, el mundo ya no dejó de girar.

Alba tiene un peculiar sentido del humor y muchísimas ganas de volver a comerse el mundo tras el fracaso de su última relación. Trabaja en el consultorio amoroso de una revista muy famosa, Miss Venus, y vive feliz en su burbuja hasta que le anuncian que tiene que compartir la sección con Martín, un chico alegre y cercano que esconde mucho dolor tras su sonrisa.

El nuevo método de trabajo de Martín hace que Alba salga de su caparazón y se redescubra a sí misma. La atracción entre ambos crece a medida que lo hace la complicidad, pero ¿y el amor?

A estas alturas, Ana María Draghia ya es una habitual de este rincón literario porque desde la primera vez que la leí, supe que era de las mías, por su estilo, sus personajes, sus tramas y por su manera de emocionarme. Sin embargo, a diferencia del resto de novelas que he leído de esta autora, de las que podéis ver algunas de ellas reseñadas en las portadas enlazadas más abajo, es la primera vez que la leo en su faceta más humorísticas, porque Alba y la Primavera Interminable es una tragicomedia con la capacidad de hacernos reír con muchas de las escenas que contiene pero teniendo cabida para alguna lagrimilla más emotiva, porque si no, no sería Ana María Draghia. Quizás esto se lo que más me gusta de esta autora, esa habilidad suya para mostrar personajes reales, en situaciones cotidianas y equilibrando muy bien momentos distendidos con otros más sentimentales. Esta novela va de eso, de ver el lado bonito de las cosas, de seguir adelante, de no anclarnos en lo malo que nos pasa ni dejar escapar lo bueno que puede pasarnos. Una novela feel good, vaya.

En esta ocasión, la chica que encabeza el título es una tuitera famosa, aunque anónima, con miles de seguidores que están ansiosos por leer sus consejillos amorosos y ver sus publicaciones glamurosas en una revista online. Lo que no saben es que detrás de la foto de la modelo nórdica que pone cara a Miss Venus tan solo está Alba, una chica corrientita que se ha olvidado de vivir la vida a todo color después de la traición de su mejor amiga con su novio (bueno, ahora ex novio). Ironías de la vida y para darle algo de emoción a su rutina, Alba recibe la invitación a la boda de las dos personas que más daño le hicieron y ahora se da cuenta de que realmente no ha superado ese desengaño amoroso. Consejos vendo pero para mí no tengo, ¿verdad? Pues eso. La cosa se complica cuando su jefa le encasqueta a un nuevo compañero, con el que tendrá que compartir followers y retuits porque piensa que “ha perdido su frescura y su toque personal” con el que solía conectar con sus seguidores (quizás tenga algo que ver con el revés que le ha dado la vida en la realidad, digo yo...), así que un enfoque masculino y una dinámica de pareja les gustará a los lectores. Ideaca para la jefa pero Alba le ve muchísimos fallos a ese plan maestro, por lo que está más que dispuesta a sabotearlo como pueda y a que le caiga mal Mister Eros. Sin embargo, cuando conoce a Martín, su plan se cae por todas partes porque el chico es un encanto, súper simpático y muy buena persona. Total, que tenemos una premisa picantona con una especie de rivals to lovers pugnando por ser el tuitero más molón, una chica borde por estrategia de supervivencia pero que no lo consigue y un chico adorable que se hace querer tanto por redes como en las distancias cortas, supuestamente su contrincante en esto de los consejos amorosos.

Ambos protagonistas me han caído genial y he congeniado muy fácilmente con ellos porque los dos son simpáticos, tienen una personalidad bien formada y son divertidos e ingeniosos. Además, y para mí siempre será un punto a favor de cualquier historia que se centre en un romance, los dos tienen capítulos desde su punto de vista, si bien no del todo lo equilibrados a la mitad pero sí de forma que nos permita saber qué piensa también Martín y que esto no sea solo una historia unidireccional. La relación que se va fraguando a fuego lento ha sido una delicia muy entretenida porque poco a poco se van conociendo y los dos personajes tienen un sentido del humor muy peculiar, son irónicos y muy sarcásticos y hacen una bonita pareja desde el principio, con mucha química que la autora sabe explotar con soltura. Los dos por separado son muy buenos personajes, con una historia personal apoyando su forma de ser de manera coherente. De hecho, nada más aparecer juntos en escena por primera vez se puede ver el potencial que tienen como dúo y de ahí, capítulo tras capítulo solo han ido creciendo. También es verdad que al mismo ritmo que ellos se van conociendo nosotros nos vamos enterando de más detalles de su vida, de por qué son como son y qué es lo que les hace actuar según qué situaciones. Es decir, me ha encantado ver cómo se van conociendo ellos y además ser testigo de sus pensamientos a través de una primera persona que Ana Draghia domina a la perfección.

Por lo demás, creo que no sorprenderé a nadie si digo que el estilo de esta autora cada vez me gusta más, y eso que llevo ya unas cuantas novelas suyas leídas a la espalda. Sinceramente, creo que puede escribir lo que se proponga porque tiene una destreza increíble a la hora de plasmar los sentimientos más humanos, plagando su narración de metáforas sencillas de comprender y, a la vez, de situaciones cotidianas con las que identificarnos. Todo ello hace que sus historias sean muy cercanas en cuanto al lenguaje pero también en lo referido a los personajes que va creando, sean para el género que sean aunque la clave que se repite en todos sus libros es el romance. Y con ese ingrediente base en su historias ya parte con mi aprobación escriba lo que escriba. Así que en esta ocasión, en la que se sale un poco del drama al que me tiene acostumbrada, y aunque también sea verdad que no es la típica comedia romántica, no son simplemente una serie de situaciones cómicas o absurdas con las que reirnos con la protagonista y sus ocurrencias. Más bien es una comedia ligera, con situaciones distendidas y diálogos divertidos y amenos con los que pasar un buen rato sin pensar demasiado pero con la que sentir mucho.

7/10

En otras palabras, esta novela partía con la ventaja de ser la nueva novela de una de mis autoras favoritas. Podía encantarme más o menos pero tenía la seguridad de que me iba a gustar simplemente por estar escrita por Ana María Draghia. Cualquiera de sus novelas destila calidad narrativa y, aunque a veces parece que el género chick-lit está ligeramente (malditos prejuicios) por debajo en cualquier comparación de calidad con respecto a, por ejemplo, el drama romántico o la novela sentimental, no hay nada que impida que una buena historia sea además una comedia que nos haga reír y emocionarnos al mismo tiempo. Para mí, esta novelita tan sencilla y alegre pasa a ser una recomendación más que se une a las demás de esta autora, tanto como novela con la que poder empezar a leerla como si ya sois fans como yo de Ana María Draghia.

*Por último, muchísimas gracias a Harlequín Ibérica por el envío del ejemplar.




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