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martes, 26 de octubre de 2021

RESEÑA El Vals de la Bruja

 

Autora: Belén Martínez
Editorial: Puck Ediciones, 2021
Rústica con solapas /Ebook, 510 págs.
Autoconclusivo
Género: Fantasía, Romántica, Misterio, Época Victoriana


LONDRES, 1895.

Todo indicaba que podría ser una noche más en la Academia Covenant, cuando Eliza Kyteler y Kate Saint Germain, dos jóvenes Sangre Negra, deciden despertar a todos los muertos del cementerio Little Hill.

Lo que parecía una simple travesura, se convierte en una expulsión definitiva de la Academia Covenant. Ahora, lo único que le queda a Eliza es ser presentada en sociedad y encontrar al marido perfecto. Dos cosas que, por más que sean la máxima prioridad de sus tíos, son las últimas en la lista de deseos de Eliza.
Pero mientras sus días comienzan a transcurrir entre llamativos vestidos, lujosas telas y bailes donde todo lo que brilla parece ser oro, una oscura amenaza comienza a crecer en los rincones más oscuros de Londres.

 Veintisiete años después del asesinato de los padres de Eliza, la muerte vuelve a azotar a los Sangre Negra. Y cada víctima aparece en un estado más macabro que la anterior.

¿Quién está detrás de los asesinatos de los Sangre Negra? ¿Cuál es la amenaza que pone en peligro tanto a los brujos como a los no mágicos?

Esta es la primera vez que leo a Belén Martínez fuera del género con el que hasta ahora me tenía enamorada, el realismo mágico. No tenía ninguna duda de que esta historia me iba a encantar porque siempre que leo a esta autora ya cuento con ello, no concibo que me vaya a decepcionar. Podría engancharme más o menos, pero conociendo su estilo tenía plena confianza en que esta iba a ser una de mis mejores lecturas este año y os adelanto que así ha sido, sin ningún tipo de reparo. Desde la concepción del mundo, pasando por los personajes hasta la trama tan adictiva que me he encontrado, todo en esta novela al completo ha sido una gozada tremenda que me ha mantenido aferrada al libro y que me ha recordado lo mucho que me gustan este tipo de historias.

Hacía mucho que no leía una historia de brujas propiamente dicha y de estas características, un urban fantasy de época en el que podemos ver una raza entera de brujos oculta entre los humanos corrientes, con su propio sistema político, sus propias costumbres y su propia ley. A grandes rasgos tiene puntos comunes con Harry Potter o con Cazadores de Sombras en lo que es el concepto en sí, pero la historia general, la trama y los personajes son absolutamente originales, aunque vagamente recuerden ciertos detalles a esas dos grandes sagas. Por ejemplo, la protagonista sobrevivió al asesinato de sus padres a manos de uno de los brujos más odiados en su mundo, que traicionó su confianza como su mejor amigo e intentó utilizarla a ella para un ritual. En el presente, Eliza se ha criado con sus tíos sin saber muy bien nada de su pasado ni del de sus padres y el brujo que los traicionó, pero precisamente por ello es una especie de leyenda viva entre su propia sociedad oculta. Cada bruja tiene su Centinela, un demonio cuyo castigo (o segunda oportunidad) es pasar una vida terrenal como protector en forma de animal y cuya existencia está ligada a que su bruja protegida sobreviva. Trece es el Centinela de Eliza, un gato sarcástico que me ha recordado mucho al Salem de la Sabrina noventera y que, sea o no un guiño, me ha encantado como compañero de aventuras de la protagonista, con la que se comunica telepáticamente con sus salidas irónicas que le dan un toque cómico a muchas conversaciones. Sin embargo, la trama principal se centra en el misterio de una serie de asesinatos que parecen obra de un imitador de Jack el Destripador, pero que pronto se desbanca del famoso criminal de Whitechapel firmando como el Forense y siguiendo una serie de rituales que parecen estar ligados a un viejo mito mágico y a una teoría legendaria que nunca ha podido ser probada por el coste moral que supone.

Como digo, este punto de partida y algunos detallitos más pueden recordar a otras historias, pero hasta aquí todas las similitudes porque la historia despega bastante pronto una vez que hemos sentado un poco las bases del worldbuilding. A partir de aquí la novela tiene el estilo propio de Belén Martínez, que ha sabido jugar con muchas de las concepciones que ya tenemos en la cabeza del mundo mágico para darle un nuevo aire, con un sistema de la magia nuevo en muchos aspectos. Los Sangre Negra, por ejemplo, contemplan formas muy severas de castigar a cualquiera de los suyos que desvele sus secretos mágicos a los Sangre Roja, al margen de su mundo. Hay Desterrados despojados de la sociedad mágica que tienen que malvivir como parias por los peores barrios de Londres. También tienen su propia academia de magia, con una competencia muy fuerte entre unos y otros (cosa que a Eliza le viene dando igual, y más cuando en el primer capítulo termina expulsada tras realizar una invocación prohibida) e incluso cuentan con su propia prisión para encerrar a los peores criminales mágicos. De nuevo, repito que todo puede sonar muy a clichés por todas partes, pero aun así lo he podido leer como si todo me resultara nuevo, porque supongo que todo depende de cómo esté tratado y de los temas que se vayan tocando por el camino. La autora aprovecha la sociedad hermética de los Sangre Negra junto a la misma sociedad retrógrada decimonónica en la que se desarrolla para reivindicar el papel de la mujer en esa época, criticar los matrimonios de conveniencia o el rechazo hacia los colectivos LGTBI+ que por entonces ni nombre colectivo tenían porque simplemente se obviaba su existencia.

Como buena seña de identidad de Belén Martínez, también tenemos una buena porción de romance en este pastelito que tan buen sabor de boca me ha dejado al terminar. Comienza de forma muy sutil y se va desarrollando como un slow burn de forma muy hábil, sabemos que está ahí cociéndose pero apenas hay avances mínimos que nos empujan a leer más y más para ver cómo poco a poco los sentimientos empiezan a aflorar. Eliza es una chica lista, muy rebelde y hecha a sí misma, libre de convencionalismos, contraria a muchas de las normas sociales que la encorsetan como mujer casadera en el Londres del siglo XIX. Por su parte y como buen coprotagonista, Andrei no se deja amedrentar por la belleza, los vestidos caros o las bajadas coquetas de pestañas y en cambio se queda hipnotizado (aunque lo disimula muy bien) por la rebeldía, el sarcasmo y las contestaciones ingeniosas de Eliza. Entre los dos hay una química latente que traspasa las páginas y que ha sido uno de los motores que va tirando hacia delante de la trama más allá del misterio principal. No sé vosotros, pero a mí un buen romance adictivo y bien desarrollado muchas veces es el mejor aliado de una trama de aventuras, misterio y magia, que a veces a priori puede parecer más de lo mismo y lo que marca la diferencia, en la mayoría de los casos, son los personajes y sus relaciones. Así ha sido con esta historia, cuyas relaciones entre personajes son uno de los mejores aspectos que os vais a encontrar.

Si ya habéis leído a esta autora, tampoco supondrá una sorpresa comprobar una vez más la destreza que tiene para lograr un estilo narrativo de esta calidad. Si por el contrario es la primera vez que os acercáis a una de sus historias, agarraos porque no tiene nada que envidiar a los grandes autores de fantasía más consolidados en cuanto a imaginación y saber hilar una buena trama en un buen contexto. Todo en la novela destila documentación y trabajo de planificación detrás de lo relativamente poco que podemos llegar a ver. Conseguir meternos en la ambientación victoriana es fácil hasta cierto punto dado que tenemos muchas de las imágenes ya grabadas en la retina por otras obras, películas o series, pero tener éxito a la vez en que nos creamos una sociedad victoriana paralela con su propia construcción aparte de la “oficial” humana es lo que me parece verdaderamente destacable. De todas formas, no tengo la menor duda de que el punto fuerte que hace única a esta novela es la trama de misterio en la que nos enreda, la investigación olución de los asesinatos, las conexiones con el pasado de Eliza, los giros argumentales que van en aumento y el toquecillo de romance a fuego lento que nos regala. Así que le tengo que conceder que me ha tenido enganchada de principio a fin, ha conseguido que me crea todo un mundo mágico y ha logrado que todos los personajes me hayan interesado, incluidos aquellos a los que conocemos en flashbacks. Lo que os decía, una novela súper completa, emocionante y adictiva.

9/10

En otras palabras, me he encontrado una novela redonda que puede parecer algo repetitiva en cuanto al tema de las brujas, las invocaciones, los demonios, época victoriana, Londres… pero esa aparente falta de originalidad la compensa con una trama adictiva y unos personajes únicos, interesantes y muy completos. De nuevo, Belén Martínez me ha vuelto a demostrar que da igual lo que escriba porque cuenta con un talento mágico con el teclado, y supongo con magia y talento se consiguen historias como esta, inspirada o no en otros clásicos contemporáneos de la fantasía juvenil pero con fórmulas que funcionan solo si se saben mezclar en las dosis exactas de romance, misterio, aventura, ambientación y trama adictiva. Desde luego, es otra más de sus novelas que voy a recomendar hasta ser pesada porque merece la pena la insistencia si con ello logro que le deis una oportunidad a esta autora tan increíble que me tiene enamorada con su imaginación, su encanto al escribir y su estilo atractivo. 

*Por último, muchísimas gracias a Puck Ediciones por haberme proporcionado un ejemplar para la lectura de esta historia.


 


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