RESEÑA La Raíz Cuadrada del Verano

 

Autora: Harriet Reuter Hapgood

Título Original: The Square Root of Summer

Editorial: Puck Ediciones, 2018

Traducción: Laura Fernández Nogales

Rústica con solapas / Ebook, 352págs.

Autoconclusivo

Género: Juvenil, Romántica, Realismo mágico, Contemporánea

Hay instantes, como el primer beso, en que quisiéramos detener el tiempo. Hay momentos, como la muerte un ser querido, en que nos gustaría volver atrás. Pero el tiempo sigue su curso… casi siempre.

Gottie H. Oppenheimer, diecisiete años, huérfana de madre y un genio de la física, lleva mucho tiempo sumida en su particular materia oscura. Este verano, cuando el regreso de su novio secreto y el de su gran amigo de infancia prometían devolver algo de luz a su universo, el tiempo ha empezado a jugarle a Gottie malas pasadas en forma de inexplicables «agujeros agujeros en el tiempo» que la conducen a momentos clave de su pasado.

 Y mientras intenta desentrañar qué está sucediendo, el pasado, el presente y el futuro están a punto de colisionar… en un Big Bang revelador.

 Amor cuántico, emoción elevada al cubo y una infinita capacidad de superación crean en este libro una ecuación irresistible. Un debut absolutamente contemporáneo con ecos que van desde John Green hasta Madeleine L’Engle.

No había oído hablar de esta novela hasta que la vi en las novedades de la editorial y tampoco conocía a la autora (aún soy incapaz de decir su nombre de seguido) pero tras ver la ilustración tan sencilla y los colores de la cubierta me llamó poderosamente la atención. Tras esta bonita portada (obra de Luis Tinoco) se esconde una novela diferente y tan distinta como su protagonista, que incluye conceptos como el universo, el tiempo o el destino, palabras muy abstractas que se concretan en una historia muy sencilla acerca de la búsqueda de la propia identidad, las decisiones personales que siempre tienen consecuencias y la superación de tragedias familiares de una forma sana.

Nada más empezar, supe que una de las cosas que más me iban a gustar era la protagonista. Gottie es una chica distinta, es un genio de las matemáticas, con una inteligencia alucinante y una personalidad que se sale un poco de la norma de lo que nos solemos encontrar en las historias juveniles: no es que sea tímida pero no necesita socializar, tiene amig@s pero no es ni popular ni una marginada por ser una nerd a la que le apasiona la física cuántica… En fin, que no cumple ninguno de los tópicos y eso es algo que de entrada me predispone a que un personaje me guste porque no sé lo que me voy a encontrar. Además, en los últimos años no lo ha pasado muy bien: su mejor amigo Thomas no ha dado señales de vida desde que se mudó a otra ciudad y la relación se ha apagado sin saber de quién ha sido la culpa, pero ahora de repende decide volver. Quien también regresa a su vida sin avisar es su novio secreto Jason y compañero del grupo de música de su hermano Ned. Ella no sabe cómo actuar con ninguno de los dos pero lo peor es que todavía no ha superado la muerte de su abuelo Grey, al que estaba muy unida, puesto que su padre apenas ejerce como tal y es huérfana de madre. Es decir, que la protagonista comienza con un conjunto de circunstancias que a poco que le pase durante la novela, la historia ya debería resultar interesante sólo por esta premisa.

Pues hay más. Inexplicablemente comienza a revivir o retroceder a determinados momentos de su pasado con algún significado especial para ella a modo de mensaje para lo que le está ocurriendo en el presente, sobre todo relacionados con sus amistades y sus relaciones más cercanas. Todo está conectado y ella tiene que averiguar por qué ahora y para qué está experimentando esa situación. Poco a poco se nos va presentando el resto de personajes que tienen alguna relevancia en la vida de Gottie, como por ejemplo, el abuelo Grey. La figura del abuelo permanece en un segundo plano constantemente porque a pesar de haber fallecido hace varios años, para Gottie sigue estando muy presente y a l@s lector@s se nos muestra como alguien bastante misterioso y con una personalidad arrolladora, particular y muy influyente en todos los que le rodeaban, de forma que su estela sigue dando coletazos en la manera en que cada uno lleva su ausencia.

Tengo que comentar que a medida que se iba acercando el final no veía muy claro que se tratara de una novela de romance juvenil porque aunque está incluido en la trama, es sólo un aspecto más de todas las circunstancias que engloban la vida de Gottie, pasada y presente. Ni siquiera hay muchas escenas que pastelosas o románticas, pero creo que sería muy raro en alguien con la personalidad de Gottie que de repente fuera tan apasionada como para vivir un romance desenfrenado. Casi que mejor porque además ninguno de los dos chicos presentes en la mente de la protagonista, Jason y Thomas, han terminado de llegarme porque quedan como meros secundarios, ya que aquí la que importa es ella. Y aún así, hay conversaciones entre ellos que tienen una chispa muy fresquita, en las que se puede ver la química y lo profunda que puede llegar a ser su relación. Aclaro, sobre todo para l@s acérrimos haters de los ménage à trois, que en ningún momento hay un triángulo amoroso en la historia, pero Gottie no deja de tener cierta confusión cuando tanto Jason como Thomas regresan a su vida prácticamente a la vez y sin apenas haber mantenido el contacto durante mucho tiempo.

Por otro lado, si hay algo con lo que no he terminado de congeniar es con el estilo narrativo de la autora, que no ha conseguido de convencerme. Para mi gusto es demasiado plano o simplón. No es que en sí misma la escritura tenga algo negativo, es simplemente que yo prefiero siempre algo más elaborado o aunque fuera simple, que quedara más natural. Otra forma de decirlo es que al terminar esta historia que trata por completo sobre los sentimientos de vacío y tristeza tras la pérdida de un ser querido, me ha llegado perfectamente el mensaje que la autora quería transmitir pero el sentimiento, no tanto, porque se queda muy en la superficie (tengo mis sospechas de que esto se debe en realidad al tono de la protagonista narradora, que es como muy aséptico, acorde con su personalidad). No ha supuesto un problema a la hora de leer pero sí una pequeña decepción respecto de la autora, a la que no conocía de ninguna otra novela.

Además, otra de las cosas que me fallan de su manera de escribir es que no entiendo los chistes o la supuesta ironía y me he quedado un poco aplanada porque siempre espero que las novela juveniles me roben aunque sea una sonrisa (cuando no sean dramones, claro está). Esto posiblemente sea yo, porque tampoco me iba enterando de las teorías de física cuántica y de hipótesis sobre las partículas, las líneas espacio-temporales y demás cosas del estilo que sencillamente, no son para mí porque no las entiendo y quizás el humor va a la par, pero reconozco que este aspecto no tiene importancia en la trama, aunque supongo que entender las teorías debe de aportar un aliciente extra para l@s lector@s a los que os guste la física. Respecto a esto, un detalle chulísimo de la edición es que se incluyen esquemas y croquis sobre las divagaciones de Gottie según va teorizando sobre lo que le ocurre. Por cierto, todo un acierto haber dejado las palabras y las expresiones en alemán como en el original. 

En resumidas cuentas, es una novela muy curiosa y muy original que entretiene por el mero hecho de querer saber qué está pasando con los momentáneos saltos en el tiempo porque nosotros al leer estamos tan perdidos como la propia protagonista. Resulta ser una lectura muy amena aunque a simple vista parezca demasiado densa con todo el tema de los agujeros de gusano y las paradojas temporales porque en el fondo no va de  eso, si no del pequeño drama personal de Gottie, una protagonista un tanto peculiar que debe afrontar a su manera a alguien muy importante en su vida, así que cualquiera pueda conectar fácilmente con la historia y el personaje principal.

*Termino dando las gracias a Puck Ediciones por el envío de un ejemplar para descubrir esta historia.

¿Tenéis ganas de leer esta novela?

¿Os gustan los romances juveniles?