Autor:
Jan Guillou
Título
Original: Vägen till Jerusalem
Editorial:
Ediciones Pámies, 2018
Traducción:
Mayte Giménez, Dea Marie Mansten y Frida Sánchez Giménez
Rústica
con solapas, 400 págs.
Trilogía de las Cruzadas #1
Género:
Histórica
Mediados del siglo XII. Götaland occidental, norte de
Europa.
Arn Magnusson, hijo de una noble familia emparentada
con los linajes reales noruegos y suecos, es enviado al monasterio de Varnhem,
donde recibe la mejor educación espiritual y terrenal de su época por parte de
los monjes cistercienses. Aprende también a manejar el arco y la espada, ya que
los religiosos han comprendido que su destino probablemente no sea el de
convertirse en hermano del monasterio, sino que será de mayor utilidad como
soldado de Cristo y defensor de la fe en Tierra Santa.
A los diecisiete años, Arn regresa a su hogar y se ve
envuelto en las intrigas de los pretendientes al trono de una Suecia destrozada
por las luchas por el poder. Y cuando Arn conoce a la dulce Cecilia, se da
cuenta de que este nuevo y peligroso mundo esconde otras sorpresas. Antes
incluso de que pueda pedir su mano, el joven comete un terrible error que
separará a la pareja y que le llevará a una guerra extranjera, en Tierra Santa,
para combatir contra los infieles durante veinte años…
Desde las heladas tierras del norte de Europa hasta
los sangrientos campos de batalla de Oriente Medio, Arn se enfrentará a feroces
caballeros, a poderosas reinas y a reyes traidores.
Nada más ver esta portada me interesé por la novela, que resulta que se
publicó por primera vez hace 20 años y Ediciones Pàmies nos trae una reedición
muchos más llamativa que la original. Nunca había leído nada acerca de las
Cruzadas, ni en adulto ni en juvenil, y sentía mucha curiosidad por conocer una
historia que se desarrolla en Tierra Santa por estos siglos porque estamos más
acostumbrad@s a ver algo así en pantalla pero menos en libros. Total, que
después de haber leído esta sinopsis, tenía la esperanza de que al tratarse de un
protagonista de 17 años, la novela de corte adulto se hiciera en parte juvenil
por la edad de su personaje principal. Al final no ha sido para nada el tipo de
novela que yo me esperaba pero aún así he encontrado aspectos salvables, así
que a continuación, entro en materia.
En general, he tenido dos problemas con esta novela aunque uno se debe
enteramente a mis expectativas, como podréis imaginar. Cuando leí la sinopsis
(algo raro en mí) me esperaba una historia de aventuras sobre un chico en
tierras extranjeras, con romance y traiciones aquí y allá, mucho más ameno que
lo que he encontrado. La historia es lenta y el argumento de la contraportada
es en realidad un resumen de todo lo que saldrá en la novela, puesto que con un
60% del libro leído aproximadamente, la amada Cecilia aún no había aparecido ni se la esperaba,
para que os hagáis una idea de a lo que me refiero. De hecho, la historia
comienza bastantes años antes de lo que se indica, un tiempo antes incluso del
nacimiento de Arn, el protagonista y las 100 primeras páginas ni siquiera está
presente en la trama. Aún así, una vez que comienza a tener relevancia vemos su
evolución (además de su crecimiento, porque comienza siendo un niño). Tras ser
llevado con los monjes, asistimos a su aprendizaje (religioso, espada, montar a
caballo…) y muchas de las conversaciones que tiene con sus mentores los monjes
nos muestran su inquietud juvenil y es una de los aspectos que más he
disfrutado. Se plantea cuestiones como por qué Dios, si prohíbe matar, permite
que se mate a los musulmanes en su nombre y otros planteamientos muy
interesantes a través de los cuales podemos ver la mentalidad de la época.
Los personajes más destacables son unos cuantos, además del propio Arn,
como el hermano Henri o el hermano Guilbert, con los que prácticamente se cría;
incluso su madre, Sigrid, al principio de la novela con su carácter de mujer
norteña. Pero más que nada destacan por importancia en número de intervenciones
porque realmente no están pensados para desarrollar su personalidad o sus pensamientos.
Resultado de esto es que resultan planos, entendiendo planos como que sólo
sirven como peones en la partida del autor para narrar unos hechos sin ahondar
en nada personal. No tiene por qué ser un defecto para un libro y en este caso,
tampoco diría que sea algo negativo, pero sí que me hubiera servido para
congeniar más con los personajes ya que la trama en sí no me estaba resultando
interesante. Cuando las dos cosas fallan, es cuando no consigo encontrarle
atractivo a la lectura. De hecho, en algunas ocasiones me he llegado a aburrir
porque prima el contexto sobre la trama y peca en exceso de datos y datos
puros de hechos, en vez de centrarse más en las personas a las que les pasan.
Sin embargo, tampoco he logrado congeniar con la pluma de Ja Guillou porque es
súper espeso en todo. Muchísimas páginas son de contexto histórico que sirven
más bien como documentación para otras novelas si estáis pensando escribir
sobre la época y la zona. Pero además, también en las páginas de trama pura se
va por la narración continua en vez de intercalar con diálogos o pensamientos de
los personajes. Por ejemplo, la media de páginas de narración sin diálogo son
20, interrumpidas por alguna intervención escueta de algún personaje para
seguir con otras 20 páginas sin diálogos. No puedo decir que he tardado en
leerlo porque el libro no es muy largo, pero sí que me ha costado avanzar en
muchísimas partes debido a la forma en que está escrito porque realmente la
trama sí que es entretenida si estuviera contada de otra manera.
Destaco sobre todo
ese afán por ambientar a la perfección todo lo que sucede alrededor de Arn y
los monjes de las escuela en la que se cría, pero diría que más de la mitad de
la novela es contexto histórico y me ha parecido demasiado, con la consecuente
sensación de densidad en la lectura. Además, el autor tiene una forma de
escribir en la que cuenta lo que pasa de forma muy llana (del tipo “Sucedió
esto, entonces pasó esto otro y más tarde, ocurrió aquello"), sin insertar
sensaciones o sentimientos de los personajes implicados. De todas formas, para
amantes de la historia será un libro súper completo porque describe con pelos y
señales todos los entresijos de reyes, gobernantes, batallas, matrimonios,
costumbres, etc. así que, teniendo todo esto en cuenta, puede ser una buena
lectura si buscáis algo adulto, serio y bien documentado.
En pocas palabras, reconozco la calidad de la novela porque es
incuestionable que Jan Guillou controla la época y el tema y tiene destreza al
narrar los hechos históricos en los que se basa la trama. Sin embargo, no he
logrado encontrarle el encanto a la novelización de esos hechos que podrían
haberse contado en forma de aventura épica y de forma mucho más dinámica. No
dudo de que lector@s más aficionados a la novela histórica pura disfrutarán mucho
más que yo de esta trilogía.
*Por último, muchísimas gracias a Ediciones Pàmies por la amabilidad
enviándome un ejemplar de la novela.
¿Conocíais esta trilogía?
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del autor?