Cuando Valentina, primera astronauta española, es
elegida para ir al espacio, ve cumplido el sueño de su infancia.
Tras dos años de formación junto al piloto Matt Hausberg, al fin está preparada para una misión de diez días. Hasta ahora, y para permanecer en el programa, ambos han logrado mantener separada su vida laboral de la sentimental, a pesar de la fuerte atracción mutua que sienten. Sin embargo, una vez en el espacio entran en una montaña rusa emocional que los lleva a desafiar las reglas no escritas de la NASA al respecto…, aunque ellos mismos desconocen que forman parte de una misión secreta.
Hace un par de años, en
plena pandemia, si mal no recuerdo, encontré de casualidad una cuenta de
Instagram súper alegre de una autora a la que no conocía de nada pero que en
aquellos meses tan deprimentes me daba un buen rollo y una alegría increíbles
con tanto colorín por todas partes. Casi al mismo tiempo descubrí que estaba
preparando el pistoletazo de salida de una serie de novelas románticas que
tendría en común un plazo: diez días. Para ello, ofrecía gratuitamente el
relato que sería la antesala de lo que estaría por llegar titula Diez días de sabor y que para mí sería
el rito de iniciación para averiguar si me gustaría leer algo más de una nueva
pluma dentro del género. Acerté, Clara Estival se unió a mi lista de autoras a
tener en cuenta y desde entonces siempre me ha gustado seguir de cerca su
contenido.
Así llegamos a este año, ya
que hace unos meses se publicó la que es ya la segunda novela de la serie y yo
he tenido el privilegio de poder leer ambas de seguido, sin tener que esperar y
recibiendo los libros en paquete lleno de cariño y de detalles que me han hecho
ilusionarme un montón con la lectura, que el contexto y el momento en el que
pillemos un libro cuenta muchísimo también. En esta primera novela lo primero
que llama la atención es la portada, en la que dos astronautas se lo están
pasando muy bien por ahí por el espacio. Son muchas las historias que recibimos
de cualquier medio, visual o escrito, en las que hay ciencia ficción, viajes en
naves, misiones espaciales… pero si intentáis pensar en todas aquellas en las
que pueda centrarse en el amor, os daréis cuenta de que cuesta sacar todos los
dedos de una mano. Así que a mí esta portada y la premisa con la que parte la
novela ya me atraía de por sí solo por salirse de lo común, que muchas veces es
lo único que pido al género romántico, siendo consciente de lo difícil que es
lograrlo.
Para mí, más allá de la
trama entretenida y del contexto en el que se desarrolla el romance, que me
parece de lo más atrevido, el gran hándicap que me ha impedido disfrutar a tope
de una historia completamente disfrutable para cualquier lector del género han
sido los propios protagonistas. Tampoco sabría decir exactamente que me ha
fallado de ellos pero supongo que por sus personalidades no me han terminado de
caer lo suficientemente bien o de interesarme tanto como me habría gustado. Hay
veces que simplemente no se conecta con los personajes y no es por nada
concreto. Estoy segura de que cualquier otro lector opinará exactamente lo
contrario que yo, que son geniales y que le han llegado al corazón, y tendrá
toda la razón porque tanto Valentina como Matt tienen cualidades para
ganárselo. Pero por lo que sea, a mí no me ha ocurrido. Por lo tanto, una vez
que se establece la relación entre ellos, mi atención ha decaído considerablemente
porque el único aliciente que podía tener para engancharme era ver cómo acaban
juntos.
Siempre he sido una lectora
más de slow burn y aunque aquí se
hace un amago de rivals to lovers,
porque la propia competición en la carrera espacial así lo exige desde el
inicio, pronto se ve la atracción y pasa a ser patente que ya son pareja aunque
no estén juntos estrictamente hablando. No es que reste interés a la evolución
de ambos como dúo, pero soy ese tipo de lectora que necesita más tiempo conocer
a la pareja por separado antes de querer que se junten. Aunque no me
malinterpretéis: ni es un instalove
en absoluto ni la relación se desarrolla de forma precipitada. En realidad, la
autora se toma su tiempo para que Valentina y Matt encaje como compañeros de
misión y también de vida, y poco a poco vamos sabiendo más cosillas de ellos.
Por lo demás, puedo
mencionar que el estilo de la autora, más allá de la trama, es lo que realmente
me ha hecho disfrutar de esta novela. Tiene una soltura y una agilidad que hace
que la trama avance a buen ritmo, sin largos periodos de páginas en los que no
ocurra nada relevante, todo va hacia delante y todo va fluyendo sin apenas
esfuerzo por querer seguir leyendo. Para mí eso ya es mucho, teniendo en cuenta
que atravieso un bloqueo lector que ya dura meses y que me impide disfrutar al
cien por cien de los libros que caen en mis manos, así que me parece que tiene
doble mérito haberme hecho sentir ganas de agarrar el libro en cualquier ratito
que tenía libre. Por lo tanto, cualquiera que se acerque a esta novela de Clara
de Estival con la intención de encontrar una trama interesante, una lectura
rápida y entretenida y unos personajes bien estructurados, puede tener la
tranquilidad de que saldrá encantado de este libro.
6/10
Dicho de otro modo, en
pocas páginas os encontraréis entretenimiento, romance y un contexto original
que se vuelve más y más interesante a medida que avanza la novela. Gustos
aparte, los personajes tienen carisma y una historia personal detrás que apoya
su forma de ser y cómo gestionan sus sentimientos. Seguramente esta misma
historia en manos de un ávido lector de romántica brille con más intensidad
pese a que mí no me haya deslumbrado, pero sí que me ha servido para lo que yo
necesito cualquier lectura: pasar un buen rato. A veces la intención misma de
los autores no es otra que esa, así que por mi parte quedo satisfecha y con la
intención de recomendar a esta autora y esta novela en concreto a todo aquel
que crea que le pueda gustar.
*Por último, muchísimas
gracias a Clara Estival por el envío del ejemplar con todo ese cariño.
Otras novelas de la autora reseñadas en el blog
¿Habéis leído alguna otra
historia de la autora?
¿Os gustan las novelas con escenarios espaciales?