Autora: Mariah Evans
Editorial:
Ediciones Kiwi, 2018
Rústica
con solapas /ebook, 448 págs.
Autoconclusivo
Género: Aventura, Romance, Histórica
1643 - Mumbai, Imperio mogol.
Fynes Chapman, reputado comerciante de Londres, es
escogido por la Corona británica para abrir una nueva vía en la Ruta de la
Seda. Fynes viaja junto a su hija, Katherine, con la Compañía Británica de las Indias
Orientales. Allí, les espera Arthur Wyatt, coronel que les acompañará en la
caravana hacia el Imperio chino. Arthur no esperaba a una mujer allí y, por esa
razón, verá todos sus planes alterados. Pronto iniciarán un viaje plagado de
adversidades.
Katherine guarda un secreto que la ha conducido hasta
esa arriesgada expedición. El descubrimiento de este por parte de Arthur hará
que la vea con distintos ojos. Ante las noticias de una nueva invasión, Fynes y
Arthur partirán para emprender unas fructíferas negociaciones con el imperio.
Un ataque inesperado hará que Arthur deba volver solo al caravasar,
descubriendo a su llegada que este ha sido arrasado y que han secuestrado a
parte de sus hombres y a Katherine.
Sin un ejército ni nadie que lo ayude, dispuesto a
darlo todo por la mujer que ama, afrontará en solitario una búsqueda tras las
líneas enemigas y una huida a contrarreloj en plena conquista de un imperio, a
sabiendas de que las fronteras con el Imperio mogol, su única vía de escape, se
cerrarán para evitar una invasión.
Una arriesgada decisión, en uno de los lugares más remotos y peligrosos del mundo, cambiará el rumbo de sus vidas para siempre.
Una arriesgada decisión, en uno de los lugares más remotos y peligrosos del mundo, cambiará el rumbo de sus vidas para siempre.
Una novela cargada de romance, aventuras y exotismo.
Ya he perdido la
cuenta de las novelas que he leído de esta autora y ahora que ya he probado con
varios de sus géneros, puedo decir con conocimiento de causa aunque sin
desmerecer el resto de sus géneros, que cuando más disfruto de su narración es cuando me
transporta a otras épocas para contarme historias preciosas como esta. Ya os he
hablado en otras ocasiones de lo mucho que me gusta cómo escribe Mariah Evans,
y que muchos de sus personajes se han quedado en mi corazoncito de lectora
fiel, sobre todo si hablamos de sus personajes masculinos que, en mi opinión,
casi siempre se caracterizan por llevar el peso del protagonismo.
Sorprendentemente, este no ha sido el caso y creo que esta novela se quedará en
mi memoria por lo entretenida y apasionante que es, pero no por sus personajes.
Aunque no adelanto más acontecimientos y voy por partes.
En Lágrimas de Arena viajamos hasta el
centro inexplorado de Asia, con una Ruta de la Seda incipiente y los colonos
ingleses del siglo XVII van intentando hacerse camino en nuevos puntos de comercio
para el Imperio de su Majestad. Fynes Chapman y su hija Katherine parten hacia allí al
servicio de la Reina como embajadores para empezar a comerciar con telas. El
viaje es peligroso y a Fynes no le hace ninguna gracia que su joven hija le
acompañe, pero ante la perspectiva de no volverle a ver y encontrarse sola en
el mundo, Katherine es una cabezota y no le da opción: va a ir y punto. Y si su
padre no ha podido convencerla, tampoco va a poder el estricto jefe de su
expedición, Arthur Wyatt, encargado de su seguridad y de que lleguen sanos y
salvos a su destino en el Imperio Mogol, atravesando la India y parte de China.
Aquí comienza una aventura con muchos peligros, tanto de la propia naturaleza
como por la convulsa situación política que hay en la zona, con emboscadas en
los caminos, las fronteras difusas y la propia cultura india, que no es que sea muy agradable para una
mujer (si no lo es ahora, imaginaos entonces).
Algo de lo que
adolece esta novela es que nos cuenta una historia bastante “conocida”, que
hemos visto miles de veces tanto en los libros como en las películas. Aunque no
lo comento como una desventaja, porque algo tendrá esta fórmula que nos sigue enganchando
aunque sólo cambien los protagonistas, ya que Lágrimas de Arena es lo que viene siendo una historia al estilo de El último mohicano o Memorias de África, en las que el
protagonista aventurero acaba encandilando a la jovencita de ciudad que se
embarca en un mundo inexplorado y regido por sus propias normas hasta que
empieza a conocerlas a través de los ojos de él. Partiendo de esta premisa, la
autora ha creado un dúo de personajes principales, Katherine y Arthur, que como
os habréis imaginado, se conocerán, discutirán, se aguantarán, se conocerán
mejor… y lo típico, como os digo. Siendo sincera, ni Katherine ni Arthur tienen
nada de especial que me haya hecho sentirlos como personajes inolvidables
porque considero que esta es más bien una novela de aventuras en la que el
romance tiene un papel importante.
Katherine es la típica jovencita amable, buena persona y querida por su adorable
padre, pero que no tiene a nadie más (muy de princesa Disney, vaya). Su
evolución es patente a lo largo del libro aunque poco marcada, ya que he visto
intentos de ser una mujer valiente, decidida y con un carácter fuerte pero a
veces pecaba de sobreactuación. Desde luego no es el prototipo de protagonista
que a mí me gusta, pero reconozco que su construcción es buena, porque desde
los primeros capítulos hay una flashbacks
en los que vamos conociendo su historia personal desde hace unos meses antes de
embarcarse en ese peligroso viaje y podemos ver de forma muy nítida la tierna
relación que tiene con su padre Fynes, una de los mejores aspectos que tiene la novela. Por su parte, el coronel Arthur Wyatt es un
tipo que ha sufrido lo suyo en el amor y en la guerra y que ha encontrado la
paz en la India, pese a su carácter estricto y a veces demasiado sobreprotector
que tan nerviosita me pone cuando leo. Su historia personal también es muy
emotiva y es una base solida para explicar su forma de ser hacia Katherine.
Ojo, no os penséis cosas raras que no tiene nada que ver con un comportamiento
machista pero sí que va de “machote”, porque a veces la trata como si fuera una
desvalida inútil que no puede viajar por la selva porque sus piernas de mujer
no lo resistirán o algo así. Todo ello contextualizado como debe ser porque no
había mujeres en los grupos de expedicionarios en las colonias hace 5 siglos,
obviamente.
Respecto a la
ambientación, nos encontramos con un trabajo bastante envolvente pot la amplia amplia variedad de descripciones. He
leído tan poquito acerca de esta parte del mundo, que he disfrutado muchísimo
con cada detalle que ha añadido Mariah Evans, desde el vestuario hindú, las
costumbres familiares o de matrimonio, el protocolo en los exóticos palacios,
el funcionamiento de los harenes de mujeres, hasta la política de la época y
las relaciones comerciales entre los distintos implicados por la zona. Como
apenas sé nada ni de este siglo ni de estos imperios, todo me parece poco. Sin
embargo, sí que he notado que a veces se introducían párrafos enteros con
muchos datos históricos que en realidad podrían haberse omitido o haberse introducido
de cualquier otra manera porque al final la sensación era como estar leyendo la
Wikipedia. No son muchos, es verdad, pero sí que agradezco más cuando son los
propios personajes los que me cuentan esos datos a colación de algo que esté
sucediendo porque si este recurso no se trata con cuidado, este tipo contexto
histórico queda un poco artificial. Por suerte como os digo, son pocas las
ocasiones en que tenemos este tipo de párrafos y el resto del libro fluye sólo
entre peligros, escaramuzas, conversaciones culturales y de costumbres, y ese
pequeña llamita del amor en tierras lejanas.
En definitiva, al
final resulta ser una historia preciosa sobre una aventura en una tierra
inhóspita y poco explorada en la literatura, con un ambiente exótico en el que
se desarrolla una bonita historia de amor. Si no conocéis a esta autora por
alguna de sus (variadas) novelas, este libro puede ser un buen contacto porque la
narración es muy fluida y el grosor del libro engaña. Se lee muy rápido,
continuamente les están pasando cosas durante sus viajes y siempre tienen que
estar saliendo de algún peligro o evitando algún contratiempo. Resumiendo, lo
que cualquiera calificaría de una aventura muy entretenida aunque no se sea
asidu@ al género romántico o histórico.
*Muchísimas
gracias a Ediciones Kiwi por haberme permitido leer esta bonita historia
enviándome un ejemplar con tanta amabilidad.
Otras novelas de la autora reseñadas en el blog
¿Conocíais esta novela o a su
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¿Os gustan los romances en
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