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lunes, 28 de agosto de 2017

RESEÑA Heredando el Amor





Autora: Natalia Román

Editorial: Romantic Ediciones, 2017

Ebook, 681 págs.

Autoconclusivo

Género: Romántica, Contemporánea, Realista, Drama.


Yésica es una joven hermosa que la vida no ha tratado bien, que huye de su peor pesadilla. Ese es el momento en que conoce a Francisco, un hombre de buen corazón y con fortuna. Él le ofrecerá un techo y la seguridad que necesita, y a cambio solo tendrá que hacerse pasar por su amante. El motivo no es otro que esconder su terrible enfermedad a su hijo Alex.

Alex es un hombre amargado por un desengaño del pasado, convencido de que jamás se debe confiar en una mujer. Por eso solo ve en Yésica a una cazafortunas que se aprovecha de su padre.

Pero del odio al amor solo hay un paso. El destino está dispuesto a jugar con Yésica y Alex. Un testamento les unirá en contra de su voluntad, despertando unos sentimientos que jamás creyeron volver a sentir.


Empiezo aclarando que no conocía esta novela ni a su autora hasta que Romantic Ediciones me propuso leerla y sin saber de qué iba (no suelo leer argumentos a no ser que no tenga ni idea de género o temática), acepté porque el título me pareció muy curioso y quería darle sentido. Reconozco que ha sido una buena recomendación por parte de la editorial, en el sentido de que la historia podía gustarme y así ha sido, porque definitivamente se trata de una buena novela que, ante todo, intenta no quedarse sólo en una historia de amor.

A grandes rasgos es eso, un romance que nace de forma poco convencional y hasta cierto punto, digamos, forzado por las circunstancias. Algo que me ha sorprendido de veras es que el acontecimiento al que parece llevarnos tanto la sinopsis como el título no ocurre en realidad hasta justo la mitad de la novela, de forma que podemos diferenciar claramente dos mitades. En la primera mitad tenemos una presentación de personajes bastante estructurada porque se nos van introduciendo poco a poco primero Yésica (para mí la única protagonista), después Francisco y por último, Alex (el chico de la historia). No os penséis que se trata de un triángulo amoroso porque nada más lejos. Desde el primer momento en que se cruzan Yesi y Alex, saltan las chispas y una alta tensión que ya quisieran las torretas de la red eléctrica, porque toda esta primera mitad es una relación de amor/odio justificado por las circunstancias, ya que Francisco se encuentra en medio de ambos de una manera que puede que no sea la que imaginéis.

Yésica es una buena protagonista, tiene una historia personal desgarradora sobre la que está construida toda su personalidad y sus reacciones ante lo que le va pasando. Aún a pesar de todo lo que le ha ocurrido y de los traumas que arrastra, despide un buen carácter y un halo de esperanza que hace que la novela no tenga un tono deprimente como cabría esperar si partimos de lo que sucede en el primer capítulo de la novela. No es que sea un personaje que destaque por ninguna cualidad en particular, lo cierto es que la chica es bastante normalita, pero tiene un encanto especial que hace que te caiga bien desde el principio. Además, y al hilo de lo que comentaré más adelante, sabe darle la réplica a su coprotagonista como se merece el muy…. Ahora os cuento.

Por su parte, Alex es el hijo del multimillonario Francisco, marido abandonado y padre de dos encantadoras hijas a las que ha aparcado en un internado porque no quiere relaciones personales con casi nadie de quien se pueda encariñar. También arrastra lo suyo, con un pasado de culpabilidad y el abandono del amor de su vida y madre de sus hijas sin muchas explicaciones. Este rico heredero de treinta y pocos se define a sí mismo como “posesivo, mandón y con mal genio” y la verdad es que borda su propia definición. En muy pocas ocasiones he logrado aguantarlo porque si bien no se acerca al machista sin remedio (de verdad que no), tampoco se queda para atrás cuando su orgullo de hombre se siente mínimamente herido. Prácticamente desde el principio comienza “odiando” a Yesi,  a la que cree una cazafortunas que ha engatusado a su padre por el dinero (algo que me parece lógico y justificado por los prejuicios que habría en una situación así si tenemos en cuenta que ella tiene veintipocos y Francisco unos 60 años). Pero una vez que acepta que siente algo por ella, aunque sea deseo, cada vez que se enfada a la mínima, no duda en llamarla “puta”, “fulana” y “calienta braguetas” (que no hay insulto que más denigre a una mujer que “calienta braguetas” como si la mujer debiera algo al que se calienta). En fin, que al final terminé aceptándolo porque por desgracia es un personaje bastante real y muy bien construido pese a lo mal que me caiga por estas cuestiones.

Más allá del romance central, para mí la novela destaca sobre todo por el trasfondo y los temas “secundarios” que aunque sirven como complemento de la trama principal, la verdad es que yo los considero el fundamento. Me estoy refiriendo, por ejemplo, al principio de todo esto, a lo que desencadena que la protagonista llegue a confiar en el buenazo de Francisco, un sesentón amable y de buen carácter que le propone un trato de lo más curioso: hacerse pasar por su amante para que su hijo no sospeche la grave enfermedad que le han diagnosticado y por la cual no puede exponerse a grandes esfuerzos por su delicado corazón. Sin desvelar mucho, es un trauma que poniéndome en su lugar, haría que yo no volviera a confiar en prácticamente ningún hombre. Además se puede entrever otro tema bastante peliagudo en algún personaje secundario como es la violencia de género o en general el maltrato y abuso de la mujer en cualquier sentido, y que sirve también para que seamos testigos de otro romance que se desarrolla en un segundo plano (muy monos ellos). Por la extensión que tiene la novela (aunque según iba leyendo creía que tanta página sería excesiva, al final resultó que no) también alcanza a tocar otros temas como la pérdida de un ser querido en accidente de tráfico o por culpa de una grave enfermedad como puede ser el cáncer.

Todo ello crea una atmósfera muy propicia para que el romance no se coma todo el protagonismo y logre enganchar muchísimo. Por si fuera poco, tenemos un par de “villanos” como dios manda, que se ganan todo nuestro odio como debe ser y que incluso nos conceden un final de verdadera angustia en varios capítulos. Así que si pasamos por alto las licencias literarias que se ha tomado la autora (sobre todo en cuestiones legales, por ejemplo, para que una herencia así fuera válida aquí en España, y lo que me choca más, la moralidad de aceptar tales condiciones por parte de los implicados sólo por hacer realidad el título de la novela, pero es que si no, no tendríamos novela) en conjunto la historia entretiene, puede hacerte conectar con las emociones y las reacciones de los personajes y lo que es más importante, intenta abarcar bastante más de lo que cabría esperar de un simple romance sin que resulte fuera de lugar y sin salirse del marco argumental.

 

En definitiva, es una historia de amor con sus más y sus menos, con un toque de originalidad porque el romance no se desarrolla como viene siendo habitual y resulta ser muy interesante ver cómo poco a poco dos personajes tan distintos, cada uno con sus traumas particulares, van conociéndose y enamorándose. Y sin embargo, como he dicho, lo que más destacaría son los temas secundarios que la autora se ha esforzado por incluir y que le dan un tono muy realista a esta novela que claramente es recomendable para quienes disfruten del género romántico.

*Para terminar, mi agradecimiento para Romantic Ediciones, porque muy amablemente me cedieron un ejemplar tras recomendarme esta lectura.

¿Conocíais esta novela o a su autora?

¿Os gustan las historias de amor poco convencionales?

miércoles, 23 de agosto de 2017

RESEÑA Arena Negra




Autora: Gema Bonnín

Editorial: Nocturna Ediciones, 2017

Rústica con solapas, 400 págs.

Bilogía Arena Roja #2

Género: Ciencia Ficción, Distopía, Acción.


En una Europa sumida en la miseria que ha recobrado tradiciones clásicas como las luchas de gladiadores, Faith ha superado su entrenamiento en la escuela lanista y está empezando a despuntar por ser una de las pocas mujeres que sobreviven en un deporte dominado por hombres.

Cuando la Federación la invita a participar en el famoso Torneo Crush, donde todos los combates se celebran a muerte, ella acepta con un único objetivo: sumar victorias para retornar a Asia y, así, vengarse del hombre que destruyó su vida.


Mucho he tardado en leer este final de la historia de neogladiadores de Gema Bonnín, porque en realidad mi idea era haber leído la bilogía seguida (aquí tenéis mi opinión sobre la primera parte) y al final han tenido que pasar un par de meses, pero no ha importado, porque Arena Roja se quedó tan presente en mi mente que prácticamente fue como continuar la lectura de la noche anterior. Porque sí, esta segunda parte empieza justo en el mismo punto en que terminó la primera, sin que haya saltos en el tiempo  (y eso que esta autora me tiene acostumbrada a los saltos en el tiempo pero de años).

El punto más fuerte de esta historia siguen siendo los personajes. Convencen porque no son del todo “buenos” ni del todo “malos”, sino que se mueven en la tonalidad gris que da un margen bastante amplio para que cometan errores, se den cuenta, rectifiquen o los vuelvan a cometer. Porque además sirven de conductor para otra de las mejores cosas que veo en toda la bilogía: los dilemas morales. Hay varios repartidos por las dos novelas y es muy interesante ver cómo se enfrenta cada uno cuando se plantean cuestiones como la esclavitud socialmente aceptada, la prostitución de lujo, las mentiras piadosas, la justicia confundida con venganza, etc.  

Faith continua siendo una protagonista con tanta profundidad como capas tiene una cebolla. Tiene su propia moral y siempre procura actuar en consecuencia, y aún así había momentos en los que no sabía muy bien cómo iba a reaccionar en determinadas situaciones. Junto a ella vuelve a estar Kristalis, su amienemiga de la infancia y a quien está unida por sus desafortunados destinos cuando las esclavizaron con 12 años. Ambas se compenetran y se apoyan a su manera para poder sobrellevar el duro día a día que les ha tocado vivir injustamente y esta es sin duda la relación que más me ha convencido de todas las que aparecen en toda la bilogía. También podemos seguir conociendo a otros personajes fundamentales como son Teseo, el mánager del grupo de gladiadores, o Elka, el mejor amigo de Faith. A pesar de aparecer como secundarios y en determinadas escenas, son suficientes para que lleguemos a conocerlos bastante bien. También os digo que al ser la mayoría de ellos gladiador@s compañer@s de Faith, no me permití cogerle cariño a ninguno de ellos en particular por si los dioses no les eran propicios en la arena, porque aquí es muy difícil sobrevivir desde el primer capítulo.

Tal y como acabó “Arena Roja”, Faith ha sido seleccionada para participar en un torneo mundial entero en el que compiten cientos de gladiadores de los 5 continentes, con combates simultáneos y muertes por todas partes. La tensión de las peleas, la angustia por los compañeros caídos y por los contrincantes derrotados y toda la gestión de que hace Faith de sus sentimientos es una gozada, porque no sigue tono habitual de las novelas de este tipo, que normalmente se regodean en la acción de la arena, recreándose en la sangre, las heridas y las vísceras. Al contrario, a pesar de ser combates de cuerpo a cuerpo, la verdadera batalla es totalmente emocional, con Faith debatiéndose siempre entre su objetivo, su conciencia y sus sentimientos.

Sin embargo, mi problema con esta novela ha sido su segunda parte, una vez que toda la acción termina, por así decirlo. En la segunda mitad del libro la historia va como hacia abajo, tanto en ritmo como en trama y el resultado es una especie de epílogo de la bilogía demasiado alargado, hasta el punto de que hasta prácticamente el final me costó en varios capítulos cogerle el gusto a la historia. No es culpa de Faith en realidad, porque su evolución sigue como una constante durante toda la novela, pero a falta de una trama más consistente, todo se centra en su venganza personal pero como a cámara lenta.

Quizás lo que me ha faltado en este cierre ha sido más agresividad, algo que en la primera parte se ve muy bien reflejado en las continuas peleas, combates o entrenamientos. A diferencia de “Arena Roja”, aquí tenemos muchos menos combates y mucha menos vida de gladiadora, porque todo se centra en un nivel mucho más introspectivo por parte de Faith. Además de la falta de esa violencia, por el contrario me han sobrado muchísimas escenas y casi todas relacionadas con el romance central. La culpa en realidad no es de la pareja en sí, porque me parece una relación pausada, natural y tranquila, sino que más bien mi reticencia ha sido continuamente hacia el pobre chico. Desde que empezó esta bilogía lo he tenido un poco cruzado, básicamente porque trabaja para “el enemigo” y el responsable de las desgracias de Faith. Que es cierto que el sistema esclavista no es culpa de Teseo, pero al contribuir al él, no he podido empatizar con él ni un segundo, ni tampoco comprender cómo puede conectar Faith si no es debido a algún síndrome de Estocolmo a lo bestia.

Respecto al final tampoco he quedado muy conforme, por lo mismo que os acabo de comentar y que sigue la misma línea de razonamiento. De hecho, creí que el final iba a terminar como parecía que se iba preparando en las últimas 100 páginas, pero de repente en las últimas páginas vuelve a dar otro giro y acaba de la forma habitual. Esto en sí no es algo negativo, es cuestión de gustos y habrá quien lo vea coherente y habrá quien no, pero lo que no se puede negar es que la historia acaba de forma cerrada y con su propia moraleja, otra cosa es que estemos de acuerdo.

El ritmo durante toda la bilogía es constante tirando a lento, en el sentido de que pasan muchas cosas pero no condensadas en pocos capítulos. La ambientación  tampoco es la típica de novelas futurista pese a que vemos ciertos avances tecnológicos y que obviamente las ciudades y el mundo en general, han cambiado, pero se trata más bien de un futuro basado grandes empresas que dirigen el mundo del ocio y el espectáculo, y todas las descripciones son tan visuales (muchas son de escenarios reales, de hecho) que no hace falta usar mucho la imaginación para poder hacernos una idea del entorno en el que se desarrolla cada escena. La narración tan cuidada y bastante madura ayuda bastante a leer con fluidez, además de los recursos de saltos en el tiempo, cambios de escena bruscos o frases lapidarias del tipo “No volvió a verlo nunca más”. Todo ello le da un toque muy personal al estilo de Gema Bonnín que hace que me guste leerla no sólo por lo que escribe sino por cómo escribe.


En definitiva, ha sido un broche final cargado de emoción más que de acción, pero que resulta adecuado mirando en conjunto la bilogía. El estilo de Gema Bonnín se afianza como uno de los que más me gustan y que nada tiene que ver con otras autoras juveniles, pues su toque pausado y maduro la hace destacar entre otras novelas del estilo. Si estáis buscando algo trepidante y rápido pensando en la típica distopía de moda, esta no es vuestra historia para nada, pero si en cambio os gustan las tramas que se van cociendo a fuego lento para poderlas masticar mejor, estoy segura de que disfrutaréis de la historia de supervivencia y justicia de Faith y los demás neogladiadores.

Otras novelas de la autora reseñadas en el blog

http://enmitiempolibro.blogspot.com.es/2017/05/resena-arena-roja.htmlhttp://enmitiempolibro.blogspot.com.es/2017/01/resena-legado-de-reyes-heredera.htmlhttp://enmitiempolibro.blogspot.com.es/2018/03/resena-la-dama-y-el-dragon.html


¿Habéis leído esta bilogía?

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viernes, 18 de agosto de 2017

RESEÑA Imperfecta Armonía



Autora: Paula Gallego

Autopublicado, 2015

Ebook, 202 págs.

Autoconclusivo

Género: Romántica, Realismo Mágico, Contemporánea.


Mel no ha tenido una vida fácil.

Los fantasmas de su doloroso pasado y un angustioso día a día hacen que se encierre más y más en sí misma.

Sin embargo, todo cambia cuando un joven, al que por alguna razón solo ella puede ver, irrumpe en su vida. Acostumbrada a la soledad y al silencio, Mel debe aprender a convivir con alguien que es totalmente opuesto a ella. Alegre y descarado, Jack complicará su costumbre de reservar sus sentimientos. Juntos, deberán averiguar cuál es el misterioso vínculo que los une en un relato donde el dolor y el amor caminan de la mano.


Con esta novela he ido completamente a ciegas porque confiaba plenamente en Paula Gallego, que ya me convenció con “13 horas en Viena” hace unos meses y cuya reseña podéis ver aquí. Sabía que “Armonía Imperfecta” es anterior y que no estaba respaldada por una editorial, pero teniendo talento, yo me fío de una autora a quien ya he leído sin dudarlo. Además, tenía que aprovechar que la propia autora organizaba una lectura conjunta, dejando unos días de promoción los ejemplares en Amazon, y simplemente no podía perderme la ocasión de comentar la historia con más lectores. Así que sí, esta vez con su novela autopublicada, Paula lo ha vuelto a hacer y me ha vuelto a convencer.

“Armonía imperfecta” tiene varias cosas destacables. La primera de todas son los dos personajes principales, porque la trama de esta novela queda en un segundo plano. Empezando por Mel, una chica que sufre una de las mayores lacras de la sociedad, el acoso escolar, con una personalidad fácil pero que arrastra traumas e interioriza todo de forma que la única escapatoria emocional que tiene es autolesionarse cuando nadie la ve. Y por otro lado, Jack, el chico invisible que por alguna razón sólo ella puede ver pero acaba dando un vuelco a toda su vida. Además, el pobre aparece de repente en su casa sin recordar nada más que su nombre y con una personalidad alegre que hace que Mel se planteé muchas cosas.

La trama, más que tratarse de una historia de acontecimientos, se centra precisamente en ese misterio: ¿quién o qué es Jack? ¿por qué no se acuerda de nada? ¿por qué sólo Mel puede verle? Y así sin darnos cuenta el libro se lee solo porque te mantiene con esa intriga hasta (literalmente) el capítulo final. Es quizás lo más sencillo que tiene el libro, porque en realidad aunque suceden cosas, todas están muy concentradas en muy corto lapso de tiempo y realmente no es tanto lo que ocurre porque yo diría que la importancia reside en Mel y Jack y el por qué de su encuentro en tan extrañas circunstancias.

Sin embargo, tras muchas teorías sobre la resolución del misterio central, tengo que decir que para mí personalmente ha supuesto una pequeña decepción no por el final en sí, si no porque ya había leído otras historias con la misma resolución y de alguna manera me parecía algo demasiado evidente, pero eso ya depende de lo mucho que cada uno haya leído y de la propia imaginación para auto spoilearos, obviamente. Y aún así, el final parece muy adecuado para todo el tono que tiene la novela, un punto y final para la historia de la relación que se establece entre dos personas con un trauma (una que sólo puede dejar de pensar en ello con una cuchilla y otro que no logra recordar por qué ha llegado a ese estado de invisibilidad). El binomio que forman los dos queda perfectamente resuelto y la relación se va desarrollando de forma muy natural mientras los dos van resolviendo poco a poco sus problemas personales.

En este sentido, os prometo que a pesar de los temas que toca, y que podamos sentirnos identificados en determinados momentos con lo que le ocurre a la protagonista, en ningún momento la novela cae en los tópicos de los dramones lacrimógenos y se puede leer por la simple curiosidad de averiguar el misterio central. Pero sobre todo, lo más destacable es la forma que tiene la autora de narrar todo esto sin que parezca la típica novela juvenil romántica con un toque mágico. El desarrollo de las emociones y los sentimientos te llega y te hace conectar con Mel (más que nada porque es ella la principal protagonista mientras que Jack queda en un segundo plano y sin punto de vista propio en la narración), independientemente de que hayas sufrido o no sus problemas o sus circunstancias. Tampoco las escenas más crudas como pueden ser las autolesiones o los momentos de acoso como tal son tan dramáticas como para que parezcan sobrecargadas de realismo, así que todo está tan su justa medida que resulta de lo más creíble. La realidad de Mel es la que es y eso queda reflejado por cómo se comporta y cómo gestiona ella sus propios sentimientos. 

Por otra parte, la extensión de la novela tampoco permite profundizar en otros personajes, que en realidad son bastante escasos y sólo podemos destacar un poco a su tía y otros dos chicos con los que Mel entable relación de manera distinta y que ambos nos provocan sentimientos totalmente opuestos, porque uno es adorable y el otro es odioso, objetivamente. La verdad es que la historia no necesita más personajes porque lo importante es resolver el enigma que supone Jack para Mel y conseguir que ambos aprovechen el apoyo del otro para conseguir avanzar, así que no se nota la ausencia de más interacciones. Prácticamente todas las conversaciones de la novela son entre los dos protagonistas y basta y sobra, porque son las que de verdad tienen importancia.

Para terminar, tengo que resaltar que a pesar de la temática y del trasfondo, se trata de una novela que es tan ligera que ni se nota la carga psicológica que tienen los personajes a través de las situaciones que se plantean, porque además prácticamente no hay descripciones en todo el libro, y además casi todo se desarrolla en un par de escenarios, como mucho tres y la mayoría de escenas tienen lugar en casa de Mel. Así que el ritmo tan rápido, el tono ligero y desenfadado y la narración prácticamente a base de conversaciones, hace que se lea muy bien en estos meses, que apetece algo más fresco.


En resumen, con esta novela Paula Gallego me confirma lo que yo ya sospechaba: tiene un talento especial para plasmar sentimientos muy profundos sin necesidad de recrearse mucho en la narración, simplemente transmite. A pesar de la sencillez de la trama y de la corta extensión de la novela, queda claro que no hace falta incluir páginas y páginas de drama para reflejar un problema horrible en la sociedad como puede ser el bullying o un infierno personal como puede ser la autolesión por diversos motivos.





Otras novelas de la autora reseñadas en el blog


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