Autora:
Amy Harmon
Título
Original: The Law of Moses
Editorial:
Oz Editorial, 2018
Traducción:
Cristina Ducrós
Rústica
con solapas, 336 págs.
Autoconclusivo (¿Saga?)
Género: Juvenil, Young Adult, Romance Inspiracional
A Moses Wright lo abandonaron en un cesto de ropa en
una lavandería cuando era un bebé recién nacido. Desde entonces, siempre ha
creído que no merece ser amado ni que nadie se preocupe por él y vive aislado
en su propio mundo. Pero entonces, Georgia, una joven decidida, terca y
valiente, se propone conocerlo mejor.
Todos intentarán convencerla de que se mantenga
alejada de Moses, un joven incomprendido y muy problemático, pero la atracción
que siente por él hará que ignore estas advertencias y siga el dictado de su
corazón.
Una preciosa
historia sobre nuevos comienzos y un amor eterno
Conocí esta novela cuando Oz Editorial la anunció como una de sus próximas novedades pero
no sabía mucho acerca de ella, ni siquiera conocía previamente a la autora, Amy
Harmon, pese a que sus libros me llaman la atención por las buenas críticas que
recibe. También influye que la portada sea así de sugerente y que hayan
respetado la imagen original, aunque yo también hubiera mantenido el título
original porque conserva mucho más sentido en relación al contenido de la trama.
En cualquier caso, me alegro mucho de haberme fijado en La ley del corazón porque no he parado de leerla y me sorprendía a
mí misma pensando en el siguiente ratito que tuviera libre para continuar, lo
que en mi caso es una muy buena señal de lo mucho que estoy disfrutando cuando
leo un libro.
Tengo que
reconocer que me esperaba otro tipo de historia completamente distinta porque
creo sinceramente que la sinopsis ni las frases promocionales le hacen justicia
a esta novela y en mi caso me despistaron muchísimo. Tenía en mente alguna
historia de amor sobre un chico problemático y la chica buena que intenta
hacerle cambiar, o por lo menos eso es lo que da a entender la contraportada. Y
aunque en la base puede ser eso, esta novela es mucho más que esos dos
estereotipos y su relación. Es más, tiene un componente paranormal que no se
deja ver en las promos y que según la propia autora es lo que la convierte en
un “romance inspiracional”, como me informó Virginia S. McKenzie muy
amablemente. En líneas generales, esta clasificación se debe a que incluyen
algún elemento cristiano o existencial, que se puede ver claramente en el
nombre del protagonista, Moses (Moisés en inglés).
La historia de
Moses comienza con un paralelismo con el de su homólogo bíblico cuando su
madre, drogadicta blanca, lo abandona en una cesta de lavandería a sus suerte,
tras lo cual va de casa de acogida en casa de acogida hasta su juventud. El
hecho de ser un mestizo negro con serios problemas para relacionarse con
normalidad hace que la gente del pueblo rehúyan su compañía y sea un chico
bastante retraído en sí mismo. Además, tampoco ayuda su talento para pintar a
gente muerta a la que sólo ha visto gracias a su particular “don”. Es un
personaje fascinante, con mucho carisma y una parte muy misteriosa que se va
desarrollando a lo largo de la novela. Es un outsider incomprendido que lucha para que no se cumpla lo que todo
el mundo cree: que sólo causa problemas y atrae la tragedia a todo aquel que se
le acerca. En realidad se trata de un chico que mira antes por los demás que
por sí mismo, que sólo quiere sentirse querido y que carga con un peso que
lleva en silencio por miedo a que lo tomen por loco. Por ello, su única vía de
escape es la pintura y los inquietantes murales que hace en paredes y muros, no
siempre con permiso del propietario, lo que le acarrea aún más problemas por
vandalismo. Así que a grandes rasgos, me quedo con que Moses no es el típico
chico que nos podemos encontrar en las novelas new adult, ni física ni psicológicamente y no podía haberme gustado
más.
Por el contrario,
con quien no he podido conectar la mayor parte de novela ha sido con la
protagonista femenina, Georgia. En realidad por nada en particular, simplemente
sus reacciones no conseguían llegarme y no sabría decir el motivo. Para empezar
en la primera mitad me ha parecido bastante inmadura, como si simplemente se
encaprichara de Moses porque le han dicho que se aleje de él, como si sus
sentimientos estuvieran sobreactuados porque apenas lo conoce pero está como
obsesionada; y en cambio, en la segunda mitad es precisamente todo lo contario
porque me parece más bien plana (por ejemplo, sobre todo con el giro trágico
que pega la historia a partir de la mitad, sus sentimientos ante una situación
así no me han terminado de parecer realistas). Además, en mi opinión la relación
entre los dos sucede demasiado rápido y con demasiada intensidad para el tiempo
que pasan juntos y parece ser más una cuestión de fascinación por parte de
Georgia y de dejarse querer por parte de Moses, y no de AMOR con mayúsculas, al
menos al principio. Pero lo que nunca me gusta encontrarme en un libro es que ese
enamoramiento se reconozca con esas palabras en la página 50 (otra cosa es que
sólo fuera algo físico, porque entonces no digo nada). Tampoco puedo decir que
sea una cuestión de instalove porque
ambos personajes se conocen desde niños aunque no hayan tenido relación y como
digo, me parece más un capricho de Georgia o fascinación por el chico
introvertido y misterioso “que está destinado a convertirse en delincuente”,
según las habladurías del pueblo.
En otro orden de
cosas, entre los secundarios cabe destacar únicamente a Tag, el mejor amigo de
Moses y otro bala perdida que parece ser el único que comprende por lo que está
pasando. Es el personaje que aporta un poco de humor en sus conversaciones con
Moses porque si no, la novela se hubiera quedado demasiado seria para mi gusto,
porque ni siquiera las conversaciones entre Georgia y Moses son lo
suficientemente distendidas a pesar de que se vacilen a ratos. De hecho, muchas
de esas conversaciones me parecen intrascendentes aunque reconozco que todas
las que versar sobre caballos (Georgia se dedica a la doma y la terapia con
estos animales para personas con algún tipo de problema) han sido de lo más
interesantes porque aportan bastante reflexiones sobre cómo comportarnos con
las personas. Además, alrededor de la trama principal, hay otra subtrama más
difusa cuando nos vamos dando cuenta de que hay un patrón en el que podemos ver
una serie de sucesos en los que varias chicas han desaparecido o han sido
halladas muertas. Por no hablar del final impactante con ese giro de los
acontecimientos y que es un dramón total que me dejó con un nudo en la garganta
y a punto de llorar por tanta emoción contenida.
La novela está
narrada por ambos puntos de vista, con escenas contadas tanto por Moses como
por Georgia, y todo en primera persona con capítulos cortos y muy ágiles porque
hay continuos cambios en la perspectiva de los personajes. También el libro
está estructurado en dos partes, de forma que la primera transcurre hace unos 7
años y en la segunda parte pegamos un salto en el tiempo y nos vamos enterando
poco a poco de lo que ha ocurrido en ese lapso de tiempo entre el antes y la
actualidad. No puedo comparar al ser la primera vez que la leo pero me ha encantado
la forma de narrar de Amy Harmon, y también porque creo que su punto fuerte son
los personajes más que la trama en sí. Su estilo es muy sentimental y aunque a
veces da rodeos para expresar lo que quiere transmitir, al final lo consigue de
una forma muy sutil, e incluso logra sorprendernos con los plot twist que hay repartidos por toda la novela, incluido el
final, que como os he comentado, es bastante difícil ir viendo por dónde va a
tirar la historia en el siguiente capítulo. Así que en general me he encontrado una sorpresa muy grata que
sin duda voy a querer repetir con más novelas de esta autora.
En pocas
palabras, me ha sorprendido tanto esta historia que aún no estoy segura de si
me ha gustado más o menos que lo que yo me esperaba, porque lo que está claro
es que no era esto que he leído. En cualquier caso, es una buena novela con romance,
dramas humanos, un toque sobrenatural y algún que otro misterio periférico. Lo
que tengo claro es que quiero seguir leyendo a Amy Harmon, ya sea esta serie de
libros (porque aunque esta novela sea autoconclusiva, hay una segunda parte, The Song of David con otros
protagonistas y, si no me equivoco, se trata de una especie de spin-off con un personaje secundario en
esta y que estoy deseando que publiquen en español) o cualquier otra de sus
historias publicadas. Desde luego es una recomendación estupenda para quienes
soléis leer romance juvenil o new adult,
pero también puede ser una buena opción para disfrutéis de los dramas
existenciales con elementos de novela paranormal.
*Por último, me gustaría
agradecer muchísimo a Oz Editorial por la rapidez y la amabilidad al haberme
cedido un ejemplar de cortesía.
¿Os gustaría conocer el “don”
de Moses?
¿Habéis leído alguna otra
historia de la autora?