Nuevo Enclave es un mundo árido y hostil, repleto de forajidos cuya única ley es la del revólver más rápido, e invadido por los bimorfos, seres humanos capaces de transformarse en enormes bestias.
La joven Mara Purple se ha criado con dos audaces cazadores de bimorfos que vagan por la llanura impartiendo justicia. Sabe rastrear, poner trampas y usar toda clase de armas. No hay enemigo ni adversidad que no pueda superar. El único enigma que Mara no consigue resolver es el de su propio pasado.
La vida de los cazadores de bimorfos da un giro inesperado cuando una de las ciudades más importantes del Estado de Ígnea aparece arrasada. Y todo apunta a que el responsable es un Corazón de Sombra, una oscura raza de bimorfos que se creía extinguida.
La clave para derrotar a tan temible enemigo se halla en las lejanas Ruinas de Morfia… Pero el viaje estará plagado de obstáculos. Y el destino de Mara se entrecruzará con el de Roy Journey, un peligroso bandolero con sed de venganza.
Ritmo frenético y una trama llena de sorpresas, con lugar para el misterio, el amor y la lucha por la supervivencia. Corazón de Rayo aúna lo mejor de la fantasía y el western en una aventura original con notas de steampunk.
Si os suena el nombre de Gabriel Sánchez García-Pardo no es porque lo hayéis visto por aquí, ya que este es mi primer contacto con una de sus novelas, pero seguro que os habréis topado con alguna otra de sus historias porque ya tiene varias publicaciones tan llamativas como esta, como El Vals de las Hadas Malditas y El Aprendiz Silencioso (ambas con Naufragio de Letras) o Cruzamundos (más tirando a middle grade, con Editorial Hidra). Llevaba un tiempo pendiente de este autor porque solo hay que mirar las portadas de sus novelas para querer leerlas si os gusta la fantasía juvenil y teniendo en cuenta las editoriales que apuestan por su trabajo, es fácil dejarse llevar y confiar. Así que eso hice, a pesar de que no tenía ni idea de lo que me iba a encontrar en este libro, más allá de lo que se muestra en esa cubierta tan atractiva.
Al comenzar las primeras páginas, llama la atención la estructura que tiene el libro y que siempre me ha parecido una apuesta arriesgada y a la vez admirable a la hora de ir armonizando las voces narradoras y los tiempos, logrando que el lector no se salga de lo que está leyendo debido a esas breves interrupciones. Me explico. La novela sigue ese patrón de las metahistorias, una historia dentro de otra, al estilo de La Historia Interminable o La Princesa Prometida y la verdad es que, sacando a colación estos dos clásicos, Corazón de Rayo tiene un aire de novela de aventuras y fantasía atemporal, con la baza original de ambientarse en un mundo y época alternativos semejantes al Salvaje Oeste en vez de un contexto pseudomedieval y aquí el que se quiere vengar de la muerte de su padre no se llama Íñigo Montoya sino que en Nuevo Enclave todos quieren vengarse por algo, que para algo estamos en tierra de forajidos de gatillo rápido. En este caso, la escena en la que se desarrolla esa primera capa de novela (sí, como si fuera el sueño dentro de otro sueño del señor Nolan, pues esta sería la primera puerta) transcurre en una noche lluviosa en la que un joven nativo (aquí llamados noholos) asiste con paciencia a una especie de ritual de transición a la vida adulta sobrenatural en la que debe escuchar la historia de sus antepasados más célebres de la voz de un ser ancestral incorpóreo que se pasa medio libro vacilándole y el otro medio lanzándole pullas, sin perder en ningún momento la solemnidad de tan trascendental ceremonia para el muchacho noholo.
De esta manera, la verdadera trama del libro es
esa historia que ese muchacho empapado e impaciente está escuchando y que el
lector va descubriendo a lo largo de 30 capítulos bien proporcionados tantos en
extensión como en ritmo. Así, conocemos de una parte un grupo de cazadores de
bimorfos, unas extrañas criaturas sobrenaturales con una doble naturaleza,
humana y monstruosa, que son capaces de transformarse gracias a la energía que
les proporciona un mineral místico llamado morf.
La acaparadora de la imagen de la cubierta es Mara Purple (por motivos obvios)
y tiene el inusual poder de absorber esa energía y dejar sin capacidad de
transformación a sus presas. Viaja con tres compañeros, con los que se ha criado desde muy niña: su padre adoptivo, Brock,
al que apodan injustamente Sin Corazón por el trágico pasado que
arrastra y que ha forjado su carácter rudo e implacable; Justus, un anciano
entrañable con una sabiduría poco convencional que desempeña el papel de abuelo
para Mara; y su fiel Bishop, un perrete que resulta ser también un bimorfo
inofensivo salvo cuando se transforma en fiera prehistórica. El grupo de
cazadores se dedica a ir poblado a poblado siguiendo las historias de ataques
de bimorfos humanos y acabando con sus miserables vidas y sus regueros de caos
y muerte. Juntos son familia y tienen una historia común muy sólida y
muy bien cimentada pero, por separado, cada uno de estos personajes resulta ser
tan interesante que no sabría decir qué historia personal me ha gustado más,
porque todos ellos tienen una mochila muy pesada a la espalda con la que han
llegado al inicio de este libro y que poco a poco van vaciando contándonos sus
pasados trágicos y mostrando que no son solo una chica de pelo morado, un pistolero malhumorado y un
anciano sin dientes.
Por otro lado, conocemos a una banda de forajidos sin piedad liderados por un chaval llamado Roy Journey, al que precede su leyenda como proscrito más rápido con su revólver y el más escurridizo de todo Nuevo Enclave. Bajo su mando actúan los gemelos Peacock, unos matones prácticamente a sueldo que solo se preocupan el uno del otro; la renegada “Loca” Miller, que no sabemos si en realidad se merece su mote o es parte de una fachada muy bien construida; o el gigante Munch, que usa su descomunal fuerza para todo menos para algo bueno y encima se ayuda de una especie de guanteletes mecánicos propulsados con energía morf para ser aún más bruto. En definitiva, un grupo de lo más diverso y con objetivos personales muy dispares, aunque mientras tanto les convenga permanecer juntos pese a que sus lealtades no sean precisamente para sus compañeros de fechorías. Podría parecer que los antagonistas quedan algo desdibujados en favor del grupo principal pero en esta novela los conceptos de héroes y antihéroes están muy desvirtuados y a medida que avanzamos no sabemos muy bien en qué categoría incluir a cada personaje, algunos porque su gama de grises es muy amplia y otros porque de verdad no sabemos en qué equipo juegan, si es que tienen un equipo o van por libre.
Por si fuera poco, tampoco los secundarios más relevantes se quedan para atrás en cuanto a desarrollo o evolución, y sus arcos argumentales también llaman la atención desde la primera escena en la que aparecen como, por ejemplo, Búho de la Tormenta, un muchacho noholo con una relación muy personal con Roy Journey y más de un secreto que cambiará los destinos de varios personajes, o el joven científico Ethan Moses, un chico tímido y encantador por su personalidad aniñada que tiene como único y mejor amigo a su propio androide autómata Chimhead (no podía evitar acordarme de otro androide mayordomo llamado C-3PO), un muchacho solitario por su peculiaridad y con dotes sociales limitadas, al menos hasta que se cruza en el camino de los cazadores de bimorfos y en concreto, en el camino de Mara, con quien parece conectar de una forma especial. Por todo ello, sin lugar a dudas, Corazón de Rayo combina una trama muy potente con una buena concepción y desarrollo de los personajes y ambos aspectos están equilibrados. Quizás, y solo quizás, habría necesitado una progresión más paulatina en la evolución (y descubrimiento) de uno de los villanos de la historia, que por suerte hay varios y están entre nosotros sin que lo sepamos. De forma demasiado radical, unos de los bad guys principales nos deja con la boca abierta y asimilando ese giro argumental hacia la recta final de libro. Aunque si bien no se queda atrás como personaje carismático, sí que me ha resultado demasiado brusca su conversión de un bando a otro (¿o es que nunca había salido de su verdadero bando…?) pese a que, como he dicho antes, las líneas entre ambos lados están bastante difusas y hasta podría comprender sus verdaderas motivaciones.
Sin embargo, yo diría que lo que más destaca al acercarse a esta historia es que se trata de un libro que mezcla múltiples géneros, aunque los principales son la fantasía juvenil con novela clásica de aventuras y una fusión perfecta entre western y steampunk, como si hubiéramos entrado en el mundo de artefactos mecánicos de Wild Wild West con una trama y unos personajes complejos del tipo Jonah Hex y lo hubieran decorado todo con leyendas sobrenaturales y de aventuras sacadas de El Llanero Solitario. En este sentido, el worldbuinding es alucinante y hacía tiempo que no metía tan dentro de una historia a esos niveles. Nuevo Enclave se asemeja a esas tierras colonizadas del oeste de América, con los mismos prejuicios y maltrato hacia los nativos que las habitaban previamente y todo guarda más o menos una perspectiva paralela a nuestra realidad, aunque con esa imaginación típica de las mejores estéticas steampunk (con vehículos voladores, locomotoras gigantestas, brazos biónicos, etc.). Por otro lado, aunque en la ambientación y en las relaciones entre personajes predomina el género western, la trama sigue básicamente un esquema clásico de fantasía. A pesar de que no se llega a nombrar directamente, la magia forma parte activa de ese mundo y las criaturas mágicas son un hecho. Los bimorfos, tanto humanos como animales, utilizan la magia que les proporciona una piedra mágica y que hace que se transformen en criaturas mágicas como golems gigantes de piedra o lagartos enormes voladores (ya me entendéis), de forma que cada uno de ellos domina un elemento mágico, como pueden ser el fuego, la tierra o el viento y debido a ello reciben sobrenombres muy exóticos como Corazón de Roca (de ahí el título, por cierto). Aunque, como digo, parte del mérito de que esta obra sea tan original, es que el autor no cae en ese patrón de las novelas fantásticas aunque lo siga, sino que le da un toque nuevo y propio, una forma de que el lector esté leyendo fantasía épica sin darse cuenta.
Llegados a este punto, lo último que me queda por comentar es el estilo narrativo. Como decía en líneas anteriores, no conocía a Gabriel como autor aunque seguía de cerca su trayectoria y su bibliografía, así que todo lo que tengo para poder opinar sobre su trabajo es esta novela, por el momento. Y no puedo decir que me ha haya llevado una sorpresa porque simplemente ha cumplido las altas expectativas que tenía respecto a él. Cumple con todo lo que promete: nos da entretenimiento del bueno, nos ameniza con un sentido del humor sarcástico e inteligente, nos mete en medio de batallas dignas de ver en alta resolución y nos deja que vayamos descubriendo todos los entresijos que unen a los personajes como si nosotros mismos fuéramos ese chico noholo pero desde el calor de nuestra casita. Algo me decía que su historia me iba a encantar así que me alegro mucho de haberlo podido comprobar. Si tuviera que decir algo mínimamente negativo del libro en sí, o más bien de la edición, sería que he echado en falta un buen mapa para poder situarme mejor en ese vasto mundo lleno de ciudades, desiertos, poblados, etc. Se nombran bastantes lugares que al final he terminado memorizando pero que, al principio, me costaba ubicar mentalmente, algo que creo que hubiera facilitado la inclusión de un mapa entre las páginas del libro. Por lo demás, no me puedo quejar ni un poquito porque he podido visualizar cada escena con las descripciones tan detalladas del autor en cada localización, casi he podido oler el polvo del desierto, sentir el bullicio del saloon y oír los silbidos de las balas en cada duelo.
En otras palabras, no se me ocurre nada más que decir que no sea esta historia va directa a las mejores lecturas que he podido disfrutar este año y en los últimos, que recuerde. Desde luego, no será la última vez que me lance a por una novela de Gabriel Sánchez García-Pardo y solo va a ser la primera en la que lo recomiende sin ningún tipo de reparo. En esta novela encontraréis pura aventura, un mundo de fantasía maravillosamente original y una historia para esos nostálgicos de las buenas películas del oeste con tramas de traiciones y venganzas, con relaciones complejas de familia elegida, amistad inquebrantable, romance incipiente o enemistad obsesiva. Es posible que de entrada pueda parecer una novela demasiado juvenil, pero lo cierto que su narración la convierte en una novela madura, reflexiva en muchos momentos, con buenos mensajes de concordia y diversidad, de respeto al diferente, de redención y de perdón. Si no sois lectores habituales de fantasía, quizás sea una lectura muy arriesgada para vosotros pero, por otro lado, nunca se sabe cuándo un libro va a cambiar tu forma de concebir los géneros literarios. Para todos los demás, si tenéis ocasión, ni lo dudéis, porque por algo se ha convertido en la novela finalista del Premio Gran Angular 2020 (y aquí podéis ver más información y algunos extras como la banda sonora).
*Para terminar, tengo que dar las gracias a Gabriel Sánchez García-Pardo por haber contactado conmigo y haberme propuesto esta increíble lectura enviándome un ejemplar.
¿Os gustan las novelas que se salen de lo establecido?
¿Conocíais a este autor o alguna de sus novelas?