Autor:
James L. Nelson
Traductor:
Pedro Santamaría Fernández
Título
Original: Fin Gall
Editorial:
Ediciones Pàmies, 2017
Tapa
blanda con solapas, 368 págs.
Saga nórdica en Irlanda #1
Género:
Histórica, Aventuras, Acción.
Año 852 a. C. Los vikingos llevan años haciéndose a la
mar, y han alcanzado en su afán saqueador las costas de Inglaterra e Irlanda,
donde pocos son los que pueden hacer frente al violento ataque de los fieros
escandinavos.
Al principio estas expediciones tenían como objeto
únicamente satisfacer la sed de botín de los nórdicos, pero ahora estos han
terminado por establecerse en las tierras atacadas, a pesar de encontrar una
feroz resistencia en cualquier enclave al que arriban. Tal es el caso de las
tierras de Irlanda.
De camino a un longphort vikingo conocido como
Dubh-Linn, los noruegos Thorgrim Lobo Nocturno y Ornolf el Incansable se topan
con un barco irlandés que transporta un preciado objeto: una corona. Los
atacantes vikingos se hacen con ella en un violento combate, ignorantes de su
significado para el pueblo de Irlanda y del poder que otorga al rey que la
ciña.
Los noruegos se verán sumidos en una espiral de
intriga y violencia en plena Irlanda medieval, donde los reyes locales luchan
unos contra otros y contra los invasores del norte para hacerse con el poder.
Thorgrim, acosado por sus enemigos tanto irlandeses como daneses, liderará a
sus hombres, los «invasores blancos», los fin gall, en la batalla de sus vidas.
Empezaré
diciendo que cualquier época y civilización me gusta de entrada, aunque obviamente,
tengo mis predilectas. Los vikingos son una de esas culturas que me llaman
especialmente la atención, sea en el formato que sea, así que no podía perderme
esta novela en cuanto la vi en las novedades de Ediciones Pàmies, a quienes
agradezco muchísimo desde ya la oportunidad de leerlo. Ya me imaginaba que
tendría mucha violencia y muchas batallas, porque para eso son rudos hombres
del norte los que protagonizan esta historia, pero la verdad es que mi sorpresa
ha sido encontrarme muchísimo más que simplemente acción y luchas entre tipos
con espadas, hachas y escudos.
La novela se
centra en una época en la que la situación política de Irlanda es muy
inestable, debido a las continuas luchas por el poder político, porque se
encuentra demasiado fragmentado en reyes tribales, reyes menores y reyes más
importantes que gobiernan sobre los demás. Para añadir más inestabilidad a la
isla, se encuentran sometidos a continuas incursiones desde el mar por dos
grandes grupos de vikingos: los que vienen de Dinamarca o Dubh Gall y los que
vienen de Noruega o Fin Gall. Estos últimos son los que dan título a la novela
en el original, precisamente porque los “buenos” de esta historia son un grupo
de noruegos liderados por el jarl Ornolf el Incansable, aunque creo que en
realidad el protagonismo se lo llevan su yerno Thorgrim Lobo Nocturno y su
nieto Harald Thorgrimson. Inexplicablemente, los tres forman una piña familiar
de lo más curiosa, para ser unos salvajes nórdicos que no se preocupan de
sentimentalismos.
La trama parte del
momento en que estos fin gall, por casualidades de la vida, se hacen con un
objeto mítico para los irlandeses: la Corona de los Tres Reinos, que deberá ser
ceñida por el verdadero rey de Irlanda que gobernará sobre todos los demás
reyes. Por unas cosas y otras, el joven Harald acaba siendo rehén en manos del
rey Máel, a quien está destinada esa corona, y todo lo demás a partir de
entonces gira en torno a las estrategias de ambos bandos por recuperar la
corona y a Harald (vivo, a ser posible), respectivamente. Y mientras tanto,
vamos conociendo a todos los personajes poco a poco, aunque algunos simplemente
no sabemos qué verdaderas intenciones tienen (como es el caso de los hermanos irlandeses
Morrigan y Flann, que se encuentra en medio de todo) A pesar de las continuas
batallas, la violencia desatada que se aprecia en toda la novela (porque aquí
cada uno quiere la corona para sí mismo) y lo salvajes que pueden ser unos con
otros (también entre los dos grupos de vikingos), sin duda, los lazos
familiares que unen a abuelo, padre e hijo, son algo con lo que disfrutar
muchísimo más la historia.
Thorgrim y
Ornolf tienen una camaradería que en muchos casos resulta cómica, y el cariño
que siente Thorgrim hacia su hijo Harald es entrañable. Sobre todo estos dos
últimos personajes son los más desarrollados, porque continuamente tenemos
capítulos desde sus puntos de vista, y así podemos llegar a conocer los
verdaderos miedos de Thorgrim con lo que él llama su “furia nocturna” que le asalta muchas noches y que apenas puede controlar; y
también podemos comprobar si la inocencia de Harald, que apenas tiene 15 años,
puede sobrevivir en esa tierra llena de enemigos que lo quieren muerto.
Además,
también tenemos capítulos con puntos de vista de las dos protagonistas
femeninas, Morrigan y Brigit, que no se quedan atrás en desarrollo. La primera
porque es un personaje con doble filo, esclava entre enemigos y con sus propios
intereses para la corona, y la segunda, porque es la hija del rey Máel y no se
comporta como debería hacerlo una perfecta princesa irlandesa, para desgracia
de su padre. Estos cuatro personajes han hecho que no quiera soltar el libro en
los poquitos días que me ha durado y eso que a mí me daba igual quién se
quedara la dichosa corona.
En realidad,
creo que lo que más me ha terminado enganchando al libro son las dos
“relaciones” que se establecen entre Thorgrim y la esclava irlandesa Morrigan,
y entre Harald y la princesa Brigit. Sobre todo las escenas entre los dos
adolescentes han conseguido hacerme reír en más de una ocasión, porque las
situaciones surrealistas que se crean ellos solitos por no entenderse con el
idioma son de las mejores cosas que tiene la novela. Y por supuesto, Harald
consigue hacerse un huequecito en cualquier corazón porque combina la
personalidad tosca de un buen chaval nórdico con una ingenuidad tan cálida que
es adorable en muchas ocasiones.
Así que a pesar
de que la novela tiene un tono de aventuras, intrigas de poder y estrategias de
batallas, creo sinceramente que el punto más fuerte son sus personajes, tanto
los “buenos” como los “villanos” (que en este caso, además de los ambiciosos
irlandeses, también tenemos a los traicioneros vikingos daneses). Por si fuera
poco, la historia se lee rapidísimo porque sus capítulos son muy cortos (tiene
unos 45, las mayoría de unas 5 o 6 páginas), casi todo son diálogos y párrafos
muy dinámicos, y tiene una narración tan fluida y tan descriptiva, que es muy
fácil visualizar que vamos navegando con los vikingos en su langskip en medio
de una tormenta, porque todas las descripciones son con todo lujo de detalles,
tanto de armas, como de vestimentas, como de jerga marinera. Todo un deleite
para cualquier amante de la novela histórica de aventuras.
Desde luego me
ha gustado muchísimo más de lo que me esperaba y eso que tenía las expectativas
bastante altas simplemente por titularse Vikingos y asociarlo con la serie de
History Channel. La novela histórica de aventuras es un género que siempre me
ha gustado, pero que normalmente me resulta lenta de leer (con excepciones) y
en este caso, me alegra mucho decir que no ha sido así para nada. De alguna
manera, el autor ha conseguido cautivarme con un ritmo tan trepidante y una
trama tan sencilla en apariencia, que he terminado enganchándome a todas las
peripecias de estos nórdicos sin apenas darme cuenta.
*Por último, me
reitero, muchísimas gracias a Ediciones Pàmies por la oportunidad de descubrir esta saga
enviándome un ejemplar con tanta amabilidad.
¿Sois apasionad@s de la
historia nórdica?
¿Habéis leído esta u otras
novelas sobre vikingos?