En el mundo de Alatea, la magia tiene sus propias reglas… Muy pocos consiguen el Gorro Estrellado. Muy pocos logran ser admitidos en la Torre Noctívaga.
Los Magos Errantes vagan por todo el Reino haciéndose cargo de las Escuelas de Enseñanzas Sencillas de las distintas poblaciones. Solo puede haber un mago en cada región. En la tranquila aldea de Alborada, sin embargo, han llegado a juntarse dos. Un hecho insólito y que podría significar algo terrible…
En estas extrañas circunstancias llega a la aldea Locuaz, un joven avispado y ansioso por aprender. Locuaz tiene un talento especial para la magia; no hay conjuro que se le resista. Su único problema es que de sus labios no puede salir el más leve sonido. Ni una sola palabra.
Este libro se publicó a comienzos de este año y desde entonces estaba en mi lista por el mero hecho de que conocía al autor por la editorial y por su anterior publicación con ellos, El Vals de las Hadas Malditas, título que a lo mejor os sonará y que a mí me llamó poderosamente la atención tanto por la portada como por el rollito gótico-fantástico que despiden esas palabras. Sin embargo, como suele pasar, hay libros que se pierden en el océano de novedades mensuales y simplemente va pasando el tiempo mientras leemos otras cosas, hasta que encontramos un buen motivo para dedicarles el tiempo que merecen. Mi motivo para leer El Aprendiz Silencioso en realidad se llama Corazón de Rayo, cuya reseña podéis leer aquí y que ha supuesto una de las mayores revelaciones de este y de años anteriores. Es curioso porque, cuando ficho a un autor, suelo intentar leer sus publicaciones en orden para poder ver su posible evolución a mejor y, precisamente, con Gabriel Sánchez García-Pardo estoy haciendo todo lo contrario aunque el resultado está siendo un éxito rotundo porque mientras escribo estas líneas, ya estoy planificando la que será mi tercera lectura de este autor. A falta de opinión fáctica, la intuición me dice que ya puedo incluirlo entre mis autores preferidos y de referencia, pese a que aún no haya cumplido con mi costumbre de leer tres libros de un autor para cerciorarme de que se merece estar en mi ránking.
A grandes rasgos, la novela tiene todo el tono y la apariencia de un cuento sacado del imaginario de los hermanos Grimm y, si obviamos que se trata de una novela fantástica que se desarrolla en un mundo inventado, podría estar perfectamente ubicada en alguna aldea del siglo XVIII en Centroeuropa, rodeada de bosques y de leyendas. Como ya pude ver en Corazón de rayo, el autor utiliza una técnica narrativa que me encanta y puedo confirmar que sabe manejarla con destreza y darle completa naturalidad para que no saque al lector de la trama: la historia dentro de otra historia. Esto es, el narrador es uno de los personajes que, en el “presente”, sentado en la fuente de la plaza del pueblo, cuenta los hechos del pasado que él mismo vivió años atrás ante una multitud de niños oyentes que lo escuchan tan ávidos como yo pasaba las páginas. De vez en cuando se va dirigiendo a su audiencia (al lector) y la sensación es completamente envolvente, porque sufre interrupciones en su relato, se va por las ramas y divaga o hace alusiones a su público (incluso en algún momento se le une otro narrador misterioso que se encuentra también en la plaza). De esta forma, somos parte de esa multitud de niños ansiosos por saber qué sucedió en esa aldea llamada Alborada muchos años atrás a través de la voz hipnótica del anciano cuentacuentos ciego Novelo.
La historia en general gira en torno a Locuaz, un muchacho que no emite sonido alguno pero cuyos pensamientos podemos ir deduciendo mediante la narración. Locuaz llega a la aldea con la misión de convertirse en aprendiz de uno de los dos magos que habitan en sendos molinos a ambos lados de las colinas que rodean Alborada (como bien refleja la preciosa portada que acompaña esta edición). El hecho de que haya dos magos en activo ya es de por sí una irregularidad para las normas mágicas vigentes, por lo que los mandamases de la magia sospechan que uno de ellos es en realidad un demonio camuflado que años atrás derrotó y mató a uno de los magos más poderosos del reino. A pesar de la anomalía, envían a Locuaz con una carta que indica que es el nuevo aprendiz del mentor que se encargue de continuar su formación de mago: bien el extravagante Clementius con su túnica de colores y su larga barba prototípica que se dedica a alegrar la vida de los habitantes de Alborada con fuegos artificiales de arcoíris, o bien la Magumbra, la hechicera oscura con extrañas marcas en la cara que habita en el tenebroso molino encantado y que parece estar detrás de los ataques de los espantapájaros (“funebros”, me encanta el nombre) que cobran vida cada noche. El problema es que Clementius ya cuenta con su propia aprendiz, Rim, una pelirroja encantadora que resulta ser la única persona amable con Locuaz, ya que ninguno de los otros chicos de la aldea le da la bienvenida como se esperaba el chico. Así que la única con vacante para un aprendiz es la Magumbra, sospechosa de ser un demonio, practicar la magia negra, huraña y amargada, una buena perspectiva para que Locuaz comience su aventura.
Como habéis visto con respecto al irónico nombre del silencioso protagonista, la elección de todos los nombres de los personajes es simplemente una maravilla de ingenio lingüístico. Todos están pensados a modo de paradoja o con un significado propio y muy sutil (Novelo, el narrador; Rim, que habla rimando; la Magumbra, la maga en la sombra, etc.). Por otra parte, yo diría que es el libro con la media más alta de personajes con alguna discapacidad física por página que he leído en los últimos años. El protagonista es mudo, el narrador es ciego, tenemos por ahí a otro en silla de ruedas, otra con secuelas estéticas (por decirlo de alguna manera) y no sé si me dejo alguno más. El caso es que en lo que respecta a los personajes principales, sus limitaciones no son invalidantes, ni mucho menos, y hasta podemos “ver” cómo el narrador habla casi con orgullo de cómo el resto de sus sentidos son superiores a los de los demás y le permiten percibir el mundo de una manera distinta, que no peor, que el resto de sus vecinos. Y lo que es mejor para redondear la historia: todas y cada una de las discapacidades tienen su relevancia y su significado en la trama, ninguna está por estar (que sería el argumento favorito de los que no soportan la inclusión de diversidad por el simple hecho de ser más enriquecedora y realista y no por cumplir con “cuotas”, como dirían), incluso aunque solo sea para que no las concibamos como desventajas al ver a los personajes capaces de todo.
El abanico de personajes secundarios es limitado, pero todos y cada uno de ellos ha captado mi atención por lo singulares y diferenciados que son. No se trata de una novela de personajes, sino que lo que importa es lo que les va ocurriendo y por ello tampoco es que necesiten una construcción en profundidad, pero todos ellos tienen una psicología propia que hace que sus actos tengan justificación en relación a su historia personal (conocida o no al inicio de la novela) y a su forma de ser. Tanto Clementius como los habitantes de Alborada son súper llamativos aunque la Magumbra, sinceramente, es la más fascinante por todo lo que conlleva su papel en la historia. El grupo de chicos que recibe a Locuaz y que, en pocas palabras, se dedican a hacerle bullying social, como Fisga y Perso (¿veis lo que os comentaba de los nombres?), no deja de tener su encanto, y más si tenemos en cuenta la evolución y la construcción personal de alguno de ellos. Los giros argumentales que introduce el autor entrecruzando sus objetivos y sus relaciones han sido impredecibles para mí y a la vez han supuesto el hilo en tensión que me ha mantenido completamente enganchada de principio a fin, emocionándome como si tuviera de nuevo doce años y estuviera leyendo mi primera novela de fantasía. Vamos, que he caído rendida ante los personajes, la trama, la ambientación y, de nuevo, ante el estilo de Gabriel Sánchez, porque me ha recordado esos primeros años de mi adolescencia en los que descubrí las historias de Laura Gallego, por ejemplo, y me emocionaba con esas pequeñas novelas de fantasía medieval como Finis Mundi o Mandrágora, en las que un libro sencillo puede llegar a ilusionarme de una manera muy compleja.
Para añadir más argumentos a favor, la edición es visualmente preciosa. El diseño de la portada de Alicia de Andrés tiene un encanto y un sentido de la elegancia, que solo con echarle un vistazo por fuera el libro ya es pura fantasía. Además, cuenta con ilustraciones interiores de la misma artista y con un mapa sencillo pero muy ilustrativo de Alborada y sus lugares más característicos, algo que para mí siempre serán puntos extra para cualquier historia. Todo en la novela acompaña para que sea una lectura ligera y entretenida, con mucho humor impregnando sus páginas y con un estilo de narración sencillo construido a base de buenos diálogos y descripciones concisas. Al mismo tiempo, cuenta con una maquetación y edición interiores que hacen que el libro se lea solo, puesto que lo único que he tenido que hacer yo ha sido ir pasando las páginas tan rápido que parecía que me estaba abanicando, ya que he podido leerlo en menos de un día, parando para comer y dormir porque poco tiempo más me ha dejado el vicio.
En otras palabras, para ser una novela tan cortita y con aspecto de cuento middle grade, incluso a pesar de haber probado ya con el propio autor, la sorpresa que me he llevado ha sido enorme porque no me esperaba en absoluto ese grado de calidad del argumento ni esa intensidad de los personajes en una historia aparentemente sencilla. No lo es para nada. Está repleta de aventuras para tener muy pocas páginas y guarda muchas emociones, nos presenta una gama de personajes inolvidables con una evolución muy solvente y nos mete en una trama que de lo simple que parece su premisa, nos esconde muy bien sus giros radicales y pequeños misterios. Así que no tengo ningún reparo en recomendar sin condiciones esta novela y, por descontado, a su autor. En serio, si no os animáis con esta, elegid cualquiera de sus otras novelas si sois lectores habituales de fantasía porque hay muchas probabilidades de que os acabe encantando como a mí porque Gabriel Sánchez García-Pardo me ha vuelto a demostrar que el verdadero mago de las palabras es él y que va camino de convertirse en uno de mis autores de referencia en el panorama nacional.
*Por último, muchísimas gracias a Naufragio de Letras por haberme proporcionado un ejemplar para disfrutar y a Gabriel Sánchez García-Pardo por haberme propuesto su novela.
**Os enlazo aquí un artículo del propio autor con un montón de curiosidades sobre la novela y sobre su proceso de escritura e inspiración.
→ Desconozco la autoría de las ilustraciones que no llevan firma de esta entrada, ninguna de ellas me pertenece y la fuente de búsqueda es Pinterest, sin que se indiquen los créditos.
Otras novelas del autor reseñadas en el blog
¿Conocíais a este autor o sus novelas?
¿Os gustan los cuentos juveniles de fantasía?
Hola, gracias por la reseña. Me la apunto para enero. Saludos y buenas lecturas
ResponderEliminarSiempre me ha llamado el autor, pero me inclinaba más por leer El vals de las hadas malditas... ahora me has convencido para leer este libro también jajaja
ResponderEliminarMuchas gracias por tu reseña :) me alegro de que lo hayas disfrutado
No conozco al autor, pero por la sinopsis y tu reseña creo que se merece una oportunidad.
ResponderEliminar¡Hola! Me alegra que sea una historia de la que has disfrutado. Personalmente no es una lectura que me llame especialmente la atención, por lo que en esta ocasión prefiero dejarla pasar. ¡Nos leemos!
ResponderEliminar¡Hoooola, bonita!
ResponderEliminarTodavía no he leído nada de este autor, pero los libros que tiene publicados hasta la fecha me llaman muchísimo la atención, en especial este. Espero poder hacerme con alguno de ellos pronto para probarlo, que he leído muy buenas opiniones.
Un besote, nos leemos
Buenas. A pesar de tu reseña y de todo lo que cuentas no ha conseguido llamarme. No es una trama en la que ahora mismo me quiera sumergir. ¡Nos leemos!
ResponderEliminarHola guapa
ResponderEliminarNo suele ser un género que suela leer a menudo, de hecho casi nunca,pero me ha resultado muy interesante lo que cuentas sobre sus personajes y que tengan alguna discapacidad. Es un detalle que no suele verse mucho en un libro o al menos tantos personajes juntos. Me alegro mucho que hayas disfrutado de la obra y que sigas leyendo al autor.
Besos
M&B
Hola
ResponderEliminarProbé con este autor con El Vals de las Hadas Malditas y fue una cierto, tengo pendiente estos dos que mencionas y necesito leer este, es que tienes una manera de traer las cosas que es que urgen hacerme con esta historia
Un bes💕
m&b
Eliminar¡Hola! A mí me llama más Corazón de rayo, lo veo más de mi estilo y creo que podría disfrutarlo. Con este no creo que me anime. Un besote :)
ResponderEliminarHola
ResponderEliminarA mi la fantasía no suele llamarme en demasia, aunque este está logrando conquistarte.
Tendré que mirar y salir de mi zona de confort,.que me estoy perdiendo grandes autores y libros
Un saludo
Tanya
M&B
¡Holiii!
ResponderEliminarNo conocía el libro, pero tampoco me llama... No soy muy de fantasía. Así que lo dejo pasar. Me alegra que lo hayas disfrutado.
Gracias por la reseñaaa :)
Un abrazo
Uf, me tientas, pero no logras convencerme. El argumento me llama y algunos de los puntos positivos que destacas hacen que quiera leerlo, como lo de la edición y la inclusividad, pero temo que le falte profundidad y que no sea tan madura como me gustaría. He leído varios infantiles y no suelen ser lo mío.
ResponderEliminarUn saludo,
Laura.
¡Hola!
ResponderEliminarMe alegra que te haya gustado tanto ^^ Yo aún no he tenido oportunidad de leer esta novela, pero ganas no me faltan, y que sea tan cortita anima, y mucho. Me ha dejado con ganas de más lo que comentas de la técnica narrativa del autor, que aunque yo lo he leído en "El vals de las hadas malditas", estoy segura de que esta será diferente en otros aspectos, y hasta los nombres de los personajes me han encantado jajaja Además, que la novela contenga un mapa es un enorme punto a favor, así que entre unas cosas y otras, espero animarme este año a leerla, que pinta genial y seguro que la disfruto muchísimo :)
Gracias por la reseña. ¡Besos!