RESEÑA Artífices del Azar

Autor: Yoav Blum

Título Original: The Coincidence Makers

Editorial: Alianza de Novelas, 2018

Traducción: Roser Lhuch i Oms

Rústica con solapas / ebook, 296 págs.

Autoconclusivo

Género: Realismo Mágico, Humor

¿Y si la bebida que acabas de tirar, el tren que acabas de perder o el boleto de lotería que acabas de encontrar no fuera un suceso fortuito? ¿Y si este suceso formara parte de un plan mayor? ¿Y si no existiesen los encuentros casuales? ¿Y si unos desconocidos decidieran nuestro destino? ¿Y si estuvieran planeando incluso el destino del mundo?

Dan, Emily y Eric son artífices del azar, miembros de una organización secreta dedicada a crear coincidencias. Estos sucesos en apariencia aleatorios son, en realidad, cuidadosamente orquestados y puestos en marcha por los artífices del azar para desencadenar cambios importantes en la vida de sus objetivos: futuros amantes, científicos a punto de realizar un descubrimiento y atormentados artistas faltos de inspiración.

Un día, Dan recibe la misión de mayor nivel que jamás ha visto, y que resultará ser la coincidencia más complicada y peligrosa que ha tenido que organizar. Esto cambiará las vidas de los tres artífices del azar y les enseñará la auténtica naturaleza del destino y el libre albedrío y el verdadero significad del amor.

¿Alguna vez os habéis planteado si todo ocurre por una razón o si hay algo que sea fruto de la casualidad? Esta novela da una respuesta hipotética a esa pregunta tan existencial a través de una trama original y llena de pequeños planteamientos acerca de esos sucesos que a priori parecen fortuitos en nuestras vidas. Antes de empezar a leer no sabía muy bien qué esperarme de esta propuesta de lectura porque no había leído la sinopsis ni me había fijado en que era una de las novedades de este año hasta que me la recomendaron desde la editorial. Viendo un poco el género por encima vi que podía ser una historia cuanto menos curiosa, así que no me importó probar con algo distinto. Y vaya si me ha encontrado algo diferente. Esta novela no se parece a nada que yo haya leído anteriormente y me parece más el argumento de una serie al estilo de Fringe que una historia para leer. De hecho, este libro parece directamente sacado de la mente del director Christopher Nolan, o por lo menos hay ciertos paralelismos con la idea central de Origen (Inception) y la premisa de la que parte esta novela.

Así a grandes rasgos, se nos presenta una organización secreta que actúa en el backstage de la vida, por decirlo de alguna manera. En esta organización hay diferentes “departamentos” que se encargan de distintos ámbitos de los seres vivos. Por ejemplo, hay tejedores de sueños que se encargan del subconsciente o amigos imaginarios que hacen compañía tanto a niños como a adultos solitarios. El protagonista, Dan, y sus amigos Emily y Eric, pertenecen a los artífices del azar, un grupo que se encarga de crear las situaciones y las circunstancias propicias para que sucedan cosas que se supone que deben suceder de acuerdo a un plan superior. De esta manera y al ser aún artífices del azar principiantes, se encargan de crear casualidades sencillas como un choque en una esquina para unir a una pareja, hacer que los poetas tengan inspiración o lograr que alguien consiga el trabajo de su vida o abandone un empleo que le hace desgraciado.

Al principio puede resultar un poco caótico hasta que se entiende la mecánica de su actuación pero os aseguro que sólo son las primeras páginas y que se debe a que es mucho mejor ir descubriendo poco a poco cómo actúan los artífices del azar. De hecho, vamos viendo su trabajo a medida que Dan va realizando sus tareas y mientras comenta sus éxitos con Emily y Eric. Dan está a gusto siendo artífice del azar y ayudando a los enamorados destinados a encontrarse porque él mismo está a salvo de enamorarse desde que perdió el contacto con Casandra, a la que conoció cuando ambos eran amigos imaginarios. Así que ni siquiera se ha fijado en cómo Emily suspira por él y mantiene la esperanza de ser algo más que su amiga a la vez que empieza a planear su propio plan de casualidades para que el destino los una. La complicación llega cuando Dan recibe un sobre enigmático con su próxima misión, de categoría mucho más elevada a su rango y con implicaciones que pueden afectar de manera radical a sus vidas.

No diría que es una novela de personajes porque tengo la sensación de que son meros instrumentos para lo que de verdad importa, que ni siquiera es la trama, sino que se trata de removernos algo por dentro ante las decisiones que toman Dan o Emily, los pensamientos que se les cruzan cuando tienen las vidas de los demás en sus manos o los sentimientos que les provocan saber que ellos mismos no tienen el control de sus propias vidas. Tampoco hay grandes secundarios de renombre si no que de vez en cuando Eric hace su aparición o se menciona a Casandra, el antiguo amor de Dan. Sin embargo, hay un par que al menos sí destacan por lo misteriosos que son. El primero es el General, el instructor de la escuela de artífices del azar que se encarga, lección tras lección, de enseñar todo lo necesario para convertirlos en buenos titiriteros de las casualidades. Sus clases son geniales porque se basan en pequeñas pruebas que los tres amigos tienen que ir superando, fallando y aprendiendo de sus errores. Y por otra parte, la figura de Pierre, el artífice del azar de alto rango que recluta a Dan para su nueva misión y que también le plantea decisiones imposibles y dilemas morales.

Por lo demás, no creí que una novela de estas características se pudiera leer con tanta rapidez porque así a simple vista parece hasta complicada de entender. Sin embargo, con este planteamiento existencial, del amor y del destino es fácil engancharse a la historia porque resulta curiosa simplemente con ir leyéndola poco a poco. Reconozco que estuve a punto de calificar como error el hecho de que esté narrado mezclando los tiempos verbales (incluso llegué a pensar que era una mala traducción) pero desde el momento en que caí en el detalle, ahora sencillamente me parece una genialidad por lo que implica: pasado, presente y futuro son una misma cosa para estos tramoyistas que manejan los focos de nuestras vidas entre bambalinas y el prólogo es una muestra perfecta de este aspecto de la novela. Toda la historia sigue un entrelazado muy inteligente que nos hace reflexionar continuamente y que le da un nuevo sentido a lo que conocemos como “efecto mariposa”. Desde luego, he quedado alucinada por la ambiciosa imaginación que tiene este autor.

En resumen, una historia que me ha fascinado por la implicación de lo que se atreve a plantear: ¿somos realmente dueños de lo que nos ocurre o hay “alguien” que se encarga de mover nuestros hilos? Yoav Blum tiene una imaginación desbordante y hace unas reflexiones sobre el amor, el destino y la vida misma que me parecen abrumadoras pero que cumplen a la perfección su objetivo de hacernos pensar más allá de la propia lectura. Sinceramente, creo que es de estas historias en las que con una segunda lectura descubrimos más cosas entre líneas, pero nada más acabar de leerla por primera vez, siento la necesidad de recomendársela a todo el mundo, independientemente de vuestros gustos, sobre todo porque sé que como a mí, a tod@s nos gustaría saber qué o quiénes son los verdaderos responsables de las decisiones que nos parecen nuestras.

*Termino dando las gracias a Alianza de Novelas por el envío del ejemplar porque de otra manera no me habría cruzado con esta maravillosa novela.

¿Conocíais esta novela o a su autor?

¿Os gustan las historias originales que os hacen pensar?