RESEÑA Respira

Autora: Paula Gallego

Editorial: Ediciones Kiwi, 2019

Rústica con solapas /ebook,  236 págs.

Autoconclusivo

Género: Romántica, Contemporánea, Juvenil

Una ciudad de santuarios y fantasmas, un error cometido hace mucho tiempo y… un balcón. Eri Nakahara es la chica de las máscaras. Ha vuelto a Kioto después de cuatro años para llevar a cabo un plan que implica acercarse a Kaoru Hanazawa y ganarse su confianza. Sin embargo, Kaoru podría no ser la persona que ella esperaba, y traicionándolo a él se destruiría a sí misma en el camino. Eri sabe que las emociones más humanas son las más peligrosas y deberá tener cuidado para no quemarse. ¿Será capaz de cumplir la promesa que se hizo aunque ello signifique sacrificar algo mucho más importante?

Ya he perdido la cuenta de todas las novelas que he leído de Paula Gallego, pero a día de hoy es una de mis autoras favoritas desde hace un par de años, cuando además la descubrí medio de causalidad con 13 horas en Viena. Si sentís curiosidad, tenéis todas sus novelas reseñas en el blog y sólo tenéis que clickar en las portadas que encontraréis más abajo. Pero ahora mismo la novela que me tiene con los sentimientos muy arriba es Respira, bien cerradita e independiente, además de ser una novela corta, por si os queréis animar a conocer a esta autora con algo ligero y rápido.

En primer lugar, lo más llamativo que tiene esta novela es la ambientación oriental que tiene pues la historia se desarrolla en Japón en la actualidad y prácticamente es el único dato que sabía yo antes de empezar a leerla. Me alegra ver que cada vez más autor@s se lanzan a situar sus historias contemporáneas en tierras asiáticas gracias al auge de los doramas y de la música K-Pop, y así también respiramos de tanto romance "a la americana". Así que en este sentido ha sido, literalmente, un soplo de aire fresco con tanto cerezo en flor. En concreto, la autora nos traslada a Kioto, nos describe sus lugares más emblemáticos y nos transporta al interior de sus templos y de sus parques sagrados. Una auténtica gozada si nunca habéis estado allí porque es como estar viendo fotos a la vez que vamos leyendo gracias a las descripciones inmersivas que hace Paula Gallego en medio de las escenas.

En esta ocasión, tenemos una novela protagonizada por dos jóvenes que no han tenido vidas fáciles pero que lo sobrellevan como buenamente pueden. Kaoru guarda un pasado conflictivo y ha dejado atrás la vida que tenía con sus padres en Osaka para irse a vivir a Kioto e intentar compaginar su carrera universitaria con su trabajo en un restaurante. Un día descubre que tiene nueva vecina en su apartamento y que como a él, le gusta salir al balcón que ambos comparten separado por una barandilla. Eri es una chica callada y solitaria que se mantiene alejada de todos y parece no querer crear vínculos con nadie. Sin embargo, una misión la ha llevado hasta Kioto y se ve obligada a relacionarse con Kaoru. Lo que no imagina es que esa relación se vuelva tan estrecha, pero es que Kaoru y su encanto y simpatía personal le ponen realmente difícil mantenerse firme en su decisión de que la vida del chico no le importe lo más mínimo antes de que tenga que destrozársela. O al menos, esperaba no destrozarle también su corazón.

Con esta premisa nos vemos dentro de una relación ambigua entre la lealtad, el deber y el sentido de la justicia, pero también entre la esperanza y el amor lejos del pasado. Además, ambos protagonistas son la dulzura personificada cuando están juntos. Recalco “cuando están juntos” porque en realidad por separado y con sus historias personales a la espalda, ambos son personajes de armas tomar, en el sentido más puro de la expresión. Tanto Eri como Kaoru saben luchar y utilizar armas tradicionales japonesas porque la vida los ha obligado a saber defenderse y también a atacar para sobrevivir. Pero por todo lo demás, son blanditos como un algodón de azúcar rosita. Por un lado, Eri tiene una misión que la lleva a elegir el apartamento al otro lado del balcón de Kaoru, que por su parte no entiende por qué la chica lo tiene en un continuo tira y afloja porque es evidente que ambos se atraen pero ella no para de separarse al mínimo acercamiento. Este es el principal misterio que nos aguarda en tan poquitas páginas que tiene la novela pero no hacen falta más, porque aunque uno de mis miedos al comenzar era que todo resultase demasiado acelerado, Paula Gallego se encarga de darle profundidad cuando falta longitud, así que no ha sido problema.

Por cierto, hago inciso para dedicarle unas palabras a la gastronomía japonesa, porque la autora se ha encargado de que estuviera babeando de hambre en cada capítulo con los menús tan suculentos que monta cada vez que los protagonistas “quedan” para cenar juntos como buenos vecinos de balcón. El detalle está más que justificado porque Kaoru es cocinero profesional y no desaprovecha la ocasión para impresionar con sus dotes culinarias a la chica de sus desvelos. Este y otros aspectos de la cultura japonesas son más que evidentes y muestran el trabajo de documentación que hay detrás de una novela de estas características, sencilla en apariencia. Por ejemplo, el tema de la mitología y de las leyendas es simplemente súper interesante, y muchas de las historias os sonarán, irónicamente, a chino. Para mí ha sido un elemento más para adorar esta novela porque todo lo que sea mitología de cualquier cultura me deja embobada, pero es que además la autora lo va intercalando de manera muy sutil y entretejida con la trama, sin que apenas se note y sin pasarse con sobreinformación.

Como sabréis si ya la habéis leído, esta autora no pierde la ocasión de hacernos sentir en cada escena todo lo que van sintiendo los protagonistas, pero si no habéis tenido la suerte de cruzaros antes con alguna de sus novelas, os aseguro que es imposible no emocionarse con los sentimientos y los pensamientos que va desarrollando sin apenas mencionarlos. Es decir, podemos ir viendo el miedo, las inseguridades, la atracción, la responsabilidad, la lealtad…. sin que se nombren ni una sola vez pero sí que podemos identificarlos gracias a la construcción tan realista que tienen los personajes. Esto viene siendo habitual en esta autora, porque aunque en sus novelas no abunden los personajes, los pocos que hay están configurados en tres dimensiones para que veamos no sólo lo que les va ocurriendo, sino también lo que les persigue de su pasado y lo que anhelan del futuro. Además, la novela tiene frases memorables y aunque yo no soy de post-its, sé que much@s llenaréis el canto del libro de colorines.

8/10

A modo de resumen, creo que es una de las novelas más sencillas y a la vez más complicadas de esta autora porque la documentación que hay detrás de una cultura que no es la nuestra se aprecia muchísimo y se nota en el resultado final. Si nunca habéis leído a Paula Gallego, puede ser una opción estupenda porque no es abrumadora en cuanto al número de páginas y tiene una trama sencillita a pesar de que haya algo de complejidad en la subtrama por detrás del romance principal. En cambio, si ya la conocéis, esta es otra oportunidad para disfrutar de la forma tan emotiva que tiene de escribir.

*Muchísimas gracias a Paula Gallego por haberme concedido el honor de leer esta novela como lectora cero; no sabe lo mucho que significa para mí su confianza. Y la verdad es que ni siquiera tengo palabras para expresar lo emocionada que me he sentido por que se acordara mí en los agradecimientos. Gracias a ti.

 

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