Después de él, el mundo ya no dejó de girar.
Alba tiene un peculiar sentido del humor y muchísimas
ganas de volver a comerse el mundo tras el fracaso de su última relación.
Trabaja en el consultorio amoroso de una revista muy famosa, Miss Venus, y vive
feliz en su burbuja hasta que le anuncian que tiene que compartir la sección
con Martín, un chico alegre y cercano que esconde mucho dolor tras su sonrisa.
El nuevo método de trabajo de Martín hace que Alba
salga de su caparazón y se redescubra a sí misma. La atracción entre ambos
crece a medida que lo hace la complicidad, pero ¿y el amor?
A estas alturas, Ana María
Draghia ya es una habitual de este rincón literario porque desde la primera vez
que la leí, supe que era de las mías, por su estilo, sus personajes, sus tramas
y por su manera de emocionarme. Sin embargo, a diferencia del resto de novelas
que he leído de esta autora, de las que podéis ver algunas de ellas reseñadas en las portadas enlazadas más
abajo, es la primera vez que la leo en su faceta más humorísticas, porque Alba y la Primavera Interminable es una
tragicomedia con la capacidad de hacernos reír con muchas de las escenas que contiene pero teniendo cabida para alguna lagrimilla más emotiva, porque si no, no sería Ana María
Draghia. Quizás esto se lo que más me gusta de esta autora, esa habilidad suya para mostrar personajes reales, en situaciones cotidianas y equilibrando muy bien momentos distendidos con otros más sentimentales. Esta novela va de eso, de ver el lado bonito de las cosas, de seguir adelante, de no anclarnos en lo malo que nos pasa ni dejar escapar lo bueno que puede pasarnos. Una novela feel good, vaya.
En esta ocasión, la chica que encabeza el título es una tuitera famosa, aunque anónima, con miles de seguidores que están ansiosos por leer sus consejillos amorosos y ver sus publicaciones glamurosas en una revista online. Lo que no saben es que detrás de la foto de la modelo nórdica que pone cara a Miss Venus tan solo está Alba, una chica corrientita que se ha olvidado de vivir la vida a todo color después de la traición de su mejor amiga con su novio (bueno, ahora ex novio). Ironías de la vida y para darle algo de emoción a su rutina, Alba recibe la invitación a la boda de las dos personas que más daño le hicieron y ahora se da cuenta de que realmente no ha superado ese desengaño amoroso. Consejos vendo pero para mí no tengo, ¿verdad? Pues eso. La cosa se complica cuando su jefa le encasqueta a un nuevo compañero, con el que tendrá que compartir followers y retuits porque piensa que “ha perdido su frescura y su toque personal” con el que solía conectar con sus seguidores (quizás tenga algo que ver con el revés que le ha dado la vida en la realidad, digo yo...), así que un enfoque masculino y una dinámica de pareja les gustará a los lectores. Ideaca para la jefa pero Alba le ve muchísimos fallos a ese plan maestro, por lo que está más que dispuesta a sabotearlo como pueda y a que le caiga mal Mister Eros. Sin embargo, cuando conoce a Martín, su plan se cae por todas partes porque el chico es un encanto, súper simpático y muy buena persona. Total, que tenemos una premisa picantona con una especie de rivals to lovers pugnando por ser el tuitero más molón, una chica borde por estrategia de supervivencia pero que no lo consigue y un chico adorable que se hace querer tanto por redes como en las distancias cortas, supuestamente su contrincante en esto de los consejos amorosos.
Ambos protagonistas me han caído
genial y he congeniado muy fácilmente con ellos porque los dos son simpáticos, tienen una personalidad
bien formada y son divertidos e ingeniosos. Además, y para mí siempre será un punto a favor de
cualquier historia que se centre en un romance, los dos tienen capítulos desde
su punto de vista, si bien no del todo lo equilibrados a la mitad pero sí de
forma que nos permita saber qué piensa también Martín y que esto no sea solo
una historia unidireccional. La relación que se va fraguando a fuego lento
ha sido una delicia muy entretenida porque poco a poco se van conociendo y
los dos personajes tienen un sentido del humor muy peculiar, son irónicos y muy sarcásticos y
hacen una bonita pareja desde el principio, con mucha química que la autora sabe explotar con soltura. Los dos por separado son muy buenos
personajes, con una historia personal apoyando su forma de ser de manera coherente. De hecho, nada más aparecer juntos en escena por primera vez se puede ver
el potencial que tienen como dúo y de ahí, capítulo tras capítulo solo han ido
creciendo. También es verdad que al mismo ritmo que ellos se van conociendo nosotros nos vamos enterando de más detalles de su vida, de por qué son como son y qué es lo que les hace actuar según qué situaciones. Es decir, me ha encantado ver cómo se van conociendo ellos y además ser
testigo de sus pensamientos a través de una primera persona que Ana Draghia
domina a la perfección.
Por lo demás, creo que no sorprenderé a nadie si digo que el estilo de esta autora cada vez me gusta más, y eso que llevo ya unas cuantas novelas suyas leídas a la espalda. Sinceramente, creo que puede escribir lo que se proponga porque tiene una destreza increíble a la hora de plasmar los sentimientos más humanos, plagando su narración de metáforas sencillas de comprender y, a la vez, de situaciones cotidianas con las que identificarnos. Todo ello hace que sus historias sean muy cercanas en cuanto al lenguaje pero también en lo referido a los personajes que va creando, sean para el género que sean aunque la clave que se repite en todos sus libros es el romance. Y con ese ingrediente base en su historias ya parte con mi aprobación escriba lo que escriba. Así que en esta ocasión, en la que se sale un poco del drama al que me tiene acostumbrada, y aunque también sea verdad que no es la típica comedia romántica, no son simplemente una serie de situaciones cómicas o absurdas con las que reirnos con la protagonista y sus ocurrencias. Más bien es una comedia ligera, con situaciones distendidas y diálogos divertidos y amenos con los que pasar un buen rato sin pensar demasiado pero con la que sentir mucho.
7/10
En otras palabras, esta
novela partía con la ventaja de ser la nueva novela de una de mis autoras
favoritas. Podía encantarme más o menos pero tenía la seguridad de que me iba a
gustar simplemente por estar escrita por Ana María Draghia. Cualquiera de sus
novelas destila calidad narrativa y, aunque a veces parece que el género chick-lit está ligeramente (malditos prejuicios) por debajo en
cualquier comparación de calidad con respecto a, por ejemplo, el drama
romántico o la novela sentimental, no hay nada que impida que una buena
historia sea además una comedia que nos haga reír y emocionarnos al mismo
tiempo. Para mí, esta novelita tan sencilla y alegre pasa a ser una
recomendación más que se une a las demás de esta autora, tanto como novela con
la que poder empezar a leerla como si ya sois fans como yo de Ana María
Draghia.
*Por último, muchísimas
gracias a Harlequín Ibérica por el envío del ejemplar.
Otras novelas de la autora reseñadas en el blog
¿Habéis leído alguna otra historia de la autora?
¿Os gustan las comedias románticas?
Una lectura que no conocía es lo que nos cuentas llámame atención aunque me temo que no lo suficiente como para dejar de romance histórico a un lado a ver si más adelante sí que me animo
ResponderEliminarHola :)
ResponderEliminarPues no conocía este libro, pero ahora creo que me lo llevo apuntado porque nunca se sabe.
Besos
Tengo muchas ganas de probar a la autora así que seguramente empiece por este libro que pinta muy ameno. Gracias por la reseña, besos.
ResponderEliminar
ResponderEliminar¡Hola!
Mira que jamás he leído una comedia romántica. Me encantó tu reseña me ha despertado la curiosidad por saber más sobre los personajes.¡Gracias por la recomendación!
Saluditos
¡Hola!
ResponderEliminarLeí una novela de esta autora y me gustó, no he vuelto a repetir porque estoy un poco apartada de este tipo de historias :) pero me alegra que lo hayas disfrutado tanto.
Un abrazo
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