RESEÑA Travesía

Autora: Arantxa Comes

Editorial: Munyx Editorial, 2021

Corrección:

Rústica con solapas / Ebook, 322 págs.

Autoconclusivo

Género: Paranormal, Contemporánea, Juvenil

Quédate en tu mundo. Evita las voces. No salgas a la oscuridad.

Y, por lo que más quieras, no enfades al demonio.

Las reglas en Travesía son claras, aunque sus prisioneros las aprenden al llegar. Al fin y al cabo, pocos conocen su existencia cuando pactan con Gronlog, un ser capaz de otorgar un gran poder a cambio de un pago. Maldiciones, así llaman a sus poderes quienes se atreven a invocarlo. Hasta que su captor decida liberarlos, solo pueden esperar y sobrevivir a las consecuencias de sus actos. O no. A Nevan y Elio les parece que ha pasado una eternidad desde que Gronlog los encerró allí. No es la primera vez que intentan escapar y un rumor podría ser su última oportunidad: existe una grieta en Travesía por la que regresar a casa. Pero no será fácil.

Criaturas tenebrosas, secretos, miedos, amores complicados…

Todo se precipitará en un viaje donde los protagonistas se enfrentarán a sus demonios. Y si no los tienen, Gronlog se los busca.

Ya son unas cuantas las novelas que he tenido la oportunidad de leer de Arantxa Comes y tengo claro que es una autora que quiero tener en cuenta siempre que publique lo que sea. La sigo desde hace un tiempo y he podido ver cómo ha ido creciendo y mejorando en muchas de las facetas que implican ser escritor hoy en día y la verdad es que me hace mucha ilusión ver que cada vez más lectores se animan a probar con autoras como ella. En esta ocasión y al contrario de lo que nos tiene acostumbrados, Travesía es una novela autoconclusiva, bastante cortita, que va al meollo del asunto prácticamente desde el principio, porque tampoco tiene un worldbuilding súper elaborado, ya que se centra más en trama y personajes en vez de incluir también política o religión, aspectos que sí que suelen estar presentes en el resto de historias de Arantxa Comes.

Entrando ya en materia, lo primero que hay que explicar es que Travesía es el nombre del mundo que titula la novela, una especie de limbo en el que los protagonistas permanecen estancados, sin avanzar en sus vidas, viviendo días de la marmota individuales sin saber ni el tiempo que llevan ahí con exactitud pero teniendo la certeza de que no saldrán. Lo único que saben es que se equivocaron al pactar con Gronlog, el demonio que los ha encerrado ahí en ese purgatorio tan particular a cambio de los dones que cada uno ha recibido, poderes paranormales que, junto a las personalidades de los protagonistas y el grupo disfuncional que forman, le dan a la historia un toque que recuerda mucho a la serie Misfits, con mucho shippeo y mamarracheo entre ellos. La trama parte de un conflicto argumental muy claro teniendo en cuenta la premisa que nos presenta: en una dimensión alternativa en la que el tiempo no avanza y de la que no hay escapatoria posible, el único motor posible que haga que se desencadenen los acontecimientos es que sí que exista esa posibilidad de una salida de Travesía. Y en ese camino hacia la salida es donde vamos conociendo lentamente a los protagonistas.

El grupo está formado, en gran parte de la novela, por Nevan, Elio, Lily, Silene y Lois, obligados a colaborar aunque sean una pandilla de lo más variada y, en principio, incompatible. Cada uno de ellos tiene un don o poder, y aunque supongo que por la contraportada podéis sacar alguna pista, casi que yo creo que es mejor que esos detalles se vayan descubriendo a medida que se lee, así que no comentaré nada al respecto. A su alrededor también conocemos algunos personajes secundarios con los que se van cruzando por el camino, aliados o enemigos, pero los que quedan perfectamente construidos son los cinco principales. Mi favorito ha sido Nevan, me parece encantador y su historia personal y el hecho de que la trama gire en torno a un pequeño detalle que le incumbe, me parece que lo hacen destacar un poquitín por encima del resto. Sin embargo, también Lily me ha parecido un personaje de lo más fascinante con esa personalidad tan cortante, borde y arisca, aunque por eso mismo tampoco es que haya terminado de caerme bien del todo, que no quita para que me siga pareciendo uno de los pilares más sólidos con los que cuenta Travesía.

Como viene siendo habitual en cualquier novela de Arantxa Comes, hay mucha diversidad y mucha reivindicación, aunque quizás diría que, en ese sentido, esta es la trama más light de todas las que ha escrito, precisamente porque el worldbuilding no es tal. El propio mundo de Travesía como los otros que aparecen son dimensiones creadas con la apariencia que algunos personajes, que son como constructores de mundos, han querido darle con diferentes estéticas imaginarias, que en el caso del escenario principal me lo imagino con un ambientillo de neón por todas partes como bien muestra la portada. Así que restando importancia a ese aspecto de la ambientación, la mayor parte del libro se desarrolla gracias a las relaciones entre los personajes, y también gracias a ello se puede ver perfectamente su evolución y los mensajes que la autora quiere transmitirnos con cada uno de ellos. En la novela encontramos mucha amistad, camaradería, distintos grados de romance, conversaciones irónicas y diálogos con más o menos profundidad. Tiene algunos tramos más dinámicos que otros pero en general se trata de una lectura ágil, rápida y muy cómoda de leer por la estructura con la que está escrita, dividida en varias partes y cada una de ellas dividida a su vez en unos cinco capítulos no demasiado largos.

Por lo demás, la autora sigue fiel a su estilo elaborado, abundante en florituras y plagado de metáforas. Todo ello hace que su prosa pueda resultar algo densa, que ralentice el ritmo de lectura o que nos haga demorarnos más de lo necesario en un mismo párrafo para captar el significado al completo de lo que pone a través de los múltiples recursos literarios que utiliza. Sin embargo, por eso mismo me parece un estilo digno de admiración, más allá de gustos personales. Es verdad que puede no ser un libro para cogerlo pensando en pasar simplemente un rato, porque el tipo de prosa impide que sea simplemente un libro de entretenimiento. Más bien está pensado para calar con cada frase, con cada sentimiento que describe y con cada descripción metafórica que la autora ha plasmado con tanta intensidad.

8/10

Para resumir todo lo anterior, me he encontrado con una novela diferente incluso tratándose de una autora que no entiende de moldes. De nuevo, he podido disfrutar de otra historia de Arantxa Comes pero esta vez con la seguridad de que lo que iba leyendo se resolvería en la última página, aunque quizás al final de forma un tanto precipitada, en apenas un capítulo y un miniepílogo. Deja buen sabor de boca, entretiene y se deja leer con esa ansia de los lectores que buscamos narraciones bonitas y no meras historias contadas. Esto mismo puede hacer que no sea un libro para todo tipo de lectores pero sí que puede ser una buena opción, aprovechando que se trata del único libro autoconclusivo de Arantxa Comes, hasta el momento, para conocer a una nueva autora con un estilo propio y una determinación palpable por marcar la diferencia.

*Por último, muchísimas gracias a Munyx Editorial por la propuesta de lectura y el envío del ejemplar para poder leer esta historia.

 

 

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