RESEÑA A la Caza del Diablo

Autora: Kerri Maniscalco

Editorial: Puck Ediciones, 2021

Corrección: Estíbaliz Montero

Rústica con solapas / ebook, 480 págs (570 incluyendo relato exclusivo)

A la Caza de Jack el Destripador #4

Género: Misterio, Romántica, Histórica, Policíaca.

En este impactante final de la exitosa serie que comenzó con A la caza de Jack el Destripador, Audrey Rose y Thomas intentan dar caza al depravado y escurridizo asesino conocido como el Diablo de la Ciudad Blanca. Audrey Rose Wadsworth y Thomas Cresswell han aterrizado en los Estados Unidos, una tierra salvaje e intrépida comparada con las elegantes calles de Londres. Aunque, al igual que Londres, la ciudad de Chicago esconde muy bien sus secretos más oscuros. Cuando acuden a la Feria Mundial, un evento único, empiezan a dar con informes de personas desaparecidas y asesinatos sin resolver.

Audrey y Thomas comienzan sus investigaciones, que los conducen a un asesino en serie diferente a cualquiera que hayan visto antes. Identificarlo es una cosa, capturarlo es otra, especialmente dentro del Hotel Asesinato, que construyó como su aterradora guarida de tortura.

¿Podrá Audrey Rose, junto con su verdadero amor, resolver finalmente el último enigma? ¿O fracasará frente a su adversario más perverso?

Ya hace algo más de dos años que comencé a leer una de las sagas que, a día de hoy, se ha convertido en una de mis favoritas. No me canso de recomendarla porque me encanta todo lo que contiene, desde el propio género (misterio victoriano) hasta los personajes, la ambientación y la forma en la que están desarrolladas las tramas, los casos a resolver, en concreto. Es muy raro que yo continúe sagas más allá de una tercera parte, pero tenía tantas ganas de que saliera esta cuarta novela que hasta a mí me sorprende. Aunque puede no ser tan sorprendente, porque la saga al completo mantiene el interés en los misterios que se van desarrollando en cada libro y las resoluciones se van enlazando de uno a otro de modo que en esta novela tenemos de todo un poco lo que hemos ido viendo hasta ahora en cada una de las partes anteriores, cuyas reseñas podéis ver al final de esta opinión. Para que vayáis leyendo con cuidado, es inevitable que por aquí aparezcan spoilers por lo avanzada que está ya la historia de los personajes hasta este momento.

En este último libro, la trama comienza justo donde terminó A la caza de Houdini, con Audrey Rose y Thomas arribando a la costa de América para empezar una nueva etapa, tanto a nivel personal como a nivel profesional. Allí las cosas no funcionan exactamente igual que en Inglaterra y además de tener que acostumbrarse a todas esas novedades, también tienen que preocuparse por su compromiso y futuro enlace como pareja oficialmente. Sin embargo, lo que también les une desde que se conocieron es una extraña fascinación por la resolución de crímenes y por eso no pueden contener su peculiar emoción cuando descubren que hay un segundo destripador suelto por territorio americano. Sin embargo, parece que las reglas para poder atraparlo han cambiado, porque supuestamente murió hace unos meses, y de eso está muy segura Audrey Rose. Así dejamos atrás las embarradas calles de Londres, los tétricos castillos de Rumanía y las gélidas aguas del Atlántico para viajar hasta Chicago, donde transcurre prácticamente toda la novela. Me sigue maravillando la capacidad que tiene esta autora para trasladarme directamente a otro siglo, lo puedo visualizar absolutamente todo con las bonitas y cuidadas descripciones que se marca Kerri Maniscalco, tanto de los exteriores como de los detalles más secundarios, como el vestuario o el mobiliario.

A estas alturas de la historia, para mí es inconcebible no hablaros de lo mucho que me gustan sus dos personajes principales. Si bien es cierto que la protagonista es Audrey Rose Wadsworth y que todo gira en torno a ella (no en vano es la que acapara todas las portadas de la saga), también Thomas Cresswell se ha ganado el derecho a ser considerado como coprotagonista, aunque llegamos a ver su punto de vista separado del de ella (salvo en el relato final, incluido en este tomo y titulado Convertirme en el Príncipe Oscuro). A ambos personajes los hemos visto conocerse, no aguantarse y después respetarse... Poco a poco hemos asistido a la consolidación de una de las relaciones que más me gustan de los últimos años. Ambos tienen personalidades geniales por separado, una especie de relación Holmes/Watson con un Cresswell antisocial, meticuloso y con dotes de deducción fascinantes y otra Wadsworth más visceral y enfocada en sus sentimientos pero siendo a la vez una forense impecable. Y además es que me encantan como pareja, pero si no hubiera baches reconozco que perdería un poco el interés. Si en la tercera aventura teníamos un triángulo con la aparición de Mephistopheles para sembrar un poco la discordia entre los dos, aquí también vemos como su relación flaquea a causa de las dudas y las inseguridades. Nada mejor para que nos mantengamos agarraditos a las páginas y las pasemos rápidamente para ver cómo lo resuelven. Digo, tanto sus problemas como el caso que al que se enfrentan.

Debido a todo lo que os comento, no es una saga que se pueda leer por separado porque es una serie de libros en los que la evolución de los personajes va en aumento y uno de los puntos más sólidos con los que cuenta, así que en ese sentido me ha parecido muy bien elaborada en todos sus aspectos de estructura interna, pese a ser varios libros. Incluso aunque entre uno y otro libro la autora se ha esforzado bastante en no ir haciendo spoilers concretos, en este último libro ha sido imposible y directamente retoma la trama que ya vimos en el inicio de la saga, enlazando con el final de A la caza de Jack el Destripador, que vuelve a poner a Audrey Rose y su pasado en el objetivo de todas las miradas. La autora ha sabido engancharme una vez más porque crea misterios hasta de los detalles más ínfimos y su pluma ayuda muchísimo a generar una atmósfera que me envuelve en todo lo que voy leyendo, Me he descubierto ansiosa por seguir leyendo cuando tenía que parar y ver cómo trabajan juntos los dos protagonistas, disfrutando de todo lo que se van encontrando, sufriendo por todo lo que van descubriendo y emocionándome una vez más con su preciosa relación, el otro gran pilar de estos libros.

En otro orden de cosas, la edición exterior salta a la vista que es una pasada, respetando la estética de la obra original. También lo es la edición interior, con los comienzos de capítulos y sus detalles, la buena traducción con la que cuenta o la corrección tan pulida que me he encontrado. Como ya ocurría con las anteriores entregas, cada ciertas páginas encontramos documentos reales de la época, como escritos o fotografías, que nos ayudan a contextualizar lo que vamos leyendo y también le dan un toque más realista a la ficción que desarrolla. Además, como os comentaba, para hacer más redonda esta saga, este libro incluye un relato corto desde el punto de vista de uno de los personajes principales, como broche final para una historia que ha sabido ganarme desde que la comencé hace un par de años y que he terminado con la misma emoción que sentí entonces.

9/10

En otras palabras, una saga rotundamente recomendable con un final a la altura para terminar el camino que nos ha llevado hasta aquí. Para mí, esta última parte ha supuesto el reencuentro con unos personajes de los que me enamoré desde el inicio y me he vuelto a quedar hipnotizada por un caso que retoma la historia desde el principio dándole un giro a lo que creíamos saber. Si con las partes anteriores no estabais convencidos, es posible que este no sea vuestro libro, ya que es un cúmulo de todo lo que hemos visto hasta ahora. Por el contario, si habéis disfrutado tanto con todas y cada una de las aventuras de Audrey Rose y Thomas, vais a adorar también esta última entrega como si fuera la primera vez que os acercáis a los personajes inolvidables que ha creado Kerri Maniscalco.

*Por último, muchísimas gracias a Puck Ediciones por la oportunidad de habernos traído esta saga y por el envío del ejemplar.

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